Ojala la mayoría de películas románticas fuesen como mínimo la mitad de inteligente, conmovedora, emocional que esta "Like Crazy", pero como esto no es así, este pequeño reducto de películas independientes son más meritorias.

La película nos cuenta la historia de amor de Anna y Jacob, con sus puntos mas álgidos y los momentos mas desesperanzaros. Lo que mas he gustado con respecto a su historia no es el guión, ni los diálogos, sino como los hechos trascienden a las palabras, no hace falta decir mucho cuando lo que quiere mostrar el director lo consiguen las miradas, los gestos,...
Pero esto seria imposible sin dos grandes interpretaciones, que consigan que el espectador se crea que sus personajes tenga una relación que trascienda la pantalla, Felicity Jones y Anton Yelchin lo consiguen, y vaya si lo consiguen!
La película no cuenta con muchos más actores, excepto una guapísima Jennefer Lawrence que no cuenta con el suficiente metraje para mostrar todo su talento.

En la imagen se ha optado en muchos momentos por una tan de moda, "cámara en mano", algo saturado en estos momentos. Aunque hay que reconocer que se ha hecho con mucha virtud y sin recargar en demasía al espectador. Si nos centramos en el sonido, cumple, sin muchos mas alardes; las melodías consiguen profundizar en los sentimientos visuales de los personajes con mucho acierto, cosa nada fácil.

Si tuviese que destacar algo especialmente negativo seria que se hace corta, a muchas películas se le critica metraje insustancial o un exceso de sobreexplicacion, pero esto no ocurre en la película de Drake Doremus, te sumerge tanto en el amorío de estos dos personajes que se te hace escasa la hora y media que dura el film.

Esta Kubo y las dos cuerdas mágicas nos recuerda al cuento clásico japonés, lleno de imaginería, animales antropomorficos, samuráis, la lucha del bien contra el mal,...

Pero todo esto remozado con la típica historia occidental que explora el mito del héroe como hizo Homero con su odisea.
Evidentemente no quiero comparar la última obra del estudio Laika con magna obra, no soy tan pretencioso. Simplemente en líneas generales sigue ese esquema tan añejo, y que nos dio la Odisea de Luke Skaywalker en Star Wars, o muchas otras grandes obras. Por ejemplo, otro rasgo de este tipo de historias siempre hay un maestro con trágico final. Aquí todos tenemos nuestros clichés. Nos encantan, no lo neguemos.


Supongo yo en mi tercer párrafo que el que siga leyendo estás líneas, de un autor un poco pedante, sabe la técnica que utiliza el estudio Laika para filmar sus películas, al que no sepa ya se lo digo yo: Stop Motion. Si te has quedado igual que antes después de escuchar esta palabra la Wikipedia lo explica magníficamente: " es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas. "


Pues bien este estudio con 10 años a sus espaldas sigue perfeccionando esta forma tan particular de hacer animación. Y es que como se ha orientado el guión más la suma de su estilo consigue sumergirnos a recrear un cuento idóneo. Todo nos recuerda a un cuento de la niñez, un auténtico homenaje a la cultura japonesa, todo casa. Hasta la increíble banda sonora.


A cualquier aficionado de la animación tiene que acercarsea esta obra.. Para pequeños y mayores, en ambos saltara una chispa en su imaginación. Espero eso si, que de diferente modo.

Si leis el titulo creereis que la nota no se corresponde con el encabezado o que me cebo en exceso con la película de William Eubank.

Pero amigos cinéfilos permitir que me excuse, pues opino (siempre humildemente) que the signal intenta crear un entorno asfixiante como la genial "Moon" del año 2009 mediante los mismos conceptos. Recapitulemos: ciencia ficción, conspiración, película de personajes limitados,...

El problema está en lo que parece un thriller puro de ciencia ficción al principio, se termina embarrando en la última media hora para intentar ser algo similar a "chronicle" pero con unas escenas de acción que parecen rodadas por Blomkamp, y no funciona. Al final sientes un regusto a pastiche que se queda en un "casi" en todo el film. No critico la ambición, pero centrarse en menos conceptos hubiese ayudado.

Una película entretenida pero olvidable.

La última obra del aclamado director Richard Linklater llega a los cines tras un éxito bastante notable en la critica especializada.

El gran atractivo inicial del film es su forma de rodaje, la cual se ha llevado acabo a lo largo de 12 años. Si bien es cierto que no es la primera vez que el estadounidense juega con el tiempo para mostrar como este hace mella en sus personajes,
nunca ha sido capaz de mostrarlo de esta forma. Tan cristalina.
Boyhood nos cuenta la vida de Mason, sus historias, los puntos clave que condicionan a todo ser humano; las influencias, los sucesos, la evolución natural que se refleja como el sol en el niño de hoy para convertirlo en el hombre del mañana.
Esta película no es una historia unipersonal, intenta que cada uno de nosotros se sienta reflejado, en mayor o menor medida, en ese niño de mediados de los 90 que usaba pijamas de superhéroes, que veía sus primeros pechos a escondidas mientras se reía nerviosamente o que simplemente tuvo que padecer "Wannabe" del icono grupo Spice Girls.

En este aspecto tampoco es todo oro lo que reluce, puesto que en ocasiones los saltos temporales son demasiado bruscos, descolocándote por momentos de la acción. Ademas a mitad de la película el desarrollo se vuelve demasiado lento.
Si tuviese que buscar otro punto negativo seria alguno de los personajes secundarios que no están a la altura del film, por ejemplo, la hermana del protagonista, aunque es una cuestión difícil de prever por los encargados de la elección del casting, nadie sabe si una niña va a ser igual o mejor cuando crezca.

A nivel de imagen y sonido no hay peros, apartados extremadamente cuidados y que acompañan perfectamente. La melodía de su vida.

Boyhood no es plana, simple o Banal. Boyhood es la vida, dura y con capas, así se debe ver estos momentos de una o de varias vidas.

Creo no ser el único al que ver el cartel de esta película se le torció el gesto; "esta no parece la típica película de Van Damme", fue lo primero que pense. Así que le di al play.

Y asi, sin pensarlo, me encontré una joya del cine europeo con un Van Damme pletórico, esta película está hecha para él. Sin el belga favorito del mundo este largometraje no tiene sentido. Tan acostumbrados a que sus puñetazos los sufrieran los cualesquiera de sus películas, para encontrarnos que esta vez la bofetada nos la llevamos nosotros.

¿Y porque digo esto?, Porque si aún no te he convencido para que la veas, te diré que tiene un momento donde Jean-Claude
rompe la cuarta pared que es una delicia. Bravo por el director por sacarle esta escena.

"Te hablo a ti. Tu has ganado, yo he perdido."

El que haya visto esta película lo entenderá. Al final esas dos frases te quedan rondando la próxima media hora. La quinta esencia del cine es eso, que te sumerja en una historia hasta que está termina. Y está a mi, me ha zambullido desde que empezó.