Y vino. Monumental redículo que pone de manifiesto que lo mejor es que cada uno se dedique a lo suyo: Di Caprio, no produzca más.
Sin ritmo, sin sorpresas, sin una sola actuación decente (el que suscribe reconoce ser fan del señor Oldman, pero esta vez...) y con una sobreactuación de la protagonista que roza el absurdo.
Quizás debiera ser una pelicula calificada como "solo para quinceañeros"... porque para el resto del público supone un insulto.
Final totalmente previsible y horribles guiños al -gran- cuento típico. Un desastre con mayúsuculas.

Tanto la cinta como su director presentan algunos de los efectos de la droga en cuestión: absurdos vacios en la trama, cansancio, altibajos... Por el contrario, el espectador, no sufre adicción en ningun momento de la aburrida y previsible trama.
En cuanto al reparto, Bradley ya no está ni de resaca ni en Las Vegas: ha perdido el carisma. Por si fuera poco, el film posee el más que dudoso honor de convertir a De Niro en un señor simplón.
Pese a lo ingenioso de la idea, un lento y perezoso desarrollo hacen que no le hubiera ido mal a Burger cierta dosis de genialidad para este rodaje.

Una pelicula...diferente que no deja indiferente a nadie, que sorprende, que permite al cinefilo entusiasmarse con un "heroe" mas allá de esculpidos abdominales, con unos efectos especiales lejos del "bullet time" y una estetica rompedora, sin mancharse de cuero negro. Como todas las grandes obras, será incomprendida y criticada, señal de su trascendencia en el espectador. Falta ver la 3º parte para poder decir que esta pelicula es solo el comienzo de una gran saga de un estilo peculiar y propio.

"La mujer es un manjar digno de dioses, cuando no lo cocina el diablo (William Shakespeare)". Lo mismo podría decirse del film en el que Emmerich se embriaga de Divinidad, y que, seguramente, suponga la Obra Magna de su carrera. Muy lejos de buscar el desprestigio del talentoso legendario dramaturgo, la cinta se limita a elogiar a quienes saben dar buen uso al Don de la Palabra.
Algo más de dos horas en las que el mejor doblaje al castellano del que he disfrutado en muchísimo tiempo regala unos diálogos majestosos y que saben cautivar, haciendo que el espectador solo desee momentos de silencio en aquellos magistrales planos generales que nos regalan unas imágenes sobrecogedoras, muestra del gran nivel de fotografía que alcanza la pelicula.
El reparto resulta más que correcto, dando paso a unas caracterizaciones de los personajes que hacen que el público se sumerja en la -en ocasiones algo confusa pero absorvente- trama. Personalmente, quisiera destacar la actuación de Vanessa Redgrave, dotando de una humanidad a la Reina que permite que su Corte sea tan accecible como ella misma.

Poco importa de quién provenga la sangre o el linaje del que uno procede si resulta capaz de robar el Alma con sus solas Palabras.

El tal "Pacino" decidió dar un curso acelerado de lo que significa meterse en el papel. Genial caracterización y mejor actuación. La película es notable, atrayente y, absorbente. Impagable la cita "El peor casero del mundo". Bravo.