Pues desde el mismo inicio este producto es reflejo de lo estúpido, absurdo y estéril (neuronalmente hablando) de la sociedad actual y su previsible involución, lo que, si es la intención de Colomo, no alcanza a reflejar tal nivel de bobería, el de las cabezas huecas que presuman de modernidad por el simple hecho de destrozar el lenguaje, moralizar lo ocurrido tres siglos antes, creer en la superioridad moral de creadores de videos de Youtube, y de los panfletos de partidos políticos populistas de un lado y otro, daría para mucha más risa, carcajada más bien, pero acaba siendo tan estéril como el conjunto de todo lo que se quiere reír, por otro lado inalcanzable, solo escuchando los diálogos de los besugos personajes nos aproximaríamos a la neurona solitaria y compartida por la sociedad actual. Lamentablemente terminando en una pretendida moralina absurda y sobrante.

Con esta cosa Colomo simplemente destroza de manera definitiva su carrera y posiblemente irreversible.

Si, como yo, aborrecéis las series de 16 temporadas en las que para seguir la trama, y saber las relaciones de los personajes, hay que llevar un esquema al más puro estilo policial, si os gusta más una miniserie de 6, 9 o 12 capítulos (siempre con excepciones de grandes series como ER (Urgencias) si os van las series directas al grano, las series con toque romántico y algunas veces meloso, incluso glucémico, aquí vais a encontrar una mini serie de agradable visionado.

Ni que decir tiene que es una serie que no se para en rellenos absurdos para cumplir con una duración extra, de hecho la duración, sintetización de la trama, y hasta cierto punto simplicidad son su mejor baza. No vamos a descubrir nada nuevo, pero será un rato agradable al frente de la caja tonta.

Estamos ante un producto de sencillez extrema, previsible como el 90% de los productos con estas etiquetas, romántica, comedia, tanto que aunque sus personajes ronden la treintena, por momentos nos parezca una comedia juvenil, eso sí, con la inocencia filmográfica del producto para todos los públicos, no por ello deja de ser de agradable visionado de los ansiosos (como yo) en encontrar comedias románticas optimistas y edulcoradas en exceso.

No seré yo quien escriba el argumento en una crítica, y no seré yo a quien le cueste creer en un personaje femenino tan inocente en los aspectos sexuales que es poco creíble más aún si de este siglo hablamos, pero bueno, en siglos pasados creíamos viable que ponerse unas gafas de pasta hacía irreconocible a Superman.

Aparte de esto, se deja ver, de forma que seguiremos nuestras vidas, y probablemente olvidemos la película al cabo de unos meses, quizás recordando alguna escena de humor.

Hay una banda sonora, y una fotografía que por momentos recuerda a Cuando Harry encontró a Sally, y creo que eso es algo intencionado.

Para amantes de lo dulce que no padezcan de diabetes.

Como amante de los films post-apocalipticos, siempre que veo títulos que se presentan como tal intento darles el vistazo de rigor, y este título no va a ser una excepción, aunque he de decir que me costó digerir el film al completo,

Los primeros quince minutos son algo más que tediosos y es cierto que el dedo volaba sobre el botón de avance rápido.

>Ver zona spoiler:

<Vuelve de la zona spoiler:

Y llegamos a otro trozo de película, con algo de sustancia, y cuando parece que va a haber algo de aventura, de emoción, nos calcan los títulos de crédito final.

Y eso, te quedas a rayas....

Vamos que sobra la mitad del metraje, pero es que había poco que contar con alguien como el protagonista, casi como si alguien hiciese una película sobre mi, habría muertos de aburrimiento en salas, salones e incluso en dormitorios, la mayor parte por suicidio.

Me parece interesante, pero es por el género, si fuese por el film en si bajaría la nota, si hubiese sido un corto, hubiese dado más nota.

Si eres paciente, fan del género post-apocaliptico, y crees que tu vida es aburrida, dale un vistazo.

Podría tratarse de una versión de la conocida saga Crepúsculo, pero esta película tiene más fondo del que se vislumbra a primer visionado.

Saben ustedes, si ven este film son de mi edad, que siempre comento que una película puede causar distintas impresiones en cada uno según nuestro ánimo o momento vital, quizás por eso me hacía falta una película delicadamente tierna cómo esta, eso sí madura en su contenido subyacente, y en sus intérpretes pero con el entusiasmo y sobre todo la deliciosa y añorada inocencia de la adolescencia inocente de otras décadas.

Si creen que me he dejado llevar por el entusiasmo propio de un niño, discúlpenme, y si la han disfrutado, bienvenidos a mi religión.