Una película de Ballet... El lago de los cisnes... suena a aburrimiento y al principio parece que eso es lo que nos espera (sobre todo a quien no le guste el ballet). Inmediatamente el director nos transporta por un viaje sorprendente e inesperado. Asfixiante, paranoico, pasional... Solo el CINE con mayúsculas puede sumergirnos y atraparnos dentro del submundo en el que se desarrolla. Más en la pantalla grande que en la tele.
Todos los actores y actrices hacen los mejores trabajos de sus carreras: Natalie Portman, Vincent Cassel, Barbara Hershey Mila Kunis es punto y aparte.
La música no tiene secreto. Tchaikovsky es apuesta segura.

Qué forma más tonta de perder 1´50 € de alquiler + 1 hora y media de tiempo. Comedia romántica de alto índice glucémico, bromas que no hacen ni sonreir, nostalgias que no ponen triste. No funciona nada, y ellos lo saben, pero para cuando se ha corrido la voz, ya han recuperado la inversión y han ganado unos dólares. Previsible y prescindible.

Sin ser de las mejores de Woody, una vez más expone interesantes escenas de relaciones de pareja. Con momentos y diálogos con sentido (y también algunos sinsentidos), Allen se mofa de determinados esterotipos de individuos y parejas, y al mismo tiempo asume con realismo la existencia de todo tipo de fauna humana con su hipocresías, miserias o ingenuidades
Esta crítica podría valer para el 95% de sus películas, ya que este es un capítulo más, y aunque las historias que contiene no llegan a fascinar como en otros casos, los actores están perfectos, demostrando una vez más que es uno de los mejores directores de actores de la Historia del Cine.
Merece la pena pasar un rato entretenido con humor inteligente e historias con detalles que recuerdan siempre situaciones que hemos podido observar en persona.

El mismísimo creador de Dreamworks ha tenido que ponerse a los mandos y aliarse con su productora de siempre K.Kennedy, su músico fetiche Williams y fichar a Peter Jackson en la producción para igualar al fin la magia de Pixar.
Espectaculares escenarios, uso adecuado del 3D, y un guión al más puro estilo Spielberg-Indy.
El maestro del cómic Hergé se sentiría orgulloso de la adaptación del maestro del cine, que ha convertido un Clásico en papel en otro Clásico del 7º arte.

Pretender que esto está basado en hechos reales es lo mismo que hacerlo con King Kong.
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