Cada uno es libre de opinar y valorar, pero al ver la película me quedé perplejo con la nota que tenía, quizás no correspondía la película con el título, o... a saber!

Para reirte un rato tienes "Dos tontos muy tontos" y para ver una trama inverosímil con fundamento tienes "Snatch", pero para dormir la mona tienes "El gran Lebowski", de lo malo lo peor, de lo peor lo infame.

No hay mucho que decir viendo la película, una historia sin gracia, uniendo cabos por arte de magia, como es cine "todo vale"...

118 minutos de trepidante aburriemiento, dónde sólo se salva el papel de Walter Sobchak interpretado por John Goodman que hace el papel de un veterano de Vietnam y la puesta en escena de Dude alucinando cuando aparece drogado.

Señores/as, aún siendo generoso, aquí tienen su película de sábado al mediodía de antena3.

Django, una película de Tarantino, todos sabemos como trabaja el gran Tarantino, pero... si no fuera por la sangre derramada y las escenas con música embaucadora ¿Podríamos vislumbrar que se tratase de una película de Tarantino?
No, por supuesto. Este film, no conlleva ningún profundo argumento y muchos menos embrollado "marca de la casa", como hemos venido viendo a lo largo de los años.
De manera que si no fuera por el buen papel de Waltz (ya encasillado por Tarantino como un alemán soberbio con selectos modales), DiCaprio o Samuel L., la película hubiera caído en una espiral de 2h 45' insufrible y difícil de digerir sin ENO DIGESTIVO.

En resumen, es una película más de Tarantino, lejos de lo habitual, pero que nos llamará la atención sin duda, ya sea por el montaje, la magnética música o la caracterización de sus actores.

Ácida comedia que nos pegará al televisor con sus brillantes y absurdas gracias sobre temas más serios de lo que es en sí la propia película,
además de palpar en primera persona la sobre actuación, pero no por ello mala atcuación de Randy Quaid y Bill Murray, y el suntuoso papel de Woody Harrelson como nato perdedor y fracasado en su miserable vida como vieja gloria de jugador de bolos.

Gris relato de la pura realidad, dónde podríamos ser capaces de substituir cada personaje de la película por un conocido, vecino, amigo o familiar nuestro.

Esta historia se apoya en la vida de un profesor de física cualquiera, en un lugar cualquiera y perteneciendo a una religión cualesquiera entre todas las existentes...

Historia en la cual predomina el poder de egoísmo de toda persona, dónde el primero soy "yo" y el segundo es mi "sombra", aunque siempre quedaran personas honradas, que no por ello agraciadas en la vida.

Sin duda, una película que te hará replantearte varios aspectos del día a día.
No quedarás indiferente ante la vida de "Larry" interpretado solemnemente por Michael Stuhlbarg.