Hace ya más de 10 años que acabó muchachada Nui, es normal que sus creadores evolucionen y cambien de intereses. Pero nada a cambiado en cuanto al interés por el cine, sobretodo por Ernesto Sevilla. Cualquiera que le siga, sabe no solo sobre su interés por el cine, sino cuales son sus referencias, los guiños que hace a ciertas películas. De eso se trata Pobre Diablo, es una serie que coge esas referencias cinematográficas de Ernesto, y lo lleva a un formato de sitcom clásica. No es una animación tipo padre de familia, ni siquiera enjuto mojamuto, sino más bien se puede asemejar a solar oposites. La semejanza está en que son una familia especial, con un objetivo principal que dura toda la serie, son todo malos per se, pero luego tienen sus historias secundarias. Pero que beba de ese contenido americano, no significa que no tenga ese poso de identidad española que suele identificar a estos grandes del humor, en especial, detalles que recuerdan a la animación de Mortadelo y Filemon, lo cual hace de Pobre diablo una serie más especial y única si cabe.

Lo malo: Al principio se hace raro ciertos doblajes, pero te acabas acostumbrando, y se convierte incluso en un juego adivinar quien pone voz al personaje de turno nuevo.

PDT, Uno nunca imaginaría que el diablo tiene acento canario.