Escribo esta crítica un día después de finalizar uno de los mejores kdramas del 2021 y todavía tengo tantos sentimientos y emociones encontradas tras presenciar la fatídica y triste historia de amor de Yeong-Ro y Soo Ho que no me equivoco al confirmar que es uno de los kdramas más especiales que he visto y veré a lo largo de mi vida.


A pesar de la gran controversia que tuvo en su país de origen por ubicar la trama en una época histórica bastante sensible para Corea del Sur ( incluso se llegaron a realizar peticiones para que se retirara antes de su estreno), los 16 capítulos de la serie han demostrado con creces que todo lo que se narra es ficción y que lo único que tiene en común con los sucesos que se desarrollaron antes de la democratización de Corea del Sur es la ambientación y la elección del año 1987 como punto de partida de la historia.


‘’Snowdrop’’ no va de política, aunque si muestra con bastante honestidad como la corrupción y el ansia por obtener poder de los gobernantes puede traer consigo el dolor y el sufrimiento de civiles inocentes que usan a su antojo para conseguir sus particulares intereses. Tanto las autoridades de Corea del Sur como las de Corea del Norte de aquellos momentos son retratadas como dictaduras despiadadas que no dudan en sacrificar a sus ciudadanos para alcanzar sus metas. Al igual que ocurrió en el aclamado kdrama ‘’Crash Landing on you’’ aquí volvemos a ver una historia de amor que se desarrolla entre un norcoreano y una surcoreana pero la historia es mucho más oscura y triste que la citada.


Los personajes tienen una caracterización y un desarrollo perfectos. Yeong-Ro empieza siendo una chica dulce y tierna al inicio. Y aunque nos parece demasiado frágil como para soportar todo lo que está por venir, capitulo a capitulo va demostrando la gran fortaleza y entereza que posee junto a esa capacidad casi innata de conservar intacta su inocencia. Es un personaje fuerte y poderoso, capaz de encontrar el perdón, el amor y la esperanza en unos momentos terriblemente oscuros. Soo Ho por otro lado es un chico que ha vivido toda su existencia sometido ante una doctrina que ha querido adormecer y anestesiar del todo sus sentimientos, convirtiéndolo en un mero objeto al servicio de otros. Sin embargo, cuando conoce a Yeong-Ro de manera accidental y acaba atrapado en su dormitorio en la residencia de chicas en la que ella vive, todo su mundo se tambalea y se hace añicos. Como si se tratara de una especie de historia similar a ‘’Romeo y Julieta’’, el amor de nuestros protagonistas es imposible y fatídico desde sus inicios. A pesar de ello, ambos encuentran en el otro la calidez, el afecto y la compañía que necesitan para poder salir adelante.


Al principio decía que ‘’Snowdrop’’ no es una historia de política y así es. Porque ante todo es una grandísima historia de amor. Un amor desgarrador e increíblemente hermoso. El amor que llega a sentir Soo Ho por Yeong-Ro lo condena, pero al mismo tiempo lo salva de sí mismo y de todo lo que le rodea. En ella encuentra la bondad y la calidez que siempre había tenido dentro, oculta de los demás para que no la consideraran una flaqueza. Es un amor tan profundo y tan maduro que ni siquiera la propia Yeong-Ro llega a sentirlo hasta el final. Jo Hyun Taek y Hyun Tak Jo parecen querer decirnos que el amor es muchísimo más importante y muchísimo más fuerte que cualquier tipo de ideología o principios. El amor es incluso más fuerte que la propia muerte ya que algunas personas siguen permaneciendo dentro de tu corazón cuando ya se han marchado. Echan raíces dentro y se quedan escondidos en un pequeño rincón, formando parte de ti mismo para siempre. Hay amores que son tan fuertes que superan a la propia existencia humana. Y es que lo único importante de esta vida es justamente eso. No el poder, la fama, el éxito o el reconocimiento sino el amor. Aquello que dejamos en otros y aquello que ellos dejan en nosotros.


Quiero agradecer desde aquí a los directores Jo Hyun Taek y Hyun Tak Jo por dirigir esta grandísima serie. También a los guionistas Yoo Hyun-mi y Yu Hyeon-Mi por regalarnos una historia de una belleza, una sensibilidad y una elegancia abrumadoras. No puedo más que agradecerles su perseverancia y su lucha por hacernos llegar esta historia y no rendirse cancelando la serie antes de su estreno por las criticas injustificadas. Y como no, gracias a ese sensacional reparto que se ha metido de lleno en los personajes y ha sabido hacernos sentir cada una de las emociones y los sentimientos que estos experimentaban.


Todo el reparto de actores hace un trabajo excelente del que hablare más detalladamente en la zona spoiler por falta de espacio. En especial Jung Hae In y Ji Soo que consiguen emocionarnos con su gran capacidad para expresar los sentimientos y las emociones que experimentan sus personajes con una sola mirada o un simple gesto, sin necesidad de decir ni una sola palabra. Están soberbios y el resto del reparto también.



En definitiva, me alegro mucho que la serie llegue por fin a España este 9 de febrero en la plataforma de Disney+. No desperdicies la oportunidad de verla. No es un simple kdrama, es una verdadera joya que nos da lecciones de un valor incalculable. La historia de amor de Yeong Ro y Soo Ho llega para quedarse grabada en lo más profundo de nuestros corazones durante muchísimo tiempo.

La vida de Hunter se presenta ante nuestros ojos como un festival de fuegos artificiales. Primero apreciamos la belleza aparente de lo que la rodea, un verdadero castillo de cuento de hadas cubierto por tonos cálidos y suaves que la envuelven por completo, hasta conseguir que su cuerpo y su ser se fusionen con la decoración. Después nos empezamos a dar cuenta de que tras el lujo y la comodidad se esconde un discurso de menosprecio, indiferencia y tremenda soledad. Como un simple objeto de usar y tirar, Hunter ha aceptado ser sometida por los que dicen quererla, olvidando sus propias aspiraciones o necesidades internas. Su vida está orientada únicamente a satisfacer los deseos ajenos.


Es entonces cuando escuchamos el estallido inevitable y el morbo y la fascinación nos cautivan por completo, impidiéndonos apartar la mirada de lo que se encuentra frente a nosotros. Hunter pasa rápidamente de presa fácil a cazadora y comienza a realizar pequeños actos impensables que simulan una rebelión interna que pone de manifiesto su desagrado ante la situación actual. Empieza masticando un cubito de hielo de forma inofensiva mientras sus suegros y su esposo dejan de escuchar lo que tiene que decir y la ignoran durante una conversación, una de tantas, en las que la tónica general es la indiferencia absoluta hacia su persona.


Acostumbrada a ser siempre complaciente, más tarde y una vez sola en casa, sigue sonriendo cuando se descubre así misma engullendo una pequeña canica. Después le siguen una chincheta, una pila o incluso un alfiler… Frente a su familia política, su esposo y sus suegros, continua siendo la nuera perfecta pero cuando está sola su frágil y perfecto universo se desmorona, rompiéndose en mil pedazos. Cuanto más alto es el riesgo y más afilados son los objetos que engulle, más placer le provoca y más liberada se siente. El peligro la excita y la hace sentirse viva. La hace existir en una realidad edulcorada donde cada emoción parece ser falsa. Pronto creara su propia colección de objetos a la que contemplara con deleite a escondidas, un secreto que solo le pertenece a ella. Su pequeña parcela de libertad dentro de una glamurosa jaula de oro. Bonita pero terriblemente asfixiante.


Sin embargo, no nos equivoquemos. La cinta de Carlo Mirabella-Davis no es un thriller, tampoco una comedia negra sobre las parafilias alimentarias. Tras el velo surrealista y demencial que cubre la historia, captando la atención de los espectadores, se esconde un brutal drama psicológico. Hunter se traga pequeños objetos peligrosos del mismo modo que podría infringirse cortes en sus muñecas. Su trastorno alimentario parte de un profundo trauma psicológico que no ha podido superar y que la condiciono en su infancia, persiguiéndola sin tregua durante toda su vida. Dicen que la infancia es una etapa clave para que el individuo acabe de formarse y adquiera unos valores que determinaran el tipo de persona que será en el futuro. La infancia de Hunter la hizo ser totalmente dependiente de los demás y luchar constantemente por ganarse el afecto ajeno. Esto ha hecho que olvide sus propios sentimientos y que ponga siempre en primer lugar al otro, incluso aceptando un tipo de vida que no desea o asumiendo llevar en su interior la que otros ansían. La maternidad se manifiesta como un deseo ajeno y no propio. Como una pesadilla y no como un sueño.


A pesar de ello, la historia tiene una moraleja esperanzadora. Todos podemos seguir adelante liberándonos del pasado traumático que nos atrapa. Todos podemos comenzar de nuevo. Pero para eso tenemos que enfrentarnos a nuestro mayor miedo y aceptarnos y querernos tal y como somos. Aunque nos hayan negado el amor durante toda nuestra existencia.


‘’Swallow’’nos habla de la maternidad no deseada, de la incapacidad de amar y de los traumas hereditarios que los padres y madres entregan a sus hijos, provocándoles heridas psicológicas severas. Porque a veces dar la vida puede ser más una condena que una salvación, cuando la existencia engendrada surge únicamente como un deber y no como un deseo interior, futo del amor.


No solo la historia es atrapante, la fotografía y las actuaciones son bastante acertadas. El uso del color está bien manejado, haciéndonos partícipes de las emociones que vive Hunter mediante diversas tonalidades, desde los tonos cálidos y agradables hasta los más fríos. Haley Bennett realiza una interpretación brillante y consigue plasmar cada una de los sentimientos que experimenta su personaje. Austin Stowell, Elisabeth Marvel y David Rasche lo bordan como una familia de pijos indeseables que acabarás odiando. Y aunque la aparición de Denis O´Hare es fugaz, conseguirás recordarla durante mucho tiempo, porque consigue crear la escena más crucial de toda la cinta.

Carlos Vermut consiguió posicionarse como uno de los nuevos directores más interesantes dentro del panorama español a los que seguir la pista en el 2014. ‘’Magical Girl’’ era una prueba de ello. Una cinta explosiva, cautivadora y llena de sorpresas. Una pequeña joya que te deslumbraba con su brillo. Teniendo esto como referencia, resulta casi imposible llegar a ‘’Quien te cantara’’ sin tener muchas expectativas.


Tal vez esa sea la razón por la que la nueva cinta de Vermut decepciona en innumerables aspectos. Para empezar, su argumento se asemeja bastante a otra cinta que los fanáticos de Ingmar Bergman conocerán muy bien. Se trata de ‘’Persona’’, una cinta de 1966 rodada en un exquisito blanco y negro y en la que ya se analizaban los conflictos de identidad y las relaciones personales conflictivas entre individuos que estaban completamente anulados por su entorno. Lo que Vermut busca conseguir con su nueva cinta, ya lo logro Bergman con creces. Y es que se puede llegar a emular las virtudes del sueco con cierto acierto. Algunos directores han conseguido acercarse a su grandeza. Sin embargo, Vermut se queda a medio camino. La cinta no llega a emular de forma correcta el cine de Bergman y tampoco consigue adoptar alguno de los rasgos que caracterizan al cine de Vermut.


En ``Quien te cantara’’ se analizan varios temas. Todos ellos tratados de forma muy superficial. Las relaciones personales conflictivas, la autenticidad y lo falso, la fama, la soledad y los dramas familiares son expuestos sin indagar demasiado en ninguno de ellos. De este modo, se nos ofrece un melodrama que busca provocar una emoción constante en el espectador, sin llegar a conseguirlo en ningún momento. La historia de la cantante amnésica que debe recuperar su antigua personalidad y que es entrenada por una fanática que solo encuentra placer en la vida imitándola podría llegar a ser impactante. Más aun teniendo en cuenta las similitudes que tienen ambas mujeres y la relación toxica que mantiene la última con una hija maltratadora y despreciable. No obstante, no llegamos a comprender muchos puntos de lo que se nos narra.


El personaje de Najwa nimri está completamente desdibujado. No podría ser una protagonista más distante y ajena. Siendo la genial actriz que es, pasa la película como si fuera un maniquí que carece de voluntad propia. No llegamos a entender el drama de su vida hasta los últimos minutos de la cinta y le falta carisma para convertirse en un personaje emblemático al que tener en cuenta. A Eva Llorach le pasa justamente lo contrario, mientras el personaje de Lila mengua, el de Violeta crece a pasos agigantados. Sin embargo, el conflicto que mantiene con una Natalia Molina kinki e insufrible, le resta valor a su personaje. Justamente, es Natalia Molina (una actriz magnifica a la que ya pudimos conocer en otros films como ‘’Techo y comida’’), la que encarna al personaje más interesante y el que más se debía haber explorado. A pesar de ello, nunca llegamos a entender las motivaciones que impulsan a su personaje a desarrollar una personalidad tan auto destructiva, consigo misma y con los que la rodean. Aunque lo intentemos, desconocemos por completo los motivos por los que la relación entre madre e hija está hecha añicos. Y ese, para mi es el punto más decepcionante de la película y el que anula por completo el dramatismo de los últimos minutos.


Tal vez, si esta cinta fuera de Almodóvar no habría resultado tan decepcionante. Pero el director que está detrás de esto es Carlos Vermut. Y esto, en 2014 eran palabras mayores. No todo es malo. ``Quien te cantara’’ tiene una fotografía preciosista, unas escenas de belleza arrolladora y actrices de gran capacidad. Pero su guion y la manera en la que se desarrollan los personajes y sus diferentes relaciones acaban por convertirla en una cinta que pasara a la posteridad sin pena ni gloria, pudiendo haber sido mucho más rotunda y contundente en su forma y contenido.

Tenía pendiente esta cinta desde hace muchísimo tiempo. Confieso que lo que más llamó mi atención sobre ella es la cantidad de nominaciones y premios que ha obtenido en diferentes certámenes de cine. Incluso gano dos premios Oscar (como mejor película internacional y mejor sonido). Todo ello hizo despertar mi curiosidad sobre su calidad desde que supe de su existencia.


He visto muchas películas sobre el tema del holocausto a lo largo de mi vida y muchas de ellas me han marcado especialmente. Hablo de cintas tan bellas y tan terribles como ‘’La vida es bella’’, ‘’La lista de Schindler’’, ‘’La tienda en la calle mayor’’, ‘’El pianista’’, ‘’El niño con el pijama de rayas’’ y la más reciente ‘’Jojo Rabbit’’.


Teniendo estas cintas como precedentes, el relato que Jonathan Glazer nos ofrece en su guion me ha parecido bastante frio e impersonal. A la historia le falta alma, pasión y sobre todo sentimiento. Es cierto que ‘’La zona de interés’’, nos relata la historia desde el otro lado, lo cual puede llegar a resultar muy original. Es decir, los protagonistas en este caso no son los judíos retenidos en los campos, sino una poderosa familia formada por el comandante de Auschwitz Rudolf Höss, su esposa Hedwig y sus cinco hijos que viven justo al lado del campo de concentración de Auschwitz. Esta familia es una clara muestra del egoísmo y la indiferencia humanas. Mientras cientos de personas son torturadas y asesinadas a escasos metros de su vivienda, ellos permanecen ajenos a todo lo que les ocurre y han centrado sus energías en ocuparse de construir un muro muy alto que los separe del horror del exterior y convertir su residencia en una ilusión de paraíso en medio del infierno. Sobre todo, ella, a la cual su marido llama cariñosamente la reina de Auschwitz, solo parece estar preocupada por dar fiestas glamurosas en su jardín y por convertir su vivienda en el hogar de sus sueños.


No es que no vean lo que tienen alrededor. Son muy conscientes de ello. Sobre todo, el, pero eligen mirar hacia otro lado y preocuparse única y exclusivamente de ascender en la escala social (una escala en la que el holocausto les ha servido de trampolín).


Aunque no vemos (que si oímos) lo que ocurre en los campos de concentración, podemos percibir la inminencia del horror mediante pequeños detalles como la sangre en las botas del comandante, las cenizas cubriendo las flores del jardín y las dentaduras de los muertos convertidas en juguetes infantiles. No obstante, como dije al principio creo que Jonathan Glazer ha tenido una idea brillante al concebir esta cinta (situar la historia desde ese lado resulta original), pero no ha conseguido materializarla correctamente. Después de su visionado seguirás igual que estabas. Apenas conmociona, te revuelve de tu butaca o te indigna. Y eso en una cinta del holocausto es imperdonable. No se puede negar que Glazer hace un retrato bastante acertado sobre la banalidad del mal y que sabe jugar bien con ciertos detalles (que cuentan más que muchas secuencias) pero a la cinta le falta alma y sobre todo carece de un propósito claro.


En cuanto al elenco, Sandra Hüller está algo peor en que ‘’Anatomía de una caída’’ y su reina de Auschwitz no resulta tan repulsiva como debería. Con Christian Friedel pasa prácticamente lo mismo. Este retrato aséptico y frio del holocausto y los nazis no consigue interesarme lo suficiente como para caer rendida ante su historia. Además, el montaje de sonido y las imágenes rarunas que aparecen a veces, no tienen ninguna explicación lógica y te sacan completamente de la historia, no ayudan. Glazer habrá querido innovar con ellas o parecer moderno. Sin embargo, son otro de los puntos flojos del film que más odiara el público.


-Posdata: Aunque no he leído el libro de Martin Amis que adapta, estoy segura de que será mejor que la película.

El último y esperado film del director Michael Mann es un biopic muy poco convencional sobre la vida del empresario Enzo Ferrari, quien fue piloto de carreras y fundador de la prestigiosa marca de coches. Me he referido a la cinta como poco convencional porque en vez de realizar una buena presentación de personajes y narrarnos el inicio de la empresa o la niñez y juventud de Enzo (los cuales solo llegamos a vislumbrar durante una secuencia en un par de flasback de tan solo unos segundos), se opta por centrarse únicamente en un periodo de la vida del empresario.


El guion de Troy Kennedy-Martín que adapta un libro de Brock Yates centra la historia en un periodo oscuro de la vida de Enzo, justo cuando la empresa se encuentra en medio de una grave crisis económica que amenaza con la bancarrota. A los problemas económicos, se le suma una crisis matrimonial. Su relación con Laura (su esposa) está hecha añicos tras la muerte de su hijo y ambos mantienen una relación de amor odio intensa y tortuosa que se intensifica más cuando esta descubre la doble vida de Enzo y averigua el paradero de su amante y de un hijo concebido fuera del matrimonio que podría heredar todo el patrimonio.


Recuerdo perfectamente cuando vi el tráiler de esta cinta en el cine. Parecía una historia muy emocionante. Sin embargo, tras su visionado la decepción ha sido inmensa. No tengo ninguna duda de que la vida del fundador de ‘’Ferrari’’ sería mucho más interesante y apasionante que esto. Mann crea una cinta de una duración muy alargada (130 minutos) dominada por el tedio y el aburrimiento. Cuesta encontrar un poco de ritmo en algo que no sean las escenas de carreras, pero ni tan siquiera eso consigue hacer brillar a la cinta. Cuando la trama por fin coge algo de velocidad, la historia derrapa sin remedio. La acción y el drama fracasan en ambos caminos sin conseguir que la cinta triunfe en ninguno de sus recorridos. La caracterización de los personajes es pésima. Tan solo somos testigos de retazos de sus vidas. Nunca llegamos a conocer ni a Enzo ni a Laura. Solo presenciamos el fin de su matrimonio, pero ni siquiera llegamos a intuir los motivos que los hicieron unirse o separarse. Son personajes cuyas motivaciones tenemos que imaginar. No llegamos a comprender sus aspiraciones o sus sueños. Tampoco su caída en los infiernos. Son personalidades opacas, vacías. Es como mirar a través de un vidrio pintado de oscuro que no refleja absolutamente nada.


No se puede hacer un biopic de un personaje sin profundizar en su historia y lograr que el público lo conozca. De este modo, ‘’Ferrari’’ se convierte en un film lleno de buenas intenciones que no consiguen materializarse y ofrecer al espectador algo medianamente interesante en ningún momento. Una pena porque tenía todos los ingredientes para convertirse en una gran historia. Lo único bueno son Penélope Cruz y Adam Driver (que me ha estado recordando en todo momento con su interpretación a ‘’La casa Gucci’’ en un papel que se le asemeja demasiado) cuyos enfrentamientos consiguen alejar un poco el sopor que te domina durante todo el visionado y hacer que te muevas del sofá. A pesar de ello, los he visto en mejores interpretaciones. Aunque hacen lo que pueden, la cinta tiene tantas carencias que parece imposible salvarla del tedio más absoluto. Michael Mann ha tardado muchos años en estrenar una película, visto lo visto quizás debería haber tardado muchos más. ‘’Ferrari’’ prometía una narración ágil, trepidante y endiablada, pero a medio camino se queda sin gasolina y después de intentarlo una y otra vez en repetidas ocasiones se estrella para colmo del espectador que debe reconocer que es otra de esas cintas donde lo más interesante es el tráiler.