Una película sin diálogos, solo escenas entre eróticas y bucólicas, que trata de las vacaciones de un grupo de chicas, todas muy guapas claro, en la playa de Saint-Tropez.

Viendo esta película uno tiene la idea de que está asistiendo a una sucesión de anuncios de champú y de colonias. Aparte de eso nada más. Un ejercicio vacuo de estilo por David Hamilton.

así bautizaron los malteses a sus dos primeros aviones que los ingleses dejaron olvidados en la isla al inicio de la Guerra, ya que daban por hecho que la isla caería en cuestión de días. Sin embargo, La Historia de Malta narra de forma coral la resistencia de la población de Malta durante la Segunda Guerra Mundial, trufada con pequeñas historias, algunas buenas otras un poco fuera de lugar.

Alec Guiness está espléndido como el piloto de aviación,

Como la inmensa mayoría de los espectadores de esta película no habrán estado en Samoa, lo que no es mi caso, habrá que empezar explicando que el ritmo de la vida en las islas del Pacífico es muy lento. "Island time" es la expresión que usa todo el mundo cuando las cosas se retrasan. Pues eso creo que le pasa a la película "The orator", que tarda mucho en empezar a interesar, con esos planos lentos que parece que se ve crecer la hierba.

Otro obstáculo para el espectador occidental es entender algunas de las costumbres de Samoa, como es lo de los duelos entre los oradores, la importancia de que las tumbas de los antepasados estén delante de las casas ( es el título de propiedad más efectivo) y el machismo imperante. Quizás por eso ha tenido notas más altas que la que yo pongo, pero "The orator" no es un documental sino un drama.

Entre los aspectos positivos cito el fenomenal papel que hace el protagonista, que la película rehuye los escenarios de postales (para estar rodada en una isla tropical apenas se ve el mar) y los últimos cinco minutos muy bien rodados y que no deja ningún cabo suelto en la historia.

Y el gusto que da decir al verla: "me he visto toda la producción cinematográfica de Samoa".

De como de una buena idea se puede hacer luego una película lenta ( como la mayoría del cine francés).

El problema de esta película es que la historia se alarga innecesariamente en muchos aspectos, y que el suspense que intenta transmitir es mínimo cuando se sabe desde los primeros minutos de la película quién es el padre del hijo de Catherine Deneuve ( que , eso sí, está muy guapa e interesante como la amante del presidente de Francia).
Curiosamente la película se adelantó a la realidad en Francia, cuando al Presidente Miterrand se le descubrió una hija nacida de una relación adúltera.

Comedia simpática, en la que ninguno de los espectadores se tronchará de risa al verla, pero sí estará la mayor parte del tiempo con una sonrisa en los labios.