Vitalista, a veces divertido, a veces ingenuo, casi siempre cotidiano (con todo lo bueno y lo malo que eso implica) documental que creo resume una vida, la del director, haciendo un balance muy inteligente de la misma, uno de esos balances que busca quedarse con el lado bueno de la vida que dirían los Monty Python .
Es posible que dentro de unas décadas aparezca en los anales del cine al lado de otros exitosos experimentos vanguardistas, en su momento, como los de Vertov o Maya Deren por ejemplo, y no desentone.
Con todo lo anterior no puedo menos que admitir que el documental me gustó o, para ser más exactos, que no me dejó mal sabor de boca. Vamos, que me agrada el espíritu de todo el metraje, me cae bien la voz en off con ese optimismo vital, pero estoy un poco cansado de que mis "almas gemelas" me recomienden perlas de estas de más de 240min (llevo unas cuantas, créedme) en las que no necesariamente pasa algo... así que un digno 5 para no suspender a esta que considero gran obra y que no me ha disgustado del todo, para intentar hacer un poco más comercial el perfil de mis queridas almas gemelas.

Aprovecho para mandarles mis respetos a todas ellas en general y a McCunninghum y Drôle de Miurgos (Drôle de Soisa, Soisa a secas,....) en particular.

Horror, los saltitos-pose de Fairbanks son casi tan insoportables como los 140 minutos de organillo desafinado a los que nos somete la película. La segunda hora la he visto sin sonido, pero mis oídos aullan todavía como si acabasen de sufrir la tamborrada de Donostia dentro del tambor.

Por cierto, para los que relacionan a Fairbanks con Stallone, yo creo que lo que acabamos de ver es la pre-encarnación de Jean Claude "memolamiculo" Van Damme.