Típica serie de Netfix: La mediocridad hecha audiovisual.
Si bien Alaska presenta un ambiente ideal para intentar general un espaco novedoso por su lamentable fotografía y dirección se desperdicia.
El centro de la historia se basa en un centro argumental muy remanido.
Sólo sirve para aburrirse y desperciar el tiempo

Es un documental, un mal documental basado en una entrevista y poca cosa más.
Eso lo hace por lo menos pobre, porque base su mirada en un sólo punto de vista.
Como crítica NO sirve, como documental tampoco.
La técnica es pasable pues repite los cánones yankies al pie de la letra.
SU discurso simplemente refleja opiniones de las cuales no se mencionan fundamentos.

En fin otro producto pésimo más de la peor productora de contenidos: NETFLIX que parece no cansarse en llenar sus espacios con cada vez productos de más baja calidad.

La película, un policial cargado de intriga, suspenso y una dote de siniestro encanto, trabaja una historia que enlaza delitos, traiciones y fraudes a partir de un guión complejo, lleno de matices y misterios que sólo se descubrirán en los últimos minutos.
Con un reparto que incluye a Josh Duhamel en un protagónico correctamente llevado y grandes figuras en papeles secundarios la película luce desde su representación como una muestra más que aceptable del talento actoral.
La música a cargo del prestigioso Federico Jusid, un compositor argentino de larga trayectoria, ayuda con eficacia a crear climas y mantener un ritmo pausado acorde al relato cinematográfico.
Así planteado, el resultado de la producción la opera prima de Shintaro Shimosawa representa un muy buen comienzo.

Miniserie francesa de 6 episodios ambientada en Kajakistán y una estación orbital.

La serie comienza con un accidente en la estación orbital, que es un tradicional recurso usado en cientos de películas de Sci-Fi, un género que abandona bien pronto para convertirse en una policial de intrigas para finalizar de manera sorprendente e inesperada resolviendo el tema de una manera sobrenatural.

Planteado el guíón de esa forma la miniserie no encuadra bien en ningún género y por lo tanto al no poder sostener las reglas propias de cada género se convierte en una serie poco coherente y poco verosímil.

El ritmo es lento, muy lento como casi todo el cine francés clásico.

Buenas interpretaciones.

A mi personalmente en los primeros episodios me interesó pero luego me aburrió tanto que sólo vi unos quince minutos del último episodio lo cual demuestra que mi interés por la miniserie terminó siendo nulo.

Aún así... en Netflix suele haber cosas muchísimo peores.

Sin dudas el peor episodio de una serie de Netflix que, de por sí, es mediocre.

Si es que algo se salva de este episodio es la ambientación y en cierto grado la fotografía. Lo demás es pésimo.

Las interpretaciones, sobreactuadas, en la dirección falla todo desde la falta de tensión y ritmo narrativo hasta el manejo de montaje. El guión, forzado, con errores.

Para colmo de males, el episodio es demasiado largo por lo que lleva al hartazgo o al sopor.

Típica producción de Netflix en donde la mediocridad es su sello de estilo.