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Críticas de jgripweed
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Críticas 51
Críticas ordenadas por utilidad
3
30 de junio de 2012
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sácame del paraíso es otra comedia romántica. Otra de esas muchas que no satisfacen plenamente el paladar, pero que tampoco son vomitables. Normal, porque su ingrediente principal es Jennifer Aniston, y aunque la guarnición llamada Paul Rudd no está a la altura, y el resto de platos acompañantes sólo aportan lo que sutiles especias alucinógenas, el conjunto no llena el estómago, pero sacia un poco el hambre.

George y Linda son una joven y entrañable pareja neoyorquina que sucumben ante la crisis inmobiliaria y se ven obligados a recurrir a la ayuda del hermano de éste, un excéntrico empresario de Atlanta con el que no hay demasiada compenetración. En el camino a su nuevo hogar, se alojan en una bonita y escondida casa, donde los habitantes permanentes viven en una especie de felicidad plena, cual comuna hippie de los sesenta, alejados de las preocupaciones materiales y el mundo moderno. Como la convivencia en el hogar del hermano-cuñado no se sostiene, deciden volver a esa comuna, huyendo de un mundo repleto de infelicidad causada por la competencia y la insatisfacción. Al principio, es Linda la que no se adapta y George el que sí lo hace. Y luego, viceversa. Sí, tan previsible que casi asusta. Al igual que alguno de los personajes circundantes, cuya única gracia es ésa, que asustan.

Pero, como hemos dicho, el ingrediente principal está muy bueno, y entra por los ojos al verlo en la pantalla. A eso, le podemos añadir unas palomitas crujientes y recientitas, y que las salas veraniegas están bien refrigeradas, lo que se agradece mucho en estos meses estivales. Poco más que añadir.

http://diarioenred.com/2012/06/sacame-del-paraiso-wanderlust/
jgripweed
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8
11 de junio de 2012
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno de los grandes tópicos de la industria cinematográfica es que en Europa no sabemos hacer cine de entretenimiento. Parece que en el viejo continente solo nos dedicamos a las obras de autor, o de denuncia política y social, las cuales solo consiguen espantar a la audiencia. Y no les falta razón a los defensores de esta tesis; hablando de España, por ejemplo, no es frecuente en nuestro país que una película española rompa las recaudaciones, dispute las cifras de público a las grandes producciones americanas o, simplemente, amortice la inversión realizada. Y a las excepciones que se dan, no siempre las tratamos con cariño, aunque sean cuatro ya, cuatro, las veces que lo hayan hecho.

En el caso que nos ocupa es el cine francés, de nuevo, el que tira abajo el tópico de que el cine europeo es igual a cine coñazo. Y digo de nuevo porque en los últimos años han sido varios los títulos galos que han advertido que también se pueden hacer películas divertidas y rentables más allá de las colinas de Hollywood. “Intocable” se une a éxitos recientes como “Bienvenidos al norte” o “Nada que declarar”, para superar sus cifras y colocarse como uno de los mayores éxitos en la historia de la industria. Y no solo eso, sino que lo hace adaptando una historia real, y en origen triste, para embutirnos a todo ritmo en una comedia que rebosa espontaneidad, optimismo y ganas de vivir. Lo mismo que “Mar adentro”, vamos. Y eso que los personajes protagonistas de “Intocable” son un millonario tetrapléjico y un ex presidiario sin oficio ni beneficio, ni mayores motivaciones para vivir. El resultado es que las casi dos horas de película se pasan volando y el espectador no tiene ningún sentimiento de culpabilidad ni mayor cargo de conciencia que el que conlleva reconocer que en el país vecino todavía siguen haciendo películas para los demás, y no para uno mismo.

Para los que quieran algún motivo más aparte de las carcajadas y la diversión asegurada, quédense con las interpretaciones de los dos protagonistas, François Cluzet y Omar Sy, y, sobre todo, con los directores (y también guionistas) Olivier Nakache y Eric Toledano (noble apellido, by the way). Estos nombres prometen. Apúntenlos, a ver si siguen cumpliendo.

http://diarioenred.com/2012/04/intocable/
jgripweed
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5
6 de febrero de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nombre de Alfred Hitchcock vende mucho, todavía, treinta años después de su muerte. Tanto como para que alguien haya tenido ganas de hacer y de financiar una película sobre una breve parte de su vida, aquélla que se sitúa alrededor del rodaje de una de sus obras más reconocidas y transgresoras: Psicosis.

Sacha Gervasi se atreve a mostrar, en la piel de Anthony Hopkins, una de las personalidades más complejas del mundo cinematográfico. Y es que, de todas las cosas que se han dicho sobre el orondo director británico, la mayoría ya convertidas en tópicos, desconocemos la completa veracidad, o la parte en la que él supo crearse un personaje que pudiera dar que hablar más allá de su talento detrás de las cámaras. No pasa nada. Esto no es ni mucho menos criticable ya que, ciertamente, la gran mayoría de las películas se basan en mentiras o ficciones para contar su verdad. Pero es una lástima que esos tópicos sean los que centren o vayan dando sentido a una historia no demasiado atractiva, cuyo mayor gancho pueda ser conocer más sobre Hitchcock y ver a Hopkins en sus papadas.

Sir Alfred tenía un talento indiscutible para oler las buenas historias y para plasmarlas en la gran pantalla. No en vano, son bastantes las películas firmadas por él que se pueden considerar obras maestras, y eso no está al alcance de casi nadie en doce décadas que llevamos, de momento. Y como genio talentoso, no iba a estar exento de manías y pequeñas locuras. Eso hace al personaje más entrañable, incluso carismático. Pero al trasladarlas a su vida casera, el trasfondo se convierte en una suerte de Escenas de matrimonio refinadas, en la que el orondo es él y la fina es la no tan santa Alma Reville (Helen Mirren), muy preocupada por las calorías que consume el marido y por controlar su imagen externa. Tal vez sin ella no habría sido quien fue, pero esos tópicos de las rubias y demás no dejan tampoco en muy buen lugar a la esposa del maestro.

Hitchcock se queda en una película apta para los curiosos sobre la vida del director, y sobre los entresijos que rodearon a la filmación de Psicosis: desde el momento en que se encapricha del libro en el que se basa la historia, hasta el estreno de la obra. Fue su último gran éxito y, tal vez, el más reconocido hoy en día. Tanto, que hace unos años se hizo un remake plano a plano, y ahora se estrena una ficción que podría ser un “cómo se hizo”. Pero Psicosis ha sido tan grande que ni ese remake ni este making of llegan a influir, ni para bien ni para mal, en la huella que dejó en la historia del cine.

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http://diarioenred.com/2013/02/hitchcock/
jgripweed
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7
13 de febrero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las ventajas de ser un marginado tiene un título llamativo. Eso ya es algo. Puede parecer el título de una comedia facilona, o también puede llevar a pensar que estamos ante un dramón lacrimógeno. No sé cuál de las dos posibilidades es menos atractiva. Pero ni una ni otra. Es, simplemente, una película bonita sobre Charlie (Logan Lerman), un adolescente con graves problemas, que narra las vivencias que ha tenido junto con sus dos mejores amigos de la época, Patrick (Ezra Miller) y Sam (Emma Watson).

No es una historia típica, ni es un protagonista al uso y, hoy en día, eso tiene su mérito. Estamos hartos de historias para sufrir y de héroes a los que admirar, que sólo provocan alejamiento emocional tras unos cuantos empujones agobiantes. Aquí lo vemos todo desde una perspectiva clara, que es la de un espectador al que le cuentan una historia variada, de tristezas y alegrías, algo muy manido así dicho, pero que ayuda a que la implicación sea más distante y cómoda.

La clave está en cómo lo cuenta el director (y también escritor del libro original) Stephen Chbosky. En el fondo, lo que hace que te fijes en un caramelo es el envoltorio, y si luego está rico, te quedas satisfecho. No sé si este envoltorio es atractivo, pero sí que despierta la curiosidad. Y, una vez abierto, va enlazando una bonita historia de chavales adolescentes, sobre todo uno un poco rarito, pero que se van entendiendo y ayudando. Vamos, que trata sobre la amistad y sobre la gratitud, sobre los momentos difíciles y las situaciones odiosas. Las ventajas de ser un marginado va de esas cosas malas, de que se pueden superar, y de que todo puede ser mejor.

Dentro del próximamente cansino look independiente, destaca por su soltura, porque no es para nada ñoña, y porque los tres chavales lo hacen todo muy creíble. Watson, Lerman y Miller son un trío que se compenetra y compagina de maravilla, ya lo verán ustedes.

Seguro que reflejo para muchos e incluso inspiración para otros. Habría sido muy fácil hacer un truño con una historia así, pero Chbosky lo debía de tener todo muy claro desde hace mucho tiempo.

sígueme en twitter: @jgripweed
http://diarioenred.com/2013/02/las-ventajas-de-ser-un-marginado/
jgripweed
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4
11 de junio de 2012
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Pelayo son una familia española hecha a sí misma. Dedicar su vida a estudiar y desarrollar un sistema propio con el que poder ganar a los casinos requiere imaginación, iniciativa y un toque de aventura y atrevimiento, cuando no riesgo. Y eso es lo mínimo que hay que pedirle a esta película. Si otros saben sacar partido de sus buenas historias reales, ¿por qué no hacer lo mismo?

La ambición se demuestra con el cartel de actores, reconocidos y familiares para el público, lo que garantiza un mínimo. También el planteamiento a lo Ocean’s, y el ritmo de la película, que retan a la audiencia como diciendo “ven y te sorprenderé” intentan empujar fuerte. Pero no.

La trama engancha, y los puntos cómicos mantienen la vista puesta en lo siguiente que va a suceder. Pero tampoco.

Tal vez una apuesta más centrada en la trama principal hubiera conseguido que los momentos álgidos de la película, en los que la atmósfera está perfectamente lograda, fueran igualmente de intesos pero no tan breves, o escasos.

El suicidio de la película es llevar al público por un camino equivocado e inabarcable. Quítame el Ocean’s y dame un Nueverreina’s, y le sacarás más partido a una historia que se nutre de hechos ya conocidos. Y es que el factor sorpresa es algo clave para que la película funcione y, por eso, al contarla, hay que intentar que los personajes sepan más que el espectador, y que el director sepa aún más.

En conclusión, habría sido preferible que fueran Los Pelayo y no un intento de The Pelayos. Vamos, que a una historia sobre la picaresca, hay que echarle picardía al contarla, porque es lo que ofreces, es lo que buscan, y es lo que hay que dar. Aún así, salud con las palomitas.

http://diarioenred.com/2012/04/los-pelayo-o-the-pelayos/
jgripweed
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