He visto esta película por conocida y por recomendada, pero está sobrevalorada. No aburre, entretiene, pero de ahí a obra maestra, como dicen algunos, pues no, no llega a tanto. Imita en cierto modo a Casablanca, pero nada que ver. Creo que está mitificada por sus actores (Bogart y Bacall) y porque en esta película se enamoraron y se inició su historia de amor. A destacar el personaje de borracho de Walter B., muy bueno.
El final es descafeinado y como metido porque tenía que acabar la película, pero daba igual ese que cualquier otro.
Si en su época tuvo relevancia por lo extrafílmico, realmente cinematográficamente no es para tanto, es una más.

En mi opinión esta película está sobrevalorada. Se me hizo larga, porque lo es y transcurre lentamente. Eso sí, la fotografía es bonita. Incluye muchas escenas de representación de ópera china, que no es muy de mi gusto ni del gusto occidental; no creo que le guste a nadie, la verdad.
Le doy un 6 porque me parece a pesar de todo una buena película, y, tras haberla visto, no me queda esa terrible sensación de haber perdido el tiempo.
Recomiendo verla porque, aunque no sea lo más entretenido ni una obra maestra, es una experiencia curiosa y diferente, que acerca el mundo mandarín al occidental. Eso sí, imprescindible verla en chino, aunque uno acabe harto del idioma; en español las voces no pegan nada, es casi ridículo: escuchar a un chino de principios de XIX hablar como un español cañí, pues como que no.

A ver, se puede visionar como curiosidad del cine casposo y de destape que se dio en la época. Alguna gracieta tiene, pero la tónica general es un filme zafio y cutrón. Que conste que no tengo prejuicios en contra del 'cine de barrio'. Encuentro cierta gracia en ver películas españolas del franquismo y posfranquismo como ejercicio de estudio antropológico, se puede decir, para ver la España de una época que yo no viví y que me despierta gran curiosidad. Hay películas de aquellos tiempos de todo tipo: joyas como 'Muerte de un ciclista', las películas de las folclóricas, las de Alfredo Landa (por cierto, muy buenas éstas comparadas con las de Pajares y Esteso), etc. La serie de filmes protagonizados por Pajares y Esteso, casi un género en sí mismo, son curiosas también, muestra de lo más zafio y ramplón del cine de la época. Contienen mucho destape gratuito, fruto del deseo de una España recién salida de cuarenta años de una dictadura y una sociedad ultracatólicas, mojigatas, reprimidas. Así que a la mínima salen tetas y culos, que eso es a lo que hemos venido. Por ello, como curiosidad no está mal, pero no me parece realmente como para reírse, para disfrutar. Y vista una vistas todas, desde luego.

Acabo de ver esta película, y yo la calificaría como infantil, pero no de ésas que gustan a mayores y pequeños, sino sólo a estos últimos.

A mí muchas películas dirigidas a los niños me gustan, pero no es éste el caso.
Tampoco es que sea un bodrio, pero es cursi, simplona, con malos diálogos, malas actuaciones (sobre todo del niño protagonista) y mediocre doblaje. Pero a los peques los entretendrá, y además tiene de positivo que lanza mensajes ecologistas, del valor de la amistad... Y tiene situaciones divertidas que los hará reir.

Las críticas más laureadoras, aquellas que otorgan a este filme calificaciones de diez, nueve, ocho… son de fans acérrimos de la saga Scream. Pues yo soy una de esas fans y este filme me parece infumable. Me gustó Scream, Scream 2 y Scream 3. La cuarta entrega no la vi. En mala hora decidí darle una oportunidad a la quinta. Trata de ser un homenaje a la saga, incluyendo toques de humor, pero falla estrepitosamente. No funciona como filme homenaje, ni de terror, ni de drama, ni de humor, ni de slasher… Nada.

El eje central es la vuelta del célebre asesino de la careta de fantasma. Los protagonistas son el clásico grupito de adolescentes de high school. Los actores debieron de reclutarlos entre los que catearon de su promoción, porque mira que son malos. Mención especial a la prota, una tal Melissa Barrera, que vio pasar la expresividad y la saludó. Les auguro a todos una prometedora carrera en el cine de sobremesa de televisión.

Por otra parte, al tratar de ser homenaje, han ido a rescatar del geriátrico (perdón, no son tan mayores), a Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette. Los pobres tendrán facturas que pagar, como todo el mundo. Menos mal que Drew Barrymore se libró de esa papeleta porque fue cadáver en la escena inicial de esta famosa saga. Neve Campbell sigue muy guapa y poco cambiada respecto a hace veinte años, más que nada porque todo el bótox se lo gastó Courteney Cox, cuyo recauchutado rostro es lo que más inquieta de este filme.

P.D. ¿Alguien ha notado la ironía de que esta quinta entrega tenga una nota más alta que la primera de la saga?