Salí del cine indignado, no solo por las tediosas dos horas y media, también por la impostura de querer colarnos esta peli indecente como pronfundo ejercicio de denuncia social. Cuántos planos larguísimos, sin palabras, sin música, solo la cara caballesca y árida del protagonista, que se quieren demostrativos del malestar existencial del protagonista. Coñazo.
Para esos jóvenos espectadores que gritan a la genialidad de "Biutiful", les invitaría a visionar los filmes, mil veces mejores, de Ken Loach, de los primeros Coen, de Claude Chabrol y dejarse de vanos ejercicios de director corto de ideas.

Bella metáfora sobre la juventud. Nina es hija única y vive con la madre hiperabsorbente y protectora, ex bailarina. Nina está a punto de conseguir lo que la madre quiso y pudo, el puesto de estrella en la nueva versión de "El lago de los cisnes".
Nina es superdotada para el ballet, sin embargo le falta ese pequeño detalle para ser la mejor. Su director, que la ha tildado de frígida, la aconseja que se masturbe y haga sexo para soltarse y ser ella misma.
El vuelco llega cuando su contrincante, Lilly, la invita a salir de noche, ante las protestas de la madre, y a tomar éxtasis. La droga le abrirá las ventanas de su otro yo y será el detonante para conseguir el exitazo. Aunque todo tiene su precio y será la muerte.
Bella metáfora: Nina la adolescente que sufre el complejo de Electra ha muerto. Bienvenida a la nueva chica emancipada.
La película adolece de belleza, demasiado centrada en los agobiantes y repetitivos ensayos en las salas subterráneas de la ópera, que más parecen una cárcel. El tono del film es oscura. Escenas de noche o bien lluviosas, anunciadoras del desenlace final
La representación de Natalie Portman es sobresaliente. Como mujer, distila poca seducción. Delgada, enjuta, sin pechos. Suerte que la cámara se centra casi siempre en su bello rostro angelical.
Muy recomendada para los forofos del ballet. Y las adolescentes con problemas en casa.

El espectador que quiera ver violencia a destajo, sexo hetero y homosexual a discreción, drogas, intrigas y conspiraciuones, inexactitudes históricas flagrantes, Roma es su serie. Espectáculo de gran presupuesto como nos tiene acostumbrada la ficción angloamericana. Los que, como yo sudaban la gota gorda traduciendo en clase de latín La guerra de las Galias o Catilina disfrutarán, sin duda, de las más de 21 horas de la serie. La cultura romana de la Antigüedad sigue fascinando porque somos sus herederos, ella nos ha legado el derecho, la ciudad, la arquitectura, el idioma, las costumbres, la construcción de carreteras, la forma de gobierno, la sociedad jerarquizada, la religiosidad, la guerra civil, la manipulación de las masas.
El ser humano teme la incerteza, ruega a los dioses con tal de que sus acciones salgan bien. El romano era temeroso del poder sobrenatural, al no entender el funcionamiento de las cosas imploraba la ayuda de los Dioses. Le fe de creer que no estaba solo en el Universo le mantenía vivo. Como hoy. El amor, el odio, la amistad, la mentira siguen estando en el centro de nuestros actos.
El ingenio de Roma es fusionar dos mundos, el patricio representado por los personajes históricos (Julio César, Marco Antonio, Cleopatra, Octavio, Cicerón, ...) con los inventados e integrarlos en la realidad fictiva. Lucio Voreno y Tito Pullo, los dos protagonistas principales, son dos superlegionarios, una equivalencia de Astérix y Obélix si se quiere, que han de resolver asuntos de estado -el robo del águila, la huida de Pompeyo, el secuestro de Cleopatra, la protección de Cesarión- mientras apoyan a los poderosos romanos, a veces uno en cada bando rival. Ellos dos representan el antagonismo complementario. La amistad, en definitiva. Voreno es integro, leal, religioso, casado, donde Pullo es bullanguero, putero, soltero, duro de buen corazón y dado al juego. Con ellos la serie desciende a los bajos fondos, los tugurios de mala muerte, los burdeles, los campos de esclavos. Entrañables los dos, no consiguen el amor duradero, recogiendo su fruto en forma de hijos.
Roma relata el tiempo que significó el paso de la república senatorial, democrática e ingobernable debido a las luchas intestinales de poder que se desliza hacia el culto de la personalidad única, primero con Julio César y después de guerras fraticidad con Octavio que se proclama emperador y llevará las riendas romanas de forma autocrática.

Leo alucinado algunas reseñas vuestras criticando a diestro y siniestro esta película, al parecer el cine comercial es dañino para la salud.

El cine, como la literatura, la música, el fútbol, es entretenimiento hoy en día, nos hace olvidar por horas las preocupaciones del día a día.

Ver un buen partido del Barça, del Madrid; ver en concierto a Muse, a Los Stones; leer una buena novela de Faulkner o Cervantes, por decir algo; es algo por el que no deberíamos avergonzarnos. Claro, siempre los hay que preferirían ver el partido Huesca - Pontevedra; ir al garito del barrio bajo a ver aquel grupo culto, conocido por cuatro; o leer al escritor maldito en formato fotocopia. En cine, es igual.

El cine americano tiene medios, dinero, tecnología, para contarnos historias humanas, que son de todos, envueltas en acción, tramas románticas, mensaje antibelicista, en la lucha eterna entre el bien y el mal.

Confieso que he disfrutado visionando varias veces "Avatar", en vez de aguantar el tostón de "Biutiful", o la penúltima revisión de Woody Allen.

Es cine del grande, como en otras épocas Hollywood hizo soñar el mundo con enormes superproducciones, que solo ellos saben y pueden hacer. "Lo que el viento se llevó", "Ben Hur",
"La gran escapada" "El planeta de los simios", por citar las que ahora me vienen a la memoria.

Para aquellos que tengan curiosidad, y no hayan vivido los setenta, busquad en la Web un tal Richard Corben, dibujante que hizo multitud de portadas de LPs, el antepasado de los CD, de Yes, Pink Floyd, Uriah Heep, y también álbumes de dibujos donde creaba unos mundos oníricos e increibles, tan aptos para los subidones de los ácidos. Él es el inspirador de los paisajes de Pandora.

Y para todos aquellos jovenzuelos rebeldes que se dejan llevar más por la rumorología que por el corazón, el cine comercial no es malo por naturaleza -claro que lo hay-, los medios dinerarios con frecuencia ayudan a elaborar mejor la obra.

Por lo visto habrá secuelas de la peli. Mejor. Así veremos la evolución de los personajes.

Saludos a todos. Y viva la revolución del yo, el comienzo de las otras revoluciones.

Dvd con extras: "escenas borradas", "la mitologia de la saga", "la figura de Andy Serkis". La peli dura 140 minutos, metraje no largo ni corto, suficiente para mantener el espectador atento.

Continua la saga comenzada en 1968 con 4 desiguales secuelas e incluso tuvo su serie televisiva.La improbable hecatombe de nuestra civilización dejó los simios como raza dominante, con los seres humanos esclavos suyos ¿Por qué sucedió?
La explicación nos la da este filme de 2011, protagonizado por James Franco (Will Rodman" y Andy Serkis (el mono César), el actor que se escondía detrás de los movimientos faciales de "King Kong" y el Gollum en la trilogía "El señor de los anillos".

La empresa de investigación farmacéutica Gen Sys está a punto de lograr curar el alzheimer mediante el fármaco ALZ112, que en los simios ha desarrollado las habilidades cognitivas. Will Rodman criará a César, el mono dotado de inteligencia fuera de lo común.

El filme, de impecable realización técnica, con FX excepcionales, maneja los tiempos narrativos sin decaimiento en tres partes:
-El primer tercio explica los primeros 8 años de César (curiosamente mientras él crece, los personajes humanos no notan el paso del tiempo).
-El segundo tercio está centrado en el centro de recogida de primates, donde es encerrado César por orden judicial tras atacar y herir a un humano. César se convertirá en la equivalencia simiesca de Espartaco -aquel esclavo que se rebeló contra las injusticias de Roma- y liberará a los suyos.
-El último tercio, el más emotivo en cuanto a la acción, transcurre en las calles de San Francisco y el estropicio causado por la furia desatada de los monos que arrasan con todo lo que encuentran a su paso. La policía, que es el monigote del pim pam pum.

"El origen" es un canto a la libertad y al libre albedrío (César rechaza la comodidad de vivir entre los humanos para marchar con los suyos al bosque, su hábitat natural) y a la defensa de los animales, cuyas emociones con frecuencia no tenemos en cuanto, cosa que nos deshumaniza.

El movimiento de los indignados debería pedir ayuda a los primates, a buen seguro que conseguirían más de una de sus reivindicaciones.