Y gran pareja protagonista: guapos, elegantes y buenos actuando. Estupendo guión que te deja con la sonrisa, y alguna carcajada, hasta el final.

El comienzo es fuerte, interesante. Parece que vas a ver una película que promete. Pero, después de salir de la fábrica y recibir la llamada telefónica que lo conecta con su familia, todo se vuelve un despropósito sin pies ni cabeza, que no tiene nada que ver con la forma en que nos 'venden' la pélícula. Lo de 'comedia romántica' no entra dentro del género de esta cinta. Ni siquiera entusiasmará a las muy fans de Orlando Bloom. Gran fiasco.

Y es raro que una película sea mejor que la novela de la que se nutre. Pero en este caso así fue. A la estupenda dirección, fotografía, GUIÓN, se unieron grandes nombres del cine español: Alfredo Landa, Paco Rabal, Juan Diego...
A pesar de que la historia es de lo más triste, desagradable, humillante en ocasiones, la película te deja una huella imborrable.
Ya podían aprender los del cine de ahora, acomodados a la subvención. Cuando se tiene un buen producto entre manos, se trabaja y se actúa como se debe, se nota.

Milana Bonita.

Una cinta a la altura de grandes obras maestras. Pena que de eso tengamos poco por aquí últimamente.

Interesante cinta de la cinematografía alemana, de la que llegan pocos ejemplos a estas tierras. De vez en cuando está bien dejar a un lado el cine de entretenimiento y revisar la Historia real, que parece que está tan lejos en el tiempo.

Centrándome en la película en sí, destacaría la escena del interrogatorio, en una habitación casi sin luz, incómoda, gris, el buen hacer de la actriz que da vida a Spohía con esa valentía, sentido del deber, honestidad y casi frialdad que reflejan sus palabras. Y por contra, los gritos nerviosos y casi histéricos del interrogador nazi.

La película es desagradable por el tema y por lo que nos recuerda. En el aspecto técnico cumple su misión y nos lleva a imaginar aquella época de modo fiel: tonos grises, fríos, escenarios apenas decorados, edificios enormes e impersonales exclusivamente dedicados a ser usados para el fín para el que se crearon.

Todo ello ofrece una atmosfera asfixiante deja al espectador con cierta sensación de desasosiego, esperando a la vez que nada de aquello (ni semejante) se vuelva a repetir.

Y menos mal. porque Friends apenas si me hacía sacar alguna sonrisa.
Y en cambio esta serie es una carcajada contínua. Pena lo de las risas enlatadas, pero no vayamos a ponernos estupendos.

Empecé a ver esta serie doblada al español y no le acababa de ver el punto. Tiempo después la encontré en VOSE y ha sido una especie de 'amor a segunda vista'.
Es una historia adictiva, con personajes que se hacen querer de puro simples e infantiles que son a veces. Incluso Barney con sus métodos de ligoteo machista acaba por caer bien.

Sus lemas repetidos hasta la saciedad capítulo a capítulo (suit up!!, have you met Ted?, this is awesome, and -wait for it - legen...dary) le dan un toque peculiar que te hace sacar una carcajada cada vez que alguno de los asíduos al McLaren's los pronuncia.

Y quizá el contar cada historieta en 20 minutos, sin anuncios de por medio, sin pausas ni escenas sobrantes, es lo que hace que te metas tan dentro de la vida de estos cinco neoyorkinos de adopción y quieras ver más y más capítulos.

Y averiguar de una vez quién fue la escogida por Ted para ser su esposa y tener a a ese hijo y esa hija que pacientemente escuchan en su sofá las batallitas de su padre.