Tercera peli (y primera en color) que veo dentro del ciclo de la directora húngara Márta Mészáros. Esta me ha costado un poco porque duele ver el desarrollo de relaciones tóxicas delante de tus ojos. Pero es lo que hay, estas cosas pasan y no buscaremos culpables, aunque las personalidades manipuladoras se las traen.

Por lo demás está bien, las películas de Mészáros de momento parecen todas de denuncia social con perspectiva de género lo cual a mí me gusta, aunque ya sé que a muchos no. "Ya están otra vez las feministas". Bueno, en este caso otra vez sería en 1976, y no parece que haya escasez de películas donde las mujeres no sean más que floreros o florecillas para que los de "ni machismo ni feminismo" puedan refugiar sus frágiles egos ofendidos.

El final bofetada no dejará indiferente, y atención a los restaurantes húngaros que por fuera parecen mausoleos y por dentro casals municipales.

Gustará a: María Rodríguez Soto, Audi, Isaki Lacuesta
No gustará a: ingenieros de materiales, narcisistas, gente de bien

Mario Casas dirige y Óscar Casas interpreta. Todo queda en Casas. En efecto, he ido a ver esta película, ojo, he pagado 6,80€, solo para poder hacer este cancerígeno chascarrillo.

Me esperaba una cosa dantesca pero tiene cosas interesantes que no pienso decir sin la presencia de mi abogado. Claramente ha faltado alguien que le dijera a Houses: "Mario no está mal la idea, le veo potencial pero habría que darle tres o cuatro vueltas" en lugar de "Mario haz la peli rapidito que le sacamos rédito fácil a tu nombre."

Gustará a: Ícaro, Chiquetete, Compro Oro
No gustará a: abuelas, mossos d'esquadra, camellos

Como esta peli tiene "amor" en el título hemos pensado que era la ideal para celebrar San Valentín y, qué demonios, os reiréis porque el "amor" no está en el título original (Les intranquilles) pero hay más amor en esta película que en cualquier comedia romántica. Y definitivamente más que en una tragedia romántica como Love Story y su soberana sandez de "amar significa no tener que decir nunca 'lo siento'".

Si la hubieran hecho en Hollywood, Kate Winslet y Joaquin Phoenix optarían a Oscars, siendo franco-belga son Leïla Bekhti y Damien Bonnard los que optan a Cesars por unas muy corajudas interpretaciones.


Gustará a: bipolares, Acuarios, David Meca
No gustará a: bipolares, anti-mascarillas, Gwen Stefani

Esta película, que transcurre en un no identificado país sudamericano llamado Chile, plantea diversos dilemas morales. ¿Justicia o venganza? ¿Instinto o razón? ¿El fin justifica los miedos? ¿Qué precio debemos pagar por la democracia?
La película es eminentemente teatral y por tanto se sustenta en las buenas interpretaciones de sus protagonistas, en este caso la teniente Ripley, Gandhi y otro tipo con bigote.
Gustará a: amantes de Schubert, Alien, torturadores.
No gustará a: niños, amantes del motor, claustrofóbicos.

Quise ir a un preestreno de esta película porque tenía buenas críticas. Fui con total inopia, sin saber de qué iba ni nada, y me encontré una fila infinita de personas de espíritu joven y moderno y por supuesto entradas agotadas. Me dije «tate, aquí hay tomate» y me hizo reflexionar en que quizás no me entero de nada, tanto así que he ido a verla el día del estreno.

Es en parte documental didáctico sobre filosofía-política de género, en parte versión libre del titular Orlando de Virginia Woolf y en parte entrevistas a una treintena de personas trans. Lo bonito del asunto es que no te explicita en qué momento es cada cosa y las tres voces —Paul B. Preciado, Virginia Woolf y entrevistades— se entremezclan de forma inteligente.

Las imágenes pierden protagonismo ante el discurso sin llegar a caer en el foso de las «cabezas parlantes». Al contrario, todos los episodios están presentados con algo de ingenio, en diverso grado todo sea dicho. Imagino que si conoces mucho del tema la disfrutarás como propia y si no aprovecha para reflexionar sobre ideas no predominantes. O si eres muy cerrade pues pasa del tema, para qué nos vamos a engañar.

Gustará a: Virginia Woolf, comunidad LGTBIQ+, Godard
No gustará a: George Boole, psiquiatras, gente de bien