Veo que hay un montón de críticas de usuarios que se quejan de que una historia de gangsters italianos en el Nueva York de principios del XX tenga misóginos, malhablados, ladrones, asesinos, violadores, puteros, ... Pues sí, solían ser así, es lo que tiene. Pasa parecido en La lista de Schlinder, que salen muchos nazis antisemitas. Si no quieres ver malos tratos a las mujeres, pues igual esta temática no es la más adecuada para ti. Te recomiendo echar un ojo a Mérida en Brave de Disney, o a Mulan, o alguna otra de dibujitos, o a Marcelino pan y vino, todo bondad, oye.

Por lo demás, quien piense que es una loa a todos esos personajes, pues perfecto. Yo veo una revisión de cómo se creó una sociedad (la estadounidense) basada en la fuerza de las armas, del dinero negro y de una corrupción institucional que alcanza las más altas esferas.

Como veis, todo es subjetivo. A mí me parece una película cojonuda, de notable alto, aunque ni de lejos se acerca a la grandeza de El Padrino, que abarca todos los temas con muchísima más profundidad, más ritmo, más valentía y mucho antes, una década antes.

Acaba de salir la versión HDRip y me he animado a ver este pestiño. Quería ser fuerte pero el confinamiento ha podido conmigo y la mula ha hecho su trabajo. Tras dos cagadas enormes, había que ver cómo acababa esta basura que ha sido esta tercera trilogía.

Y ha sido como esperaba. Un despropósito muy caro, con una banda sonora que no para en más de dos horas, metiendo ruido, explosión tras explosión, disparo tras disparo. ¡Qué horror! ¡Qué pena da en lo que se ha convertido el cine de Hollywood!

J.J. empezó esta versión espacial de 'Al salir de clase' y J.J. la culmina como solo él sabe hacer. Sin pies ni cabeza, sacándose un guion de la chistera que no hay por dónde cogerlo. Afortunadamente, se terminó. Como me decía mi madre de pequeño cuando me ostiaba contra algo y no podía dejar de llorar: ¡ya pasó, ya pasó!

Magnífica obra de Wellman, un director sobrio, nada efectista, pero que cuida hasta el más mínimo detalle. Su filmografía está llena de joyas como esta.

Por lo demás, ya que está tan de moda la temática, decir que para poner en contexto la gran hazaña de estas mujeres, el camino estaba ya sembrado de cadáveres de hombres. Esos que dieron la vida en un barco (el marido y todos los hijos, varones, por supuesto, para que Patience tuviera un techo y un bocado que llevarse a la boca antes de que no le quedara otra que proveerlo por sí misma) o los que se dejaron la piel abriendo caminos en las montañas, en el desierto, en los valles anegados, ...

Sí, hombres. Esos mismos que el feminismo del s.XXI se empeña en demonizar.

Acabo de ver esto en Factoría de Ficción de la TDT porque zapeando ha parado ahí la ruleta como podía haber parado en la Teletienda. A este tío, definitivamente, se le ha ido la perola. Ha pasado tanto tiempo pensando en el más allá que ya se ha quedado más pa´llá que pa´cá. No hay letras en el abecedario para calificar esta defecación que se ha cascado el tipo. De serie Z sería un halago. Hay que tenerlos bien puestos para que se te ocurra una parida de tal calibre. No me extraña que sea un nominado perpetuo a los Razzies. Me gustaría saber el presupuesto que ha manejado el gañán porque me lo estoy imaginando inflando una concesión de las autopistas.

Acabo de hacer un estudio sobre la obra de Van Gogh y si antes me gustaba poco, ahora no me gusta nada. El tipo no era más que un imitador de Millet, copiando todos sus cuadros como si fueran fotocopias, porque en su obra veía la palabra de Dios y claro, como Van Gogh era un talibán religioso, pensaba que así seguiría los mandamientos de su señor.

No vendió un puñetero cuadro en vida mientras la gente con la que se codeaba (Gauguin, Cezanne, Toulouse-Lautrec, ...) los tenían pagados antes de empezarlos. ¿Por qué? Pues coño, porque era muy malo, hasta el punto de pegarse un tiro porque se sentía un frustrado de la ostia en su tarea de expresar a Dios con los pinceles.

De Van Gogh no hubiéramos conocido nada si a un japonés que compró toda su obra de saldo no se le hubiera ocurrido subastar los girasoles en un pufo de subasta publicitaria para revalorar todos sus cuadros que no conocía nadie más que su cuñada más de medio siglo después de haberla palmado.

Pues bien, Malick es lo mismo. En su afán predicador se ha puesto a hacer películas como se podría haber dedicado a evangelizar yendo puerta por puerta ofreciendo bizcochos de nata. Su cine es una sucesión de imágenes muy plásticas pero es incapaz de contar una historia, que es de lo que se trata este invento. Está tan equivocado como lo estaba Van Gogh.

Millet no contaba la palabra de ningún dios cuando pintaba a un campesino, contaba la historia de un hombre, de una mujer, contaba la vida, y por eso fue tan grande, algo que Van Gogh no pudo contar en toda su mísera vida porque era idiota, un tipo que no entendía nada porque estaba abducido por la gran secta. Como Malick.

A Van Gogh le financiaba su hermano. Falta saber quién le ha financiado a Malick para llegar a donde ha llegado.