Quien iba a decir que esa temerosa y delicada joven bajo el influjo del fanatismo religioso de su madre y el desprecio de sus compañeros de escuela, acabaría protagonizando una de las más “encantadoras” escenas de terror de todos los tiempos. Y digo encantadora por la magia, la fuerza, el atractivo visual y la siniestra belleza que desprende la cinta durante esos minutos.

Una cosa que tienes clara cuando te disponer a ver Carrie, es que se trata de una película de terror, lo que no te esperas es el resto de exquisiteces que te vas a encontrar en sus 98 min.

Estamos ante una película de contrastes, tanto en conceptos (inocencia/maldad, alegría/tristeza, esperanza/desilusión), como en imágenes (el baile de fin de curso antes y después, los cambios de aspecto de Carrie), como en géneros cinematográficos (drama, comedia, melodrama, ciencia ficción, terror). Brian De Palma lo mezcla absolutamente todo, diría que como nunca antes lo he visto, y el resultado es excelente. Las escenas cómicas hacen reír, las melodramáticas te meten en el personaje y los momentos de furia de la adolescente son terriblemente terroríficos.

Otro aspecto peculiar, es como de identificado llegas a sentirte con la protagonista, víctima de algo que todavía hoy sigue siendo un temor para la sociedad: el rechazo de tu entorno y la incomprensión, de manera que cuando la joven ejecuta su terrible venganza llegas a sentir una mezcla de placer/horror.

Carrie es un festival de buenas escenas, excelentes planos (magnífico aquel en que una cámara enfoca a Tommy en un primerísimo primer plano y metros más atrás a Carrie, ambos con un excelente enfoque) y situaciones siniestras geniales, sin olvidar la magnífica interpretación de la protagonista principal a cargo de Sissy Spacek.

El cine de los 70 fue grande, y esta joya de película es una muestra más.

Si tienes la suerte de no haber visto todavía Carrie, ves al videoclub esta tarde, prepara unas palomitas, llama a tus amigos –que aún no la hayan visto–, y disponte a saborear los muchos y geniales detalles de esta película.

En esta ocasión, me limitaré a listar los pros y los contras, según mi criterio, de la segunda entrega de la saga [•REC]:

Lo mejor:
• El giro argumental de la última escena.
• Dos historias que se entrelazan en el tramo final de la película.
• Manuela Velasco, aunque no llegue al nivel de la primera cinta.

Lo peor:
• Un edificio lleno de muertos vivientes pasa a convertirse en un edificio –no tan lleno- de poseídos. Personalmente me parece mucho más seductor el universo zombie.
• En ocasiones tienes la sensación estar viendo un cóctel desvergonzado de Alien + El Exorcista.
• La realidad paralela que Jaume Balagueró y Paco Plaza se sacan de la manga.
• La angustia y la tensión menguan y los sustos son más previsibles y repetitivos.
• Como en la primera entrega, algunas interpretaciones son poco creíbles.

A pesar de todo, [•REC]² es una película entretenida, inquietante y salvaje que deja las puertas abiertas a posteriores entregas.

Esto es cine! Hazte con cervezas y palomitas, apaga el móvil, atenúa la luz, siéntate y dale al play!

The Warriors te envuelve en su mundo desde el mismo inicio de la película, en que aparecen los créditos de inicio pintados con spray y se presentan a algunas de las pandillas que van a aparecer a lo largo de la película. ¡Todo está muy cuidado!

La estructura de la película es recurrente, pero no por ello menos interesante, ya que a cada asalto se introducen nuevos elementos y una evolución en los protagonistas bastante notable.

Me resultó difícil distinguir entre estereotipos y simbología, pero sobre todo no me parecieron tópicos algunas situaciones ya vistas y posteriormente repetidas en otras películas, debido a la forma de plantearlas: una brillante manera de jugar entre la fantasía y lo real, el superhéroe y la persona, que consigue que ciertas situaciones te parezcan legendarias en lugar de inverosímiles.

Todo un recital de buenísimas escenas, planos excelentes y efectista mezcla de estilos (acción, drama, suspense…), todo con un argumento sencillo pero bajo un magnífico guión, enérgico, deslumbrante, que genera una historia épica, una atmósfera envolvente, alegórica, con sentido que vas más allá del propio diálogo, de la propia batalla o de la propia escena en sí.

También encontramos, aunque no en abundancia, diálogos interesantes y momentos para la reflexión, sin que la película pierda el frenético ritmo que hace que sus 94 min. de duración pasen volando.

En conclusión, una película con todos los ingredientes del gran cine de los 70 (La Naranja Mecánica, Taxi Driver, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, Superman….) con excelente ambientación, buen guión, atrapante estructura recurrente, buena fotografía y mucha simbología, terriblemente distraída, con escenas y frases que creo quedarán en mi cabeza durante mucho tiempo.

Segunda película escrita y dirigida por George Lucas, rodada en los años 70 y basada en el movimiento adolescente norteamericano de los años 60.

Este film es, ante todo, simpático y divertido pero tiene otras virtudes que la han convertido en un clásico.

El fantástico montaje en paralelo de las diferentes historias de una serie de jóvenes y adolescentes recién graduados hacen de esta una película dinámica y que difícilmente cansará al espectador; aunque también hubiese agradecido una relación algo más estrecha entre las historias.

En ocasiones puede parecer una película tonta sobre adolescentes americanos, pero American Graffiti no es nada de eso, sino que se trata de un film bien producido (Francis Ford Coppola), nada pretencioso, no excesivamente previsible y de un humor sencillo, directo y efectivo, con situaciones y diálogos realmente distraídos (a mi consiguió mantenerme con una sonrisa sus 105 min. de duración).

Las interpretaciones, de unos personajes que me han caído muy simpáticos, me han parecido fantásticas, en especial las de algunas de las chicas (Laurie –Cindy Williams- o Debbie –Candy Clark-).

Cuenta con una buena colección de buenas escenas (fantástica primera toma de la película, la jugarreta de Curt al coche de policía, la enganchada de Steve con el vendedor de coches, la aparición y caracterización de los Pharaohs…), infinidad de primeros planos durante los diálogos de los jóvenes, un puñado de situaciones que hacen reír (numerosas carcajadas durante toda la película) y los geniales y delicadamente bien ‘colocados’ cortes de un locutor de la emisora de radio más popular entre los jóvenes.

En definitiva, una buena película, con excelente montaje, buena banda sonora, buenos actores y que divierte sin complicaciones. Muy recomendable.

A pesar de ver esta película intentando tener en cuenta sus casi 60 años e intentando ponerme en la situación de los espectadores de entonces, no hay por donde cogerla.

La sensación que me dejó al acabar de verla, es que Rebelde sin causa es equiparable a las grandes producciones actuales de Hollywood pensadas para ser éxitos de taquilla –y así fue en su época- lo que la convierte en una película facilona, tonta y cargada de tópicos.

La mayoría de las interpretaciones son infumables, sobreactuadas y los diálogos muy absurdos, así como el guion, que a pesar de desarrollar una historia, a priori, interesante, está plagado de errores, incoherencias y despropósitos (toda la historia se desarrolla en 24 horas y genera desorientación espacial y temporal).

El aspecto de la película es vistoso, alegre y colorido, pero la fotografía es mala, los personajes poco creíbles (actores de 25 años interpretando a menores de edad) y las situaciones inverosímiles.

A mi parecer, lo único que se salva de la película –y que justifica mi aprobado- es el icónico aspecto de James Dean y la nobleza de su personaje, que en algún punto de la película me llegó a resultar entrañable.

En conclusión, una película, bajo mi punto de vista decepcionante en casi todos los aspectos, pero que marca un inicio en el cine de adolescentes rebeldes.