Es una película basada en hechos reales, una investigación del Senado estadounidense sobre el llamado programa de interrogatorios con técnicas mejoradas (torturas para entendernos) que sucedió a los atentados del 11S. Es una película difícil de ver por el asunto que trata, porque es difícil seguir el hilo argumental entre tanto personaje con poder y porque está narrada en un tono frío que no resalta ningún momento para levantar nuestro interés. Pero lo que trata es muy interesante.
No sólo nos informa sobre cómo se gestó ese programa de torturas. También cuenta que no sirvió para nada y que pese a ello la CIA mintió para justificarlo y persiguió a los que lo pusieron en tela de juicio. Nos pone delante también una Casa Blanca débil y maniobrera, incluso durante una de las administraciones con mejor fama de transparencia. Apunta también a que el 11S se pudo haber evitado. He leído alguna crítica que dice que es propaganda americana. Puede ser por ese final con músiquita triunfante, pero también hay que quedarse a leer los títulos finales sobre el destino de los principales encausados. Supongo que es el resquicio que le queda al guionista para evitar esa máxima de la industria de Hollywood que obliga a que las películas acaben bien.

Buen documental sobre uno de los mejores fotógrafos de la historia, Robert Frank. Entrevistas en distintas época de su vida, material gráfico de sus fotografías y sus vídeos, pocas opiniones de otros. Siendo seguidor de Robert Frank me hubiera gustado que se hubiera detenido algo más en la primera época de simple (no tan simple) fotógrafo de calle. Me interesan menos sus experimentos o sus películas. También me hubiera gustado que una voz o entrevistas a terceros nos hubieran situado al personaje en cada época, porque algunas cosas siempre se te escapan. Lo bueno es que estando en una plataforma de vídeo sobre demanda siempre podemos revisarla.

Si sólo escribiéramos de los que nos gusta, casi todas las películas tendrían buenas puntuaciones. No empieza del todo mal, pero luego va de mal en peor hasta acabar en un homenaje sin venir a cuento de lo peor de los setenta. Una trama que chirría, mala interpretación por parte del protagonista y otros personajes, y sobre todo que ni te la crees ni te divierte.

Me encantaron las dos primeras temporadas y me daban bastante vergüenza ajena las situaciones planteadas. La serie es muy original, basada en una sucesión de situaciones cotidianas, con muy buenos actores como Javier Gutiérrez y Malena Alterio.
Sin embargo, en la tercera temporada pierde su gracia. Ya no se trata de una sucesión de situaciones sino de un par de tramas que estarían bien para resolver en un par de episodios largos de 40 minutos. Los dos últimos capítulos son los mejores, no obstante. Y no es que sea una mala serie, sino que pierde su carácter singular y se convierte en una serie policiaca. Por ello le he bajado un punto de los que otorgué a las dos anteriores temporadas.

El final del franquismo fue truculento y esperanzador al mismo tiempo. Lo mismo le pasa a Justo, el protagonista de esta miniserie con una historia bien tramada, rodada y actuada. Me gusta mucho la ambientación, muy bien lograda, y algo menos el clima general de la película, por eso no le he dado más puntos.
Si la historia me parece impecable, el ritmo, las voces quedas y sobre todo la música te hacen caer en la melancolía desde el principio. No me hubiera importado el ritmo y las voces quedas, es más, pienso que es una opción muy válida. Pero por lo de la música que impregna todo casi dejo de ver la serie de tristeza. Será un problema personal. De cualquier forma, debería ser una serie de obligatorio visionado en los colegios para saber cómo era España (Barcelona en este caso) y los españoles. Y aparte, la historia es más que interesante.