Una visión totalmente superficial de las relaciones entre madres e hijos, un tratmiento igualmente frívolo del tema de la homosexualidad, y un pijerío de clase media con toques almodovarianos en la camisa que lleva el chico. Un bodrio total y absoluto que, de tan malo, nisiquiera hacer reir. A mi lo único que consiguió fue ponerme de mala hostia, sobre todo por el final tan existencial de la Forqué mirando por la ventanilla del bus...
Y eso...?

No he leido el libro, pero viendo la película puedo imaginar por qué ha tenido tanto éxito. Hay nazis. Con eso ya es más que suficiente. La encarnación del mal en el siglo XX (ni más ni menos que nuestra propia sombra, pero de eso no se habla, porque sino nunca hubera sido un éxito de ventas, y no habría habido peli).
Los nazis: victimarios perfectos en una época de marketing fascista que vende antifascimo. Estupendo. Más típica y aburrida que una peli yanqui de las de siempre, pero con actores suecos y el puntito justo de morbo como para despertar a la sádica que todas llevamos dentro cuando vemos una violación.
Ohhhhhhhhhhh los hombres que NO amaban a las mujeres. La víctima convertida en victimario, la justifidcación perfecta para estos tiempos de mal rollo vendible, típico, tópico y pobre chica, al fin y al cabo tenía sus razones. Por eso, los hombres que no amaban a las mujeres.
A ZP le encantará esta peli: le inspirará para alguna otra ley tipo la del tabaco y el matromonio gay. Hay que endurecer las leyes contra los maltratadores (victimarios, que una vez fueron víctimas... ¿me pillais el punto?), porque tú y yo somos buena gente y no queremos este tipo de lacra en la sociedad. En una sociedad como la nuestra, que se gasta la pasta en literatura basura para entretener al funcionariete mientras viaja en el metro a las 8 de la mañana. En una sociedad como la nuestra, que no compra literatura donde no hayan víctimas ni victimarios. Y que por tanto no compra PERSONAS reconocibles, de carne y hueso, cometiendo crímenes minuto tras minuto sin tocarle un pelo a nadie, porque ¿qué puede tener de entretenido verse uno a si mismo? Con la indiferencia y la apatía ya es más que suficiente. Para eso hay que tener mucho, pero mucho talento, cosa que el finado escritor del libro (R.I.P) no tenía: él mismo admitió haber escrito Milenium por puro entretenimiento.
Es lo que se cuece, ¿vio?, detrás de la matrix. Raro que Hollywood no le haya sacado provecho.
Pelmazo de película. Y además, larguísima.

Le pongo un diez de corazón, y porque cada vez que la veo me llega ahí.
Veía recién que la película es del 89... veinte años, ya. No sorprende, si se piensa en que hoy día se haría imposible la filmación de algo similar. Y no porque falten presupuesto, buenos guionistas o mejores actores, sino porque los férreos valores que ensalza están rotúndamente en decadencia. Despierta en mí, pues, un aire de nostalgia por aquella sociedad que quizá podría haber sido, pero se diluyó en la triste desidia de los 90 para precipitarse en la indiferencia y el vacío moral del presente.
Aún así, como Mr. Keeting, yo sigo siendo una romántica que de buena gana se alzaría sobre un pupitre para decirle, para gritarlo a voz en cuello: ¡Oh, capitán!¡Mi capitán! Y que me cuelguen por ello.

Pero igual me aburrió. Me recuerda a una viejísima peli de terror que vi hace años y que se titulaba "El guardián", por los monstruos digo, sólo que en aquella el argumento no era tan ecléctico y pretencioso y tenía más solidez. El descenso a los infiernos está bien logrado, y la escena final dá que pensar, pero... cuando hay tanto monstruo y la trama se quiebra a base de tanta cháchara, yo me aburro, qué quieres que te diga. Pienso que es una película irregular. Engancha hasta que la carretera se corta en medio de la nada, luego ya empieza a ponerse pesada y previsible. Ni hablar de la secta... ¿de que remake de varias pelis setenteras la sacan? Una secta puritana a mediados del siglo XX en un pueblo americano... con gente vestida a la usanza del siglo XIX... de tanto mezclar pan con tortas al final no se sabe de qué estamos hablando, si de un videojuego llevado a la pantalla, de una de terror japonesa al estilo The Ring, o de una versión terrorífica de Mary Poppins, y como broche de oro, sí señor, las dos brujas de Salem, que no podían faltar.
Las actrices tampocos ayudan mucho y... bueno, un bodrio para pasar la tarde.

Al margen de la excepcional interpretación de Glenn Close -extraordinaria por lo teatral en el mejor sentido de la palabra-, la pobre Leonor de Aquitania sale muy mal parada en esta estupenda película, que hace hincapié en los enredos y traiciones típicos de las cortes medievales ( y por qué no, de las actuales). La salva el magnífico guión, los agudísimos diálogos, e insisto, la interpretación de todos sus actores; si bien en algunos momentos el seguimiento se vuelve un tanto engorroso para quien, como yo, no conoce los detalles históricos.
De todas formas, me hubiera gustado que el director destacara la enorme personalidad de Leonor de Aquitania (madre de Ricardo Corazón de León y esposa por elección de Enrique II de Inglaterra) en su aspecto POSITIVO, por lo que significó históricamente, como una de las preculsoras del feminismo por su cultura e ideas libertarias -más propias del siglo XX que del X- además de genial mecenas para artistas y trovadores, en una época donde bien falta hacía gente como ella, y donde la mujer era sometida poco menos que a la condición de esclava. Sólo que, claro, esto hubiera dado para otra película al estilo de "Yo, la peor de todas".
De todas formas, recomiendo esta película, pero creo que merece ser vista con referencias históricas previas.