Allá por los años 83-84 llegó a España una serie inglesa, con todo lo que eso significa en cuanto a calidad y buen hacer (al menos en esa época), acerca de unas señoras que debían realizar un atraco para saldar las deudas que sus maridos muertos, ladrones profesionales, dejaron por culpa de un atraco que no salió como esperaban. Y fue una sorpresa una historia así en una época donde todavía no se hablaba de empoderamiento femenino, como una señoras, autenticas empoderadas, se hacían un hueco en un mundo que, hasta ese momento, era cosa de hombres.

Basada en esa misma historia, aunque trasladada al Chicago actual, llega la nueva película de Steve McQueen. Y desconozco si todas las subtramas que hay en la película estaban, también, en la serie, ya que mi raciocinio de entonces solo me permitía quedarme con el tema del robo; todo lo demás era secundario para mí. Pero el caso es que creo que en esta hay demasiadas historias, que no es que ralenticen la acción pero dejan poco espacio para lo que era mi mayor interés. Aparte de ser resuelto con demasiada facilidad.

Sin embargo, todas esas historias tienen la suficiente chicha para que, durante bastante tiempo, te olvides del atraco; ya que tiene unos personajes excelentemente construidos, todos con una inmensa gama de grises (no hay buenos y malos, si no que todos tienen las dos caras de la moneda). Así, tocan temas como la corrupción plítica, el racismo, la lucha de clases, la violencia en las calles, prostitución, rivalidades políticas... Todo ello hace que el reparto brille de manera excepcional; aunque por encima de todos está Elizabeth Debicki, autentica revelación y sorpresa de la película

De las cinco películas dirigida por el director de esta película, y sin haber visto la primera, esta es de largo su mejor película, lo cual tampoco es decir mucho pues las dos anteriores son una basura absoluta. Pienso que el cine de Baz Luhrmann no admite termino medio, o lo amas o lo odias y que cada película suya te puede enfrentar a ese dilema, y que tiene en su puesta en escena su mejor baza, bueno, mejor o peor según como se mire pues que las fiestas de los años 20 sean iguales que las que podría haber hoy día en Pachá o en cualquier discoteca de Ibiza distorsiona un poco, pero bueno, es su visión supuéstamente moderna que cuando pasen años sobre ellas posiblemente sea lo que las haga envejecer rápidamente.
En esta tiene, además de lo dicho anteriormente, unas interpretaciones en sus tres protagonistas principales realmente prodigiosas. Debería decir de su protagonista principal, pues opino que Tobey Maguirre no actua, él es así, si no no me explico que en cualquier película que haga siempre salga con la misma cara de pazguato, pero le queda bien es su papel de alguien totalmente alucinado con un mundo de total fastuosidad y Carey Mulligan con su rostro de y cuerpo de continua fragilidad ya tiene ganado mi corazón.
Pero es Dicaprio el que verdaderamente se sale con total diferencia sobre el resto. Se hace esperar su entrada en escena como solo los grandes saben hacerlo y compone un Gastby, no voy a decir mejor que el interpretado por Redford ya que no vi la anterior película, grandioso.

Lo primero que me atrajo de esta película, sin tener idea de que iba, fue su título. Lo que a la mayoría de la gente hubiese echado para atrás para mi fue lo mejor, soy así de raro, aunque sabía que probablemente no me enseñaría a pescar salmones en Yemen.
Pues la película resulta ser una buena comedia romántica sobre dos personas que son contratadas por un jeque árabe para poblar de salmones una región de Yemen. Toda muy previsible pero no por eso menos buena.
Todos los actores están estupendos en sus papeles, aunque el personaje de Kristin Scott Thomas me sobre un poco. No digo que esté mal, pero me chirría un poco dentro de la historia, aunque posiblemente sea ella la que tiene las frases y los momentos más divertidos (un poco contradictorio si que es)
El final previsible, como mandan los cánones del género, deja un buen sabor de boca, aunque posiblemente no sea película que vaya a perdurar en el recuerdo.

Película basada en el comic de Harold Foster y donde cuenta las aventuras de Valiente para recuperar el trono que le fue arrebatado a su padre y su entrada en el reino de Camelot.
La película sigue el esquema de otras del mismo estilo que se solían hacer en esa época.
El héroe, la chica guapa (muy guapa por cierto) el rival a la altura del héroe, en este caso, para mi el rival es superior al héroe (James Mason está mucho mejor que Robert Wagner), confusión en términos amorosos (el héroe y su amigo quieren a la misma chica dejando a la hermana de esta sin su amado)mucha aventura inocente y entretenimiento que es bastante

Sí. Fui al cine en plan no me va a gustar y así fue, pero, pese a la predisposición a la negación, la película tiene suficientes momentos, no digo ya buenos pero si de una falta de sentido del ridículo para hacer de esta un disfrute. Momentos como la primera aparición de Channing Tatum, melena pantene sansonica al viento, a ritmo ochentero de Europe; el momento Jack Entrenador de Brad Pitt o la huída de los malos con Sandra Bullock subida en carretilla y empujada por los anteriores son suficientes momentos divertidisimos de vergüenza ajena.

Sí, es verdad, que la trama de la ciudad que buscan los malos está demasiado apurada y sus misterios se descubren con demasiada rapidez y que el personaje de Daniel Radclife, como malo histriónico, empieza muy bien pero es desaprovechado en su parte final.

Bien, la película no destacará en el género de aventuras ni en ningún otro, pero como placer culpable es algo que uno volverá a disfrutar con agrado pese a la falta de interés de la primera.