Película inspirada por los mitos de Cthulhu de Lovecraft y la leyenda urbana de Slenderman. La cinta nos narra un relato de estilo Lovecraftiano, en el cual está presente el terror gótico de espíritus y entidades aterradoras, en este caso, 'El Señor de las Lágrimas' o Moloch, un dios primigenio de figura humana y cabeza de búho que habita en lo más profundo de nuestro ser. Su director Lawrie Brewster, nos ofrece imágenes pesadillescas y oníricas, incluso algunas perturbadoras (intentando imitar a Rob Zombie) que recrean una buena atmósfera malsana en la que realidad y locura van ligadas. La estética y fotografía, junto al diseño y la acertada localización de la solitaria mansión Baldurrock, sin duda es lo más destacable de la cinta. En lo referente al guión, es bastante flojo y además, varias de las secuencias son alargadas innecesariamente (véase la escena del Vals o la de la piscina) lo que provoca altibajos en la trama y la hace aburrida aunque se empeñe en levantar el vuelo durante el acto final.

No esperaba gran cosa de la película, por eso cuando salí del cine lo hice más o menos indiferente, lo que había imaginado antes de entrar a la sala, aunque a decir verdad, un poco más decepcionado. Es un arriesgado thriller de ciencia ficción Serie B a la española, ambientado en un futuro distópico (año 2044) y con Banderas como protagonista. Algo que me sorprendió, es que se ven pocos robots (Autómatas) de los 7.000 que dicen haber fabricado. En general, la película la vi bastante desaprovechada, y sobre todo el guión (la primera mitad en la ciudad es interesante, al llegar al desierto la película pega un bajón tremendo) me resultó un lioso fiasco para lo que realmente cuenta. El argumento está basado en las tres leyes de la robótica: 1/Los robots no pueden hacer daño a un ser humano, 2/Deben obedecer las órdenes, 3/Pueden protegerse a sí mismos ... solo que el punto 2 es alterado por este otro: 'Un robot no puede modificarse a sí mismo o a otros'. Si, así es, una copia del 'Yo, Robot' de Will Smith.

El director Olivier Megaton (Venganza 2: Conexión Estambul) regresa con la tercera entrega de la rentable franquicia protagonizada por Liam Neeson, la cual presume de poner punto final y completar la trilogía. Algo que me extraña mucho dada la cantidad de dinero que el vengador taquillero lleva recaudado, así que seguramente en un futuro veremos otra entrega más. El reparto principal es el mismo que en las dos cintas anteriores, pero con la acertada incorporación de Forest Whitaker, quien junto al héroe de acción Liam Neeson, elevan y mantienen la película. Esta vez la trama (guión de Luc Besson director de Lucy) sucede en USA, y viene a recordar a la de 'El Fugitivo' de Harrison Ford, en la que el ex-agente de la CIA debe huir de las fuerzas de seguridad para resolver el asesinato de su ex-mujer (Famke Janssen) del cual es acusado. 'Venganza 3' es un correcto thriller acción/dramática que llama únicamente al entretenimiento y la diversión del espectador, requisitos que la película cumple.

Es una pena de verdad, que una cinta como 'La conspiración de Noviembre' con lo bien que empieza, se vaya viniendo abajo con el pasar de los minutos por complicarse argumentalmente la vida y lo que termina siendo el típico thriller de acción. La película se enreda ella misma cayendo en la trampa de su propio guión, hasta el punto de resultar confusa la trama, y dejándote la sensación de que quiere abarcar más de lo que puede. Es una conspiración pretenciosa, basada en la novela de Bill Granger 'There are no spies', protagonizada por (Liam Neeson) perdón, por un correcto Pierce Brosnan (rememorando al James Bond que lleva dentro) quien está acompañado por la guapísima Olga Kurylenko (chica Bond en Quantum of Solace) y Luke Bracey en el reparto. Es una cinta entretenida para pasar el rato, que empieza interesante y acaba siendo aceptable pero sin ser gran cosa, algo así ocurre con algunos de sus personajes, desaprovechados, y decepcionante como es el caso de la asesina rusa. Tiene mucha estética de Bourne ...

Conseguimos ver 'Camino a la escuela', gracias a un pase especial que tuvo lugar a las 20 horas en los cines Palafox de Madrid. La sala estaba repleta de gente. Un interesante documental, que nos cuenta la difícil situación que viven cuatro chavales de distintos países y culturas (Kenia, Marruecos, Patagonia argentina, y la India) cada día al emprender un nuevo, duro y arriesgado trayecto, lleno de obstáculos, adversidades, e incluso peligros, para poder llegar al colegio. Toda una fatídica odisea, una realidad muy cruda que está ahí fuera, al igual que esos millones de niños, héroes por desgracia anónimos, que luchan por cumplir sus sueños por que entienden perfectamente el tremendo valor de la educación para poder obtener un futuro mejor. El director Pascal Plisson, se ha llevado el premio César al mejor documental, además de haber sido recibido calurosamente por millones de aplausos de los espectadores, a los cuales se suman también los nuestros, los del público que asistimos al Palafox de Madrid.