Es cierto que "Camera cafe" había agotado su formato después de tantos sketches en el mismo escenario. Sin embargo, siempre había algún capítulo repetido que podía hacerte gracia. Quisieron cambiar radicalmente a "Fibrilando" y el humor desapareció de golpe.
Pensaba que mantener los nombres y personalidades de cada personaje evitaría la catástrofe que supuso modificar a todos los vecinos de "Aquí no hay quien viva" cuando la convirtieron en "La que se avecina". Aquí ni siquiera esta estrategia ha funcionado.
Por poner algún ejemplo, Jesús Quesada podía no dar un palo al agua en "Camera cafe", pero al menos era un buen vendedor porque conseguía firmas de los clientes llevándolos de comilonas, colococos y al "Momentos" a costa de la empresa. En el primer episodio de "Fibrilando" es médico cirujano y no sabe dónde está el menisco. Simplemente incoherente.
Si quieren basar esta apuesta en un humor surrealista con la novedad de Carlos Areces interpretando a un maniático forense, yo a esto lo llamo "tomadura de pelo".
Ahora sí que Telecinco ya no vale absolutamente nada. Que se pasen las 24 h. del día con Belén Esteban en los platós, porque a mí este canal ya me parece lo peor que puede haber en la televisión de España.

En manos de otro que no fuera Hitchcock, esta película hubiera quedado confusa y mal hilvanada por culpa de la inoperancia del director. Pero Don Alfred consigue mantener el interés de una enrevesada trama cada vez que el guión puede decaer en trivialidades. Especialmente bastan tres escenarios para lograr esto en más de dos horas, al igual que dotar de cierta razón de ser a algunos personajes que parecen "de relleno" (ver spoiler).
También funciona la química de sus dos atractivos protagonistas, Paul Newman y Julie Andrews (alejada aquí del musical), los cuales curiosamente no volvieron a trabajar con Hitchcock.
Además, la película contiene unos cuantos mensajes a propósito de la Guerra Fría, realizando una crítica política a la misma dentro del contexto de la "fuga de cerebros" de brillantes científicos de ambos lados del Telón de Acero.

"Agárralo como puedas" es, para mí, la mejor comedia de Leslie Nielsen y una de las más destacadas de los hermanos Zucker y Jim Abrahams. Recomiendo verla sin cortes publicitarios, para no perder el hilo de una trama graciosísima, que parodia a esas películas de intriga policial que cualquiera puede recordar, además de las habituales referencias a otros films. Además, Priscilla Presley es una grata sorpresa para la vista, pese a no ser una jovencita.
No sé si seré una excepción, pero la he visto varias veces y siempre hay escenas que me hacen reir a carcajada limpia, como:

Entretenida adaptación cinematográfica de la novela homónima del visionario Julio Verne, favorecida en gran parte por los "bichos" gigantes creados por Ray Harryhausen, pionero de los efectos especiales a falta de tecnologías avanzadas por ordenador. Harryhausen volvería a unir su talento en otras colaboraciones con el productor Charles H. Schneer para varias películas auténticamente de aventuras, con actores más o menos desconocidos, pero de notable calidad (como la maravillosa "Jasón y los argonautas").
"La isla misteriosa" de Cy Endfield no es una cinta de guión impecable, pues contiene algunos fallos y se han modificado varios personajes, aunque se deja ver con agrado por su amenidad. Lo menos acertado quizá sea la elección de Herbert Lom para dar vida al Capitán Nemo, no tan convincente como James Mason en "Veinte mil leguas de viaje submarino", de Richard Fleischer . A su favor, la banda sonora de Bernard Herrmann, que dota de misterio e intriga a la trama.

Basada en hecho reales, "Expreso de Andalucía" tiene poco que envidiar al cine negro norteamericano de aquella época. Un guión magnífico, unos actores que cumplen con creces en su papel y una trama entretenida y que no se hace pesada consiguen que olvides cualquier película mítica del género. Está muy lograda sobre todo esa sensación que vivimos con los artífices del atraco de que, una vez que ya se ha comenzado con el plan, es muy complicado frenar a tiempo (de ahí el título de mi crítica, jugando con el descarrilamiento de un tren).
A excepción de Carlos Casaravilla - a quien ya conocía por aquel taimado chantajista de "Muerte de un ciclista" -, me han sorprendido gratamente las actuaciones de un jovencísimo Vicente Parra y especialmente de esa pareja formada por Jorge Mistral y Mara Berni. El primero, porque se aleja del arquetipo de galán para interpretar un personaje con muchos matices que evoluciona hacia ese descarrilamiento por una razón obvia: La segunda (ver spoiler)
Mi nota: 7,7