Se trata de un argumento original porque es llevado al límite. Todos sabemos qué son los "reality shows", pero pensar en hacer uno desde la cuna, con los padres de acuerdo, con todo un presupuesto dedicado durante años a eso, etc. no deja de ser chocante, y bueno, un tanto inverosímil, a día de hoy, pero quién sabe qué nos puede deparar el futuro ficción de las comunicaciones.

Después, elegir a Jim Carrey para el papel es como decir, si queremos alguien con cara de ingenuo y que se meta de verdad en este rol, éste es nuestro actor. La primera parte del film es un tanto previsible, puesto que el guión te va dejando que adivines de qué va todo el asunto. Es en la segunda parte, cuando realmente el protagonista comienza a adivinar "cosas" cuando la acción adquiere un ritmo trepidante con ese sorprendente final, difícil de imaginar.

Y tampoco es cuestión ahora de descubrir a uno de los mejores y más intensos secundarios que dio Hollywood nunca, Ed Harris, realmente magnífico en su doble papel de "showman" y de cerebro gris de toda la operación televisiva (más bien deberíamos decir "comunicativa").

Porque al fin, se trata de una cuestión de cómo dar estímulos nuevos a los espectadores, y lo que en principio parece un "gran engaño" no deja de ser un entretenimiento fútil comparado con las grandes mentiras del mundo real.

Bueno, le pongo un aceptable porque después de todo no es tan grandilocuente como otras del mismo estilo, casi siempre pelis europeas pretenciosas, que quieren jugar con la cámara sin saber bien a qué, o que pretenden "arreglar" el mundo con unas cuantas frases pretenciosas, con decir que ni la pude terminar la primera vez porque me aburría ya casi queda todo dicho, por mi parte, claro está de forma subjetiva, y sin haber visto las dos anteriores, pero creo que son independientes, por todo lo que he leído.

También aceptable porque los actores están bien, y tiene algunas escenas buenas, pese a todo, le falta lo fundamental, contar una historia interesante y estimulante sin necesidad de hacer "protagonista" a la cámara o "vedette" al director.

Dos seres apasionados deciden entablar relaciones, pero pertenecen a mundos sociales distintos, lo que da pie a un complejo juego amoroso que la dirección resuelve con eficacia y simplicidad, basándose en un guión ajustado y preciso.

La fotografía es un tanto deficiente, así como la banda sonora, pero es que también hay que tener en cuenta que se trata de una producción de presupuesto limitado.

Lo malo de este tipo de películas es que son reiterativas hasta el hartazgo, se pusieron de moda en los 90, y no han dejado de estar de moda, y hasta tal punto son reiterativas que ya intuyes lo que va a pasar, e intuyes (¿cómo no?) que te van a querer marear con un final inesperado, y simplemente te lo esperas todo.

Si están más o menos bien hechas, entretienen, eso sí, pero poco más, y si las ves más de una vez la nota baja en picado, porque todo te suena a visto y revisto. La sombra de "El Golpe" es alargada, sí, pero lo que en aquella es originalidad y finura, en ésta se torna copia de copia, y menos mal que algunos buenos actores la sostienen, casi sin quererlo. El guión es bastante deficienten, tanto por los diálogos por las situaciones. Ya digo, salvada por la dirección y las actuaciones de los actores, por la campana, vaya ...

Historia efectista más que efectiva, con un tópico final, y un desarrollo sin demasiado interés, salvo el de saber cuándo Brad va a hacer de las suyas. De estudio no tiene nada, hay mucho mejores películas sobre esta temática. Técnicamente está bien y los actores son efectivos, aunque desde luego Brad no infunde el respeto que De Niro en "El cabo del miedo". Aceptable para pasar el rato, sin más pretensiones.