A ver, chito, que empieza: huy, es una peli para niños... No importa. Hay pelis para niños que son una gozada. Cierra la boca. Anda, qué bonito, mira cuánto colorín colorado se me ha quedado el culo helado. Calla, coño. Zzzzzzz... ¡El unicornio de Blade Friki Runner! ¡Yupiii! Te cruzo la cara, verás.

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No emociona. No convence. No me gusta madrugar. La música no está a la altura, si es que llega a haber altura en algún momento. El protagonista es antipático. La pobre Claire da risa. Mi abuela quiere que la incineren. El tufillo de telefilm te persigue durante toda la película y se te pega a la ropa como el humo del tabaco. Chorradas puntuales e innecesarias que sólo contribuyen a bajar el listón. Fotografía de andar por casa. Y lo peor de todo: nada nuevo.

Admirable, acojonante. Adrenalina pura: la madre dobla, y la voz en off nos cuenta entonces un poco quién era ella, la hija, y luego sale el padre en el trabajo, y los compañeros de curro le dicen que si se va con ellos de bareta, pero el prota declina la invitación porque ha de volver a casa, que tiene las crías y la abuela chunga y tal, y justo entonces sale un ninja del tejado, y otro de detrás de un matorral, y le disparan cohetes por el culo, y una monja loca da una voltereta y empieza a cruzarle el careto a hostias limpias, y cuatro payasos de circo dan un bote desde un carro de paja y se le montan en la cabeza, y venga hostias, y luego...

...Y luego me dan un empujón que casi me cago del susto. "No te duermas en el sofá, que te vas a torcer el cuello. Vete a la cama, anda".

Menudo truñazo.

La sinopsis engancha: tema de actualidad, de los que hacen sangrar la hemorroide; adolescencia y violencia son una garantía para desplumar a la peña en la taquilla. Otra cosa es que el director no tenga ni reputa idea de lo que es hacer cine, o de lo que significa dirigir a actores. O ni siquiera de distinguir a un actor de un sacamocos.

Bonito truco el de usar un argumento potente para atraer al público. Bonito truco, sí. Cobarde y oportunista, también. Y mezquino. Y miserable.

Y otra cosa más: muchos espectadores abandonan basuras como ésta a los veinte minutos de metraje, que no es poco, pero no se les puede acusar de impacientes ni de carecer de criterio. Que nadie se engañe: no sirve pensar que lo bueno está por llegar, que la auténtica esencia viene después, que es pronto, aguanta que luego mola más… Si empiezas a comerte un bocadillo y sabe a mierda, no creo que sigas masticando con la esperanza de que mejore.

No hace falta irse tan lejos para conocer montones de dramas similares (reales) de niños y adolescentes. Abandono y despreocupación por parte de padres y familiares, drogas, prostitución forzada o necesaria, miseria... Una putada. Y el que no coincida en que semejante panorama es eso, una putada, es un animal con unos cuernos de a metro. Un malnacido.

Pero eso es una cosa, y otra muy distinta es darle créditos a una peli por el mero hecho de reflejar ese calvario en su trama. En una escala de 1 a 10, y manteniendo los parámetros del criterio de la peña que ha adjudicado un 9 y un 10 a esta cinta, ¿qué puñetas damos a películas como "Disparando a perros", "Hotel Rwanda" o "Ciudad de Dios"? ¿Qué coño les damos a éstas? ¿Un 400?

"Lilya forever" es un telefilm de sábado nublao, de ésos que dan un sopor de agárrate que viene una curva del copón. Floja de pegar un bote y salir corriendo. El personaje de la madre, que me ha recordado sospechosamente a la Teniente O'Neil, no se aguanta ni con pegamento. Al novio de la madre (que lo conoció a través de una... venga ya, joder) lo he visto en un montón de pelis malas, haciendo de malote cabrón con un palillo en la boca, dentro de un coche negro ("me liamo Nikolai y voy a matarrrrrrrte".) El planteamiento con el que arranca la peli da risa; es facilón y trillado. Y la amiga no es un cliché, no. Y el chavalín no es otro cliché, qué va. Y la vecina vieja tampoco. La peli no está mal rodada, no. La peli no es un truño.

Si Spielberg, con el pretexto de reflejar el holocausto, hubiera hecho una peli cutre en vez de "La lista de Schindler", se lo habrían merendao los demonios. Lo habrían colgado de la cornisa del Empire State, y, seguramente, aún estaría allí. Pero como "Lilya cutrever" es cine gafapasta... Pues lo de siempre.

Que me dejes, hombre.