Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Daverunner
<< 1 2 3 4 10 36 >>
Críticas 176
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
27 de diciembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Basado en un relato corto de Frederic Forsyth, Alfonso Cuarón produce un mediometraje dirigido por el veterano Ian Softley, que durante algo menos de 40 minutos consigue sobrecoger y emocionar al espectador con su certera narración. Con una banda sonora perfecta que acentúa el dramatismo de la historia, Softley impregna de un clasicismo propio de Michael Powell la historia de este joven piloto que se debate entre la vida y la muerte.

Además de la gran carga dramática y emotiva del filme, este es muy potente visualmente. La acción transcurre durante la noche de Nochebuena y durante el 90% del metraje, un perfecto cielo estrellado es el fondo perfecto de la acción. Con una interpretación muy acertada de Ben Radcliffe que en una primera visualización me pareció poco expresivo, pero la segunda vez que vi la película su trabajo me convenció, desesperado cuando intenta buscar una solución y contenido cuando acepta su fatal destino.

Acompañando al joven actor, dos veteranos como John Travolta y Steven Mackintosh aportan su calidad y buen hacer llevando la carga emotiva del filme. Una película, o mediometraje en este caso, que, al ser estrenado directamente en televisión, puede pasar desapercibido y ser rápidamente sepultado en la amplia oferta de diversas plataformas a las que podemos acceder desde nuestros hogares. Esta en concreto se encuentra en Disney+.

El guía es una pequeña joya, entrañable, inquietante y conmovedora. Un relato espiritual que homenajea a todos aquellos pilotos que se jugaron el pellejo durante la II Guerra Mundial y a los que tanto debemos aún hoy en día. Un relato que podría formar parte del recomendable libro escrito por John Geiger -El Tercer hombre- o que podría haber sido un capítulo de aquella recomendable serie encabezada por Steven Spielberg -Cuentos asombrosos-. En definitiva, una muy recomendable opción para disfrutar en estas navidades frente al televisor. Cine de calidad para todos los públicos.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
11 de diciembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Si algo tiene el séptimo arte es magia. Que todos tus problemas, preocupaciones o el runrún diario desaparezcan mientras disfrutas de una película, que la ficción parezca realidad y que el espectador pueda viajar hacia momentos del pasado o del futuro solo se consigue con el cine y con la literatura. Ambas expresiones del arte tienen esa capacidad, pero los resultados que consigue el celuloide son instantáneos, inmediatos.
Y en eso de contar historias, Joe Dante era uno de los buenos. Creador de maravillas como Gremlins, El Chip Prodigioso o Matinee, el director estadounidense dotaba a sus trabajos de algo especial, algo que no todos los cineastas poseen, y eso es encanto. El encanto como tal, no existe en las escuelas de directores. O tienes esa capacidad para plasmarlo en tu obra o no la tienes, no hay más. Y como atributo puede no parecer gran cosa desde el punto de vista artístico, desde un punto de vista puramente cinematográfico. Pero puede tapar algunas carencias. Y este es uno de esos casos.

Porque Exploradores tiene muchos puntos débiles. Partiendo de una premisa irreal pero muy interesante e incluso atractiva, el desarrollo de la idea no es acertado. El comienzo es prometedor, pero a medida que avanza se le ven las costuras a la película. De los tres personajes principales -Ben, Wolfgang y Darren-, sobre los que recae el peso de la trama, no están bien desarrollados. Especialmente el caso de Darren, del que al inicio se deja entrever problemas familiares en los que luego no se ahonda, dejando a dicho personaje incompleto. El personaje de Dick Miller, como un piloto de helicóptero, que tiene dos frases con calado que parece que le van a dar más peso en la trama y de repente, desaparece de la misma.

El filme prescinde de cualquier historia secundaria así como de todas las posibles motivaciones de parte de los protagonistas. La explicación a este hecho se encuentra en la sala de montaje, ya que más de una hora fue desechada del montaje final provocando el enfado de Joe Dante. Y aún así, funciona. ¿Por qué? Porque tiene mucho encanto.
Desde los efectos especiales ochenteros a cargo de un maestro en la materia como es Rob Bottin, la banda sonora de un histórico como Jerry Goldsmith y el trabajo de unos intérpretes que se ponían frente a la cámara, Exploradores posee una inocencia que la hacen tremendamente atractiva para el espectador. Este empatizará con la amistad entre los tres adolescentes, inadaptados en el instituto y que encuentran en el grupo que forman la seguridad para afrontar sus problemas diarios. Disfrutará con la elaboración de la nave, con la visita nocturna al desguace y, por último, la parte en el espacio con las divertidas criaturas que encuentran.

Nos encontramos con un filme para relajarnos frente a la pantalla, pasar por encima de los defectos que tiene y disfrutar como un niño. Y quizá para los niños o adolescentes actuales sea difícil empatizar con una obra de este estilo. O quizá no, y ahí resida de nuevo parte de la magia del cine. Sea como fuere, Exploradores es un título a reivindicar dentro, no solo de la filmografía de un autor clave en los años ochenta como es Joe Dante, sino del cine juvenil y fantástico que afloró durante dicha década.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
6 de diciembre de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
En 1972 se estrenaba, para la pequeña pantalla, El vampiro de la noche, un telefilm de 74 minutos que posee todos los ingredientes para gustar tanto a los amantes del género de terror como a los menos entusiastas del mismo. Una mezcla de thriller, terror y comedia elaborada a la antigua usanza, pero con mucha frescura.

El filme posee un ritmo endiablado, que aporta originalidad a una historia vampírica vista muchas veces en pantalla. La combinación del maligno ser que se alimenta de sangre con extraños asesinatos que traen en jaque a la policía de Las Vegas es un completo acierto de guion. Y el lugar escogido para la narración de los hechos, esa ciudad conocida como la ciudad del pecado, es el mejor escenario para esta historia moderna sobre el mito del vampiro.

Volviendo al ritmo, hay que resaltar el manejo de la cámara, moviéndose a gran velocidad y que en los primeros minutos podría llegar a aturdir, pero que sin dejar ni un solo momento de relajación al espectador hace que la obra se pase en un visto y no visto. Los asesinatos y la consiguiente investigación de los mismos van atrapando al espectador y cuando estos se van repitiendo, nos presentan al vampiro. La aparición del peculiar asesino hacia la mitad del filme, es otro acierto, sirve como contrapunto entre la parte inicial, la de los asesinatos con el cerco al causante de los mismos.

Pero el principal pilar de la historia es el personaje de Kolchack. Desde el primer momento es fácil que el espectador empatice con el lenguaraz y descarado periodista. La interpretación que hace Darren McGavin fue tan notable, que los productores hicieron posteriormente otro telefilme con el mismo personaje -El estrangulador de la noche- e incluso una serie -Kolchack: The Night Stalker-. El elenco de secundarios cuenta con caras conocidas como Ralph Meeker o Claude Akins, pero es McGavin el que se adueña de la función. Un actor que quizá no tuvo el recorrido o reconocimiento que se merecía, pero que siempre solía brillar. Aeropuerto 77 o Historias de Navidad son testimonios gráficos de ello

Calidad y entretenimiento se dan la mano y, en ese sentido poco más se podría pedir. Pero es que, además, este trabajo encierra una afilada crítica, en este caso hacia la policía, enfatizando en la importancia del trabajo periodístico independiente. Con esa estética setentera que te atrapa desde el primer momento, guion del prestigioso Richard Matheson -atención al auto guiño Belasco- y una acertada combinación de comedia y thriller, El vampiro de la noche es una pequeña joya a reivindicar.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
22 de noviembre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La opera prima de Stuart Gordon reúne todos los ingredientes del aficionado al terror de Serie B: gore, desmembramientos, sangre, violencia y un poco de humor, macabro en muchas ocasiones salpicado de algún desnudo que otro. Un disfrute durante la escasa hora y media que dura la película y que, a pesar de los pocos recursos económicos con los que contaba, hace de este defecto una virtud.

Y es que Stuart Gordon era un director que venía del mundo del teatro. Con un presupuesto tan limitado, tuvo que renunciar a rodar en exteriores. La mayoría de las escenas se reparten entre la casa que comparten el doctor West y el doctor Dan, el hospital en el que trabajan y la morgue donde se acumulan los cuerpos.

Otra posible desventaja que podía presentar el filme es la nula presencia de actores reconocidos para el gran público. A pesar de ello, todos están perfectos. Desde Jeffrey Combs, como un científico obsesionado con conseguir probar, a través de un suero verdoso, que podía revivir a los muertos; hasta David Gale, que se pone en la piel del doctor Hill, un hombre obsesionado, en este caso, con Megan Heasley -Barbara Crampton-, novia del doctor Dan Cain -Bruce Abbott-, una especie de Bruce Campbell en Terroríficamente Muertos y no solo por su parecido físico, sino porque es el que peor lo pasa de todo el metraje.

Llama la atención la banda sonora del filme. Con la intención de homenajear al célebre compositor Bernard Herrmann, Richard Band realiza un descarado plagio de la partitura de Psicosis y ya desde los títulos de crédito iniciales -otro acierto del filme, con esa gama de colores fluorescentes que nos anticipan la presencia del líquido regenerador de vida- el espectador, no necesariamente avezado o experimentado, puede darse cuenta de dónde procede esa música.

Entre muertes violentas y grotescas, vísceras, gatos renacidos salvajes que se enganchan en la espalda, cabezas desmembradas parlantes y muertos agresivos que vuelven a la vida con el único e irracional objetivo de arrasar todo lo que encuentran a su paso, Re-Animator se erige como una joya del cine de género, tremendamente disfrutable y que no deja indiferente.

O te espanta y desagrada o te mantiene pegado al sofá de tu salón -¿quién tuvo la suerte de verla en cines?-. Hora y media de placer cinéfilo -no necesariamente culpable- que es un gran ejemplo de maximización de beneficios o de cómo hacer una gran película con un presupuesto tremendamente minúsculo. Y recuerden, la muerte es solo el principio.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
18 de enero de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Se pueden mezclar el aceite y el agua? ¿Puede el corazón recuperarse tras una dura separación sentimental? ¿Pueden los hombres y las mujeres ser simplemente amigos? Pues a la última pregunta, y quizá, a la segunda, contesten Meg Ryan y Billy Cristal en la fabulosa Cuando Harry encontró a Sally.

Paradigma de la comedia romántica, When Harry met Sally -título original- se mueve entre la comedia de los años 60 y el cine de la década de los 80, con una estructura clásica, que se ve salpicada de la cultura y las situaciones que podían vivir unos yuppies en el Nueva York de finales del siglo XX. A través de una joven pareja de estudiantes que deja Chicago para mudarse a la Gran Manzana y así continuar con sus estudios superiores, Rob Reiner disecciona las relaciones entre hombres y mujeres, desde la amistad al sexo pasando por el amor. Y no necesariamente en ese orden.

Porque Cuando Harry encontró a Sally es una comedia perfecta. Lo es desde el inicio, cuando nos presenta a ambos personajes. Sally, una joven perfeccionista, algo inocente, romántica y discreta. En cambio Harry es un tipo ciertamente engreído, rudo en sus maneras y comentarios, cínico, pesimista, en definitiva un imbécil. Pero ambos tienen que compartir coche para viajar de Chicago a Nueva York. Él sostiene que un hombre y una mujer no pueden ser nunca amigos, ya que siempre estará presente la tensión sexual. Ella no da crédito a esa opinión, pero aguanta el chaparrón estoicamente durante todo el trayecto.

Es ese el primer encuentro de una relación que les hará coincidir y separarse a lo largo de los años. En ese transcurso, ambos maduran, por el paso del tiempo y por los sinsabores sentimentales. Él deja de ser un tipo engreído, tosco, abandonando esa personalidad más propia de un cretino, convirtiéndose así en un tipo más sensato que al inicio de la obra. Ella, a su vez, pierde inevitablemente la candidez de su juventud, mostrándose más segura de sí misma, con mayor autoconocimiento.
Ambos recorren el camino del amor al odio durante toda la película, pero de una forma gozosa. La tensión entre ambos, tanto sentimental como sexual, crece a lo largo de su particular historia sin que el ritmo decaiga en ningún momento. El guion se apoya, muy hábilmente, en declaraciones de parejas, matrimonios cercanos a la tercera edad que cuentan sus inicios, nos explican algunas vicisitudes que han pasado juntos. Reiner salpica la obra con estos testimonios y los utiliza para separar un capítulo de otro como si nos encontrásemos en una novela. Estos matrimonios nos hablan del amor, de su amor y de como lo han vivido.

Amor es el que siente la cámara por Meg Ryan y Billy Crystal. Es posible que ambos intérpretes no hayan estado nunca tan perfectos en una actuación. Hay química entre ellos, parece como si se conocieran de toda la vida. En algunas escenas, Crystal, humorista de profesión y con gran experiencia en el mundo de la televisión, improvisa provocando el nerviosismo de su partenaire. Y funciona a la perfección. Nos regalan una escena que se ha convertido en una de las más icónicas de la historia del cine, la del orgasmo fingido en la cafetería. Como curiosidad, señalar que la mujer que pide lo mismo que está tomando ella es la madre de Rob Reiner.

Y por último, destacar a la ciudad que nunca duerme, a Nueva York. Es un tópico decir que NY se convierte en un personaje más del filme. Pero para eso están los tópicos, para repetirlos y caer en ellos, si puede ser con mesura. Y aquí, la Gran Manzana pasa de ser un marco incomparable en el que se desarrolla la historia a erigirse como un personaje más de la misma. Especialmente en las escenas que se desarrollan durante la Navidad. Es difícil encontrar una urbe que haya lucido más en estas fechas que Nueva York y Cuando Harry encontró a Sally es uno de los mejores ejemplos.

Es, a su vez, un ejemplo de como hacer cine de calidad. De como lo clásico no tiene porqué estar reñido con lo actual y es por ello que el filme que escribió Nora Ephron y dirigió Rob Reiner no ha perdido un ápice de frescura. Tiene, además, un final a la altura del resto de la obra. Un colofón perfecto durante una fiesta de Nochevieja que hace que sea una opción muy disfrutable para estas fechas del año. Para el resto, también. Bienvenidos a una de las mejores comedias de finales de siglo.

Más datos sobre esta y otras películas en argoderse.com
Y en Facebook en la página argodersecine
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 36 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow