Producto edulcorado, una alabanza a la vida y obra del papa Francisco, nos ofrece una visión de su personalidad y contexto en el cual de desarrolló y vive, pero se queda por las ramas... Muy convincente la actuación de Darío Grandinetti.

Un tema harto sensible, desgarrador y controvertido, es elevado a un acto sublime de amor, con un lirismo tal, que quedamos sin aliento y a la vez llenos de paz y agradecidos. Su factura y actuaciones impecables hacen de esta obra algo digno de ver y recordar.

Una idea original absurda pero genial, sustentada por la mano maestra de Steven Spielberg y el habitual desempeño histriónico de Tom Hanks, insuperable y convincente hasta no más, hacen de esta historia un deleite y una razón para reir de buena gana.

Realmente considero que es una película para adolescentes y aunque aborda un tema muy delicado e importante en la vida de toda persona, a la luz de mis años, me resulta insustancial.

Película profundamente conmovedora, una oda a la amistad con un desenlace sorprendente y genial, sustentada, entre otros valores, por su excelente guión y la fabulosa actuación de Darín y Javier Cámara.