La música es muy adecuada. Y poco más positivo se puede decir de esta película...bueno si, que su final queda abierto y que las escenas sexuales relevantes están bien hechas, ya no sólo son dos besos sin lengua y unas manos que se deslizan por debajo de la ropa, buscando el orgasmo fácil y c'est fini...el sexo lésbico en loving Annabelle se acerca a la realidad. Igual es por eso por lo que he sido generosa con la nota.
¿El resto? Diálogos en exceso forzados para el encuentro ( ¿dónde se han visto esas confianzas casi a la primera de cambio y desafiando todas las jerarquías?), tópicos a más no poder:la santurrona, la mala, la marginada, la guay..., la profesora torturada bajo unos motivos un tanto absurdos sobre cómo no asumir la pérdida del amor...lo ridículo no es eso, sino que una niñata a la que parece que le ha chupado el pelo una vaca (¡por el amor de Venus!, ¿es que no había nadie en estilismo, peluquería, vestuario... que dijera que los mechones frontales de Anabelle brillan más que el sol ajustándose cual gorro de baño en su cabeza?

Habrá que ver Madchen in uniform para comparar...pero me juego una uña a que es difícil tener unas situaciones/diálogos tan absurdos.

Fantástica y cruda película. Con un presupuesto ínfimo y sin niguna repercusión en el panorama cinematográfico Claver consigue elabrar un preciado documento de un tema apenas tratado en el cine: la homosexualidad en el franquismo, la crueldad/ignorancia de la sociedad y los escalofriantes métodos usados para "ayudar" a los "desviados". La historia es muy intensa y francamente dura, de esas que te encogen el corazón y te hace llorar sin poder evitarlo, eso sí, sin caer en la sensiblería fácil a la que nos tienen acostumbrados. Pero sobretodo es una historia de amor y resistencia a todo y a todos hasta el final.

No puedo poner un solo pero a las interpretaciones que me parecen magníficas, de hecho no se me ocurren otras actrices que pudieran hacerlo mejor, ni a las situaciones, ni al guión. Es una de las mejores películas españolas que he visto (de hecho ahora no se me ocurre ninguna mejor) y si tengo que hacer un top de películas LGBT esta estaría seguramente entre las 5 primeras, muy por encima de otras superproducciones con mucha más fama, publicidad y presupuesto. En definitiva, una perla del cine estatal que incomprensiblemente (quizás por la cuestión homosexual, pero habría que tener en cuenta que es historia reciente del país que no debería caer en el olvido) ha pasado bastante desapercibida. Si tenéis la oportunidad de verla o la tenéis "al alcance de la mano" (vosotros ya me entendéis) no paséis de largo. Merece la pena.

Nos encontramos frente a una comedia estándar de los años noventa de menor repercusión - y probablemente menor calidad, entendiendo calidad en una comedia a la cantidad de veces que te puedes reir en un episodio siendo una persona "normal" - que Friends, el Príncipe de Bel Air, Seinfield o Fraisier, que son auténticos números uno en esa década. Ese peldaño por debajo respecto a las otras sitcoms se debe principalmente a que se emplea un humor menos bestia que las antes mencionadas, y que además, cuenta con sólo un personaje central: Ellen, que aun no había alcanzado el nivel de show woman mundial que tiene ahora. Aun así ya apuntaba maneras y humor inteligente y original hay a raudales. Si tuviera que compararla con otra, diría que es un poco la hermana mayor e inocentona de Will & Grace.

Pero esta serie pasará a la historia como sus contemporáneas "cracks" por otro motivo: The Puppy episode, un episodio mítico para la televisión y para la sociedad; americana primero, mundial después. Porque en ese episodio la creadora, responsable, guionista y protagonista de la serie, Ellen DeGeneres, aprovecha para hacer salir del armario a su personaje - y ya de paso a ella también- después de pasarse varias temporadas en el limbo sentimental. Aunque bueno, ahora si vuelvo a ver la serie lo notaría a la legua, pero ya no tiene mérito descubrirlo...antes eran otros tiempos.

Así que, recapitulando, la buena de Ellen puso toda la carne en el asador; se jugó su carrera a una carta, siendo una mujer y cuando no estaba de moda tener lesbianas hasta en los documentales de focas monje, y fue pionera en algo tan arriesgado. Inicialmente todos lo aplaudieron y le dieron el parabien, la ABC le concedió otra temporada pero ya se encargó de cambiar mil veces de dia y hora la serie hasta conseguir cargársela...y con ella la carrera de DeGeneres. Afortunadamente Ellen es una mujer talentosa e inteligente y como el ave Fénix resurgió de sus cenizas reinventada y ahi sigue, con su propio Show en prime time.

Como dicen en el anuncio: crear una serie así vale un seis, hacer lo que miss DeGeneres hizo, no tiene precio.

Habré visto esta película más de 10 veces y seguramente la vea muchas más. Lo reconozco, es especial para mí. Sé que mucha gente no la valorará como merece porque se suele alejar bastante de la realidad, pero ¿acaso es muy real que un magnate de los negocios se enamore y retire a una prostituta que contrata para un rato? ¿o que puedas despedirte de tu fallecido amor mediante una vidente, descubriéndote además porqué murió? Pues no señores, quizás porque no es eso lo que se pretende en ningún momento o porque simplemente la realidad siempre supera a la ficción, por lo que todo es posible. Ambas referencias, Pretty woman y Ghost, son "clásicos" del cine comercial y esta película aunque nunca alcanzará el título de clásico por no tener tanta repercusión como las antes mencionadas ni el marketing de otras, es una muy buena película en su terreno, lo comercial y endulzado. No todo tienen porqué ser dramones ni historias imposibles, a veces el ser humano necesita tumbarse en el sofá y creer en historias de Cenicientas y Blancanieves para tomar impulso y seguir adelante. Algunos van a las iglesias para encontrar las fuerzas para seguir, otros recurrimos al cine.

El plantel de actores es bastante destacable y desde H hasta Coop bordan sus papeles, quedando un pelín atrás Piper Perabo, a la que prometo que no tengo tirria, pero la veo un poco encasillada en su papel de niña dulce (su mejor trabajo y por mucho, sigue siendo Lost and delirious). Y Lena Headey luce espléndida, marcando época en el cine lésbico...por fin una lesbiana sin camisa de cuadros (no se me ofendan las que la usen) ni dilemas existenciales por su sexualidad ni fomentando el tópico de la promiscuidad. No os quiero engañar, reitero que es una comedia muy dulce, no hay nadie malo ni retorcido ni vengativo y ella es la novia perfecta.

El final es previsible (típico en este género) pero no por ello se desarrolla de manera tediosa, al revés, es tremendamente agradable de ver y en cada visionado que hago vuelvo a encontrarme y a reirme con algún comentario del guión, plagado de ese delicioso y peculiar humor inglés y bastante ironía.

En definitiva, un "must" para mi colección y para otr@s muchos soñadores que siguen creyendo en historias de princesas/príncipes azules.

Vaya por delante que ví esta película porque salia la Page, que a pesar de su juventud no tiene mal ojo para elegir proyectos. Al leer el argumento de la película y ver los primeros minutos sentí que estaba ante obra como Memento o Irreversible , que aunque de diversa calidad, arriesgaban mucho en el trato del espacio/tiempo...a veces estos presuntuosos experimentos salen bien y otras, como creo que es este caso, resultan un poco cansinos.

No puedo ponerle un pero al argumento ni a la interpretación de la joven canadiense, la película es tremendamente intensa y a ratos produce verdadera desazón, es por ello por lo que la recomiendo, aunque sería bueno ir sin demasiadas expectativas y dejar que la película te empape, creo que es una de esas que o se adoran o resultan un tanto pesadas.

Por cierto...por mí le pondría un 6,5, pero como no se puede he tirado para arriba.