Un día aparentemente normal. Suena el teléfono. Lola tiene que conseguir una elevada suma de dinero en cuestión de unos minutos para salvar la vida de su novio, Many, ya que éste ha perdido una bolsa llena de dinero que poseía siendo tan sólo un intermediario en un asunto ilegal. ¿Qué hace ella? Sale corriendo de su casa en busca de la única solución del problema que se le ha presentado de improviso.
Ganadora del Premio del Público en el aclamado Festival de Sundance, "Corre Lola, corre" supone una apuesta tanto técnica como argumental del director alemán Tom Tykwer, realizador también de la reciente "El perfume: historia de un asesino".
A lo mejor alguien podría decir que durante el film lo único que se ve es a una chica pelirroja corriendo sin parar; obviamente agobiadísima por la presión a la que se encuentra sometida en todo el tiempo que abarca la película; pero es ese agobio el que marca en muchas partes el desarrollo técnico de la cinta, como lo son, por ejemplo, los enormes gritos de Lola. Técnicamente no tiene ningún desperdicio: la dirección, el montaje y los efectos son perfectos. Es muy buena la manera de llevar el metraje por parte de Tykwer, con un ritmo excelente, que le da una atmósfera de intriga e inseguridad al espectador tremendamente fuerte.
El trato temporal que tiene la historia resulta muy interesante, y sobre todo, muy original; y de esta temporalidad es de donde sale la idea principal que engloba a esta película según mi punto de vista. Las cosas no salen nunca como uno quiere, lo que nos lleva a preguntarnos cuestiones tan descargadas de sentido como el más que mítico "¿y si esto hubiese sido de esta forma y no tal y como fue?", y es ahí cuando nos imaginamos qué habríamos hecho para que nuestras ideas funcionasen, pero para eso quizá tendríamos que vivir esa situación dos o tres veces. ¿Conseguiríamos así lo que queremos? Tal vez. Lo mejor que podemos hacer es imaginarnos cómo pudo haber sido y calcarlo en celuloide, tal y como se hace en esta producción alemana que recomiendo (y con mayúsculas) a todo el mundo.

La verdad es que "La Guerra de los Mundos" cae en el lado de los fracasos en la filmografía de Steven Spielberg. Esta superproducción, que tuvo un rodaje de un secretismo muy considerable, supuso, una vez más, la consagración de su director como gran narrador de historias y también del magnífico equipo que le rodea a la hora de llevar a cabo sus películas en los últimos años; y con esto me refiero a, por ejemplo, la excelente trabajo fotográfico del genio Janusz Kaminski, habitual colaborador de Spielberg en dicho aspecto desde que éste último rodó "La lista de Schindler" ( aunque en "Parque Jurásico" trabajó con un otro ex-colaborador suyo: Dean Cundey). Con lo cuál, nos encontramos ante un fracaso total de la trama, que se ve interrumpida, por muy extraño y obvio que parezca decirlo, con un final completamente repentino. En cuanto a las interpretaciones y personajes me quedo con Tim Robbins, y todo lo contrario hago con Tom Cruise y su hijo en la ficción. Lo único positivo que saco del guión se halla en que se trata de una invasión extraterrestre muy realista ( ¿dónde está el personaje del presidente de los Estados Unidos?), principalmente por la confusión que reina en el ambiente, ya que nadie sabe qué es exactamente lo que les está atacando y la única información que poseen los terrícolas son las leyendas urbanas que circulan entre lengua y lengua.
Los excelentes efectos especiales ( siempre así en las cintas spielberguianas), la magnífica fotografía y los impecables movimientos de cámara ( por ejemplo, los travellings del principio de la huida en la furgoneta) es lo único provechoso que podemos sacar de esta taquillera y mediocre película.

Con una perfecta puesta en escena y por medio de unas interpretaciones magníficas de sus tres protagonistas ( De Niro, Liotta y Pesci), Scorsese narra una historia de criminales con su característica violencia y de gran destreza cinematográfica en todos los aspectos. Refleja la idea de aquello que siempre has querido llegar a ser, y que nunca acaba como uno se espera. Un merecidísimo Oscar para Joe Pesci ( también lo hubiese sido sin duda para la película y su director ). Imprescindible.

Situémonos en las navidades del año pasado. La verdad es que nunca había visto un film de Mr. Allen, pero tras leer ciertos artículos que hablaban sobre esta obra maestra como una de las mejores del cineasta y también algo muy diferente a lo que había hecho antes, me decidí a ir a verla al cine una noche. ¿Qué decir? Salí del cine con un único objetivo: hablar con alguien sobre la película ( y sobre todo recomendarla). Salí del cine sin uñas, encantado, sin creerme aún como me podía haber gustado tanto.
"Match Point" supone la vuelta de su director a su majestuosa labor como narrador de historias dramáticas. Es una película sobre la propia vida, sobre el papel que puede jugar la suerte en ella; y tal y como lo dice Chris (Jonathan Rhys-Meyers) al principio de la película: sobre la esencia de la vida. ¿Y qué es la esencia de la vida? La suerte. Esto se demuestra en la escena del anillo, en la que no sólo se hace una clara referencia al trasfondo y principal tema de la cinta, si no que Allen nos deleita con una vuelta atrás hacia la primera secuencia de la misma de una manera magistral. También cabe mencionar (y con razón) a los protagonistas principales: unos imponentes Jonathan Rhys-Meyers y Scarlett Johansson. La tensión que desprende y a la que es sometida el personaje de Chris es sorprendente, al igual que la sensualidad que posee Nolah. Otro factor a tener en cuenta, por lo menos para mí, es la utilización de música clásica y ópera en toda la banda sonora, lo cuál le da más vida a esta cruda y original historia.
Pero lo que sin duda está por encima de todo es el gran trabajo de Woody Allen como guionista del film, y sin olvidar tampoco su labor como director, en la que la sencillez es, quizás, lo que hace tan buena a esta película. Dicho libreto literario le valió su última nominación al Oscar de la Academia hasta la fecha en la categoría, obviamente, de Mejor Guión Original.
Esperemos que Woody nos vuelva a sorprender algún día como lo hizo con esta gran película.

Impactante, bella, natural, artificial, habitada, humanizada, comunicada, incomunicada, deshumanizada... Éstas sólo son algunas de las ideas acerca de la Tierra y nuestro habitar en ella que pasan a través de nuestra cabeza desde el comienzo de este excepcional documental.
Las poderosas imágenes acompañadas de una genial música de Philip Glass, más una fuerte carga crítica presente en cada uno de los planos que contemplamos, hace que al terminar de ver "Koyaanisqatsi", una extraña sensación física nos recorra de arriba a abajo.
Yo creo que es nuestro cuerpo, instintivamente.
Está pidiendo ayuda.