Tal vez la nota de este cortometraje tendría que ser un 10; y no cabe duda que para la época es la nota adecuada. Para George Méliès, experto ilusionista francés, el cinematógrafo fue como otra de esos aspectos que ayudarían, y este más que ningún otro, a mejorar sus trucos de "magia"; pero lo que para este parisino comenzó siendo un aparato con el que recrear trucos impresionantes para la época, acabó siendo un soporte en el que se podían llegar a contar historias fascinantes; y una de éstas es "Viaje a la Luna". A pesar de su enorme teatralidad, hablando desde los decorados hasta las gesticualciones e interpretaciones de los actores y actrices, Mélìès comienza lo que algún día serán las grandes producciones en cuanto a presupuesto , decorados y efectos especiales se refiere; y lo que, también, algún día le dejó arruinado.
Nos encontramos ante uno de los mejores cortometrajes de este visionario, que un día vio en el grandioso invento de los hermanos Lumiére un aparato con el que conquistar y entretener al público. Hay que destacar que en unos 16 años rodó unas 500 breves películas, de las cuáles se ha perdido una buena parte.

"Pradolongo" es, sin duda alguna, el peor ejercicio cinematográfico que he visto en mi vida. Antes de nada, me gustaría subrayar la vergüenza que me produce esta "película" como gallego que soy, y de que la cinematografía gallega actual se identifique en el resto de España con este film (Espero estar equivocándome).
Su conjunto de clichés, sus estúpidos diálogos y sus pésimas interpretaciones se suman a una realización sin precedentes: plagada de saltos de eje, malísimas angulaciones y de un raccord inexistente. Destaco también su tratamiento de iluminación, que es extremadamente malo, sin ningún tipo de continiudad y que hace que los fondos de los exteriores parezcan auténticos cromas.
Yo no soy el que le ha puesto esas notas de las que la "película" goza en esta web, pero tal vez esas personas se han sentido realizadas con ese estilo inexistente y vacío del film, junto a un ritmo sin sentido, que no está presente, que no existe: da la impresión de que no está pasando nada, y la manera de narrar es simple y llanamente MALA. La falta de recursos narrativos y expresivos cinematográficos es constante, y cuando se intenta dar con ellos, se fracasa.
Un insulto para aquellos a los que le gusta el cine y una pena para aquellos que se quedaron sin la subvención de la Xunta de Galicia (y de otras partes de la Administración) que sí obtuvo esta "película".
Sólo espero que no se repitan patrañas como ésta en la cinematografía gallega (y española) (y de todo el mundo)

En sus entretenidas dos horas de duración asistimos a un retrato de un maestro, un cineasta único que supo marcar tendencias completamente novedosas en el Hollywood de la segunda mitad del siglo XX, ganándose para muchos cinéfilos (incluyéndome a mi) un sitio entre esos pocos "genios".
Este documental posee un análisis tanto personal como profesional que nos muestra una de las carreras cinematográficas menos prolíficas pero a la vez más contundentes de la historia del cine.
Sin duda, una de las grandes ventajas de este documental es su acercamiento personal a esta figura única y controvertida, a la vez que tenemos ante nosotros una especia de breves "making of" de cada una de las 13 películas que componen su filmografía, lo cuál es, ante cualquier fan de Stanley Kubrick, un aspecto muy importante a destacar.
Humanizando a este polémico artista, el documental se alimenta de una fuerza narrativa y emotiva que sólo sus admiradores podrán saborear.
Una pequeña joya de la que se puede aprender más de lo que puede parecer a simple vista.

Sin duda alguna un film en que Leone realiza un canto a la amistad narrado a través de un grupo de amigos que van desde lo más bajo de las calle neoyorquinas hasta lo más alto de las mismas. Las imágenes de las que Robert De Niro o James Woods son merecidamente dueños ( debido a sus excelentes interpretaciones ), son sin duda alguna una nostálgica referencia al paso del tiempo, que es mostrado perfectamente a por medio del brillante montaje ( y desde luego guión) de Érase una vez en América. Obra maestra.

Misterioso asesinato en Manhattan" es una de las películas que me más me ha gustado de Woody Allen, este genio neoyorkino (más concretamente de Brooklyn) que se ha convertido en uno de los únicos cineastas con carta blanca para llevar a cabo sus proyectos, con lo que lleva unos cuantos años estrenando una película por cada uno de ellos. Siempre nos presenta sus filmes con historias originales, ingeniosas, que nos hacen pensar que sí, sí que es una película de Woody Allen; consiguiéndolo hasta por lo menos su última cinta estrenada hasta la fecha: "Scoop", a la que ciertos críticos han comparado con la película dueña de esta crítica.
Esta película nos muestra la historia de un matrimonio en la que la mujer, Carol, tras ciertos hechos misteriosos, cree que su vecino ha matado a su esposa, con lo que la intriga creada a partir de ello le lleva a romper la monotonía que hasta entonces llevaba y a investigarlo, casi como si de un juego de investigación se tratase. A partir de entonces, Woody Allen nos sumerge en un hilo argumental marcado por la intriga y por sus característicos diálogos, consiguiendo así crear una atmósfera de sin-sentidos que se verán resueltos (o no) a medida que transcurre la película.
A su vez, esta película rodada en 1993 y que también protagonizaron, entre otros, el propio Allen, Allan Alda o Anjelica Huston es un ejemplo a seguir tanto estéticamente como en su, tal vez, verdadero trasfondo. Con esto me refiero en primer lugar a los planos sugeridos por el director, con un empeño en lo cuadrado que llega incluso a llamar la atención, ejemplificado perfectamente en la secuencia en la que, tras una pantalla de cine, se está proyectando "La dama de Shangai", de Orson Welles, en la que Allen realiza un gran trabajo "jugando" con la gran cantidad de espejos que se encuentran en la sala donde transcurre esta secuencia. En cuanto al verdadero trasfondo, Woody Allen quizá quiera hacer una comparación entre realidad y fantasía, entre realidad y arte, denotado también en esta última secuencia que acabo de comentar, en la que la película que se proyecta juega un papel fundamental para comprender dicho trasfondo.
De todas formas, "Misterioso asesinato en Manhattan" sigue siendo una película muy entretenida, que nos ofrece un clásico papel de Woody Allen con unas espléndidas ( siempre es así si es a su lado) Diane Keaton y Anjelica Huston; y que crea una atmósfera de intriga muy original cargada de ritmo y muy amena, lo cuál le da muchos puntos a este cineasta, uno de los mejores que poseen los Estados Unidos.