Este tipo de películas, en general, y Sáenz de Heredia, en particular, nunca defraudan al espectador... vas con la idea preconcebida de que vas a ver una mojón de película, y, al final, descubre que el film ha sido fiel a tus elucubraciones previas.

Comenzaré diciendo que soy admirador de esa mente privilegiada que es George RR Martin y su obra maestra (inconclusa), además de la literatura y el cine con tramas inspiradas en la Inglaterra medieval.

Mi crítica va dirigida a esta creciente moda de coger novelas épicas y adaptarlas a la pequeña pantalla, lo que supone una importante merma en la fidelidad de la adaptación por motivos de presupuesto.

Una de las mejores adaptaciones de novela medieval es El Nombre de la Rosa, fiel al contenido de la obra escrita. Lo mismo podemos decir de El Señor de los Anillos, que aunque adquiere sus propios giros de la trama, añade aspectos propios inexistentes en la obra y omiten otros que ciertamente son innecesarios en el desarrollo de toda la historia, consigue una adaptación tan creíble que cualquiera que haya leído los libros ve su propia recreación mental en la gran pantalla.

Sin embargo, al visionar adaptaciones para la TV como la de Juego de Tronos o Los Pilares de la Tierra, con presupuestos muy juntitos o, al menos, mucho menores que para un largometraje, siente incompresnsión ante tanta celeridad por sacar una adaptación filmografíca. Porque, ante obras de tanta magnitud, hay que hacer adaptaciones de igual tamaño... O no hacerlas.

Respecto a juego de tronos, quien no haya leído el libro flipará con la ambientación, el vestuario, los diálogos, la interpretación... Pero quienes hemos leído la obra escrita y nos hemos metido tanto en la trama que contamos los días hasta la publicación de la sexta entrega, nos preguntamos (al menos yo, y muchos con quienes he intercambiado opiniones al respecto) la necesidad de hacer una adaptación para la pequeña pantalla, lo que obliga a dar giros extremos y obviar hechos importantes, además de omitir personajes y acortar capítulos, de forma que la serie se convierte en una sucesión de minicapitulos de 5 minutos que saltan sin sentido y hacen que el espectador esté más atento a las escenas de sexo (en el libro las hay pero no tantas... Es mas barato un par de tetas que u a batalla, por ejemplo) que a la trama en sí.

La misma sensación tuve con Los Pilares de la Tierra, sobre todo en la dos últimos capítulos, donde una sucesión de hechos importantes, uno detras de otro y muy de carrerilla, demostraban la falta de presupuesto para hacer un final a corde con el libro.

Por ultimo, si El Señor de los Anillos, de 1200 páginas consigue una adaptación maravillosa, fidedigna y conseguida en un metraje de 10 horas aproximadamente, ¿Por qué no hicieron una adaptación a la gran pantalla de una novela de la misma extensión, en vez de 10 capítulos de una hora cada uno?

Lo quemas me duele es la connivencia de George RR Martin para con, para mi gusto, tan desafortunado intento.