Este documental, avalado por la crítica y premios internacionales (el más destacado en Berlín) supone mirarse en el espejo y ver cómo España, precisamente por transicionar pacíficamente de una dictadura a una democracia, ha dejado en el olvido a víctimas del régimen franquista que claman justicia desesperados mientras el tiempo se agota.

Es una obra muy recomendable, muy dinámica, te tiene en tensión todo el tiempo y fueron muchas las personas en el cine que se emocionaron. Creo que es bastante catártica sobre todo cuando lo que estás viendo es la historia de tu propio país dado que te hace consciente de cuánto dolor ha dejado la Transición y cómo la paz social de ahora se asienta en el dolor de otros.

La fotografía es fantástica (atentos a los planos con las esculturas), la música, y la honestidad que desprende.

Hola,

Al leer vuestras críticas se percibe el descontento generalizado que esta peli ha causado en muchos de vosotros. (Casi todos dais 1 o 2 estrellitas), lo cual me ha sorprendido un poco la verdad.

Supongo que el problema está en las expectativas de cada uno, si lo que esperabais era una broma maestra, obviamente os equivocasteis. La película muestra un retrato gamberro y superficial de la juventud española. Pero es que, ¿acaso la juventud no es superficial?

Obviamente, siempre hay excepciones. Pero está claro que los valores de la juventud actual son cuanto menos cuestionables y que el consumo de drogas está más normalizado de lo que parece. (Sobre todo según en que ambiente te muevas). De ahí que no vea tan descabellados a los personajes.


En fin, en resumen, una película para pasar el tiempo. Desde luego no merece la pena ir a verla al cine, pero es entretenida.

Desde luego es increíble que sea la Ministra de Cultura de este país una de las guionistas... En fin, así va España.

Saludos!