Emotiva y correcta, cine de sentimientos con una base musical importante. Es la primera película española que veo con estas características, y recrea un tipo de género que ya conocemos de otros países. Peca de cierta sensiblería sin la cual el resultado hubiera sido superior y no habría quedado tan edulcorada.

Me recuerda en su emotividad a La fuerza del cariño o El hijo de la novia, sin llegar a esos niveles de guión y actuaciones, aunque resulta grata. Supongo que el Director ha llegado a donde quería.

Comedia liviana del genio neoyorquino. Aquí la genialidad brilla por su ausencia. Cuando me dicen que es un "Allen menor", les pregunto: cuál era el mayor? Lo único que he visto hasta el momento con esa categoría es Match Point.

No entiendo cómo Allen se permite realizar estas películas en una etapa de su vida en donde lo que debería hacer es superarse en cada nuevo proyecto. Hay gente más preparada que él para actuar, y con el apellido solamente no se hace buen cine.

Hay directores que dan lo mejor de sí mismos por dejar plasmado algo que modifique de verdad al público. La idea para ellos es que uno salga del cine distinto a como entró, enriquecido. Buscan trascender, ser recordados por esos minutos de magia y gloria que nos regalan, mostrando un verdadero compromiso con el espectador.

Por eso la superficialidad, los lugares comunes, la repetición película tras película, las "frases ingeniosas", el mismo personaje de siempre y un guión flojo, no pueden de ninguna manera enriquecer.

Existe entre Woody Allen y sus seguidores una complicidad fácilmente ganada. Para mí sus méritos como Director repetitivo, su humor, sus temas recurrentes y su propia capacidad actoral, son más que cuestionables.

No es de las películas argentinas que más me gustan.

Más que la propia película y su argumento, rescataría entonces TODAS las actuaciones individuales, ya que el reparto es de gente súper-profesional, y cada uno ha hecho su trabajo en forma impecable. Particularmente me ha gustado el "pequeño" papel de Renán.

Les cuento: hace una semana ví El Ciudadano Ilustre (también con Oscar Martinez como protagonista) y me encantó. Recién termino de ver Inseparables, y la verdad es que no tiene ni punto de comparación. Nunca me imaginé que éste hombre fuera a hacer una americanada así (aunque sea una remake de cine francés), tan obvia, liviana, previsible y cursi.

Aquí los actores saben lo que han hecho, y que han ido "a la guita".
Por lo demás, es una película en la que TODO se ve venir.

Al principio pensé en votarla con 6/7 puntos, pero finalmente me he decantado por el cuatro porque segun mi particular modo de ver, entiendo que merece penalización por los defectos mismos (explicados en el primer parrafo) y por el exceso de medios técnicos/económicos con los cuales únicamente se ha producido una película para entretener, sin haberlo logrado.

Me explicaré mejor aún, según el puntaje de Filmaffinity: un siete es "buena" (y creo que no lo es), un seis es "interesante" (no me lo pareció), un cinco es "pasable" (y les juro con todo mi corazón, que no pude con ella). Llegamos entonces por decantación al cuatro (regular, que es lo que sí me suena un poco más familiar).

La verdad es que me esperaba otra cosa de éste documental, léase una mínima estructura que sirva de esqueleto para contar algo interesante, nuevo y divertido sobre Sabina, pero no la tiene. Sobre todo creí que se tocarían las distintas etapas de su vida, tipo biografía. Pero no, se trata de una suerte de imágenes/situaciones/diálogos inconexos e intrascendentes, que pretenden darle espontaneidad a un contenido que aporta poco y nada sobre la vida del artista. Pensé al igual que algunos otros aquí mismo: "doce años para hacer ésto?".

Tal vez éste trabajo "light" esté bien para alguna bandita de rock ó artista joven, pero no para un hombre de setenta años, que además ha escrito las más hermosas canciones de amor/desamor/soledad, etc. del idioma español, en quien lo que menos importa son sus cachondeos/anécdotas/borracheras previos ó posteriores a sus conciertos.

En éste caso lo que se requería era una biografía bastante más seria, y si se quería, matizarla eso sí con toda la gracia, el arte, la espontaneidad, la alegría, la inteligencia y el cachondeo de éste andaluz tan especial y querido por todos nosotros.

Una pena que falte profundidad en un trabajo sobre Sabina justamente, sobre todo para los que somos fanáticos/seguidores. Un tipo culto, con tanto vivido y leído, con tantos personajes que ha conocido en su camino. Se ha desperdiciado una gran oportunidad.