No tiene nada de judicial.
Poco de segunda guerra mundial.
Es un melodrama desfasado, trasnochado y sumamente empalagoso, parece que dure 4 horas.
Absolutamente prescindible.
Ni el reparto, ni la cuidada fotografía salvan este pastelón.
Cargado de moralina y ya caduco en la época que se filmo.
Me sorprende el despliegue de medios de la MGM, para un producto propagandístico sobre lo maravillosos que fueron los soldados americanos durante la contienda.
No sé, si fue una película de encargo, aunque lo parece.
De un cineasta que tiene algunos notables títulos en su haber.

Si la directora hubiera conocido la canción de Zappa "jewish princess", nos habría ahorrado esta inflamada y cargante comedia de enredo, con supuesto humor judío.
"Quiero una cochina princesita judía, con largas uñas postizas y un peinado con reflejos.
Una princesita judía cachonda con un aliento a ajo que pudiera nivelar Tacoma.
Sola por dentro, bueno ella puede tragarse mi orgullo. Solo quiero un agujero yemenita.
Que no sepa una mierda de cocina y tenga un aspecto arrogante.
Quiero una princesa judía que huela a sexo, puede ser hasta pobre.
Mientras lo haga con cuatro en el suelo"

Si quería provocar a la comunidad judía que se ponga al día.
Salvaría de la película la presencia de Rachel Sennott, que aparte de ejercer como productora ejecutiva , lleva todo el peso de este enredo tan pesimamente filmado, con continuos mareantes movimientos de cámara y un uso del montaje que desvirtua la continuedad narrativa.
En suma te la venderán como indie y paparruchas de esas, no te lo creas.
P.D
Si conocieras las crueldades de Israel, tal vez te divierta como a mí la canción de Zappa, quiero sodomizar una judía yenemita, uuuahhh.
Por cierto, sabes que los judíos ultraortodoxos, los que mandan en Israel, vaya, follan a sus mujeres a traves de una sábana con un agujero, porque la piel es impura y no debe rozarse, algo tan innatural contra natura debe crear monstruos.
Si no date una vuelta por Jerusalén y verás las sábanas tendidas secándose con agujeros y no de bala.
Me quedé a triángulos cuando paseaba por allí.

Me pregunto si sabía que quería mostrar Stuart Cooper, cuando filmó este aborto.
Tiene mérito encontrar financiación para conseguir este refrito de alguna idea peregrina que tuvo en algún momento de lúcidez. ¿Tenia alguna noción del ritmo cinematográfico o la encontró después?.
Podría pasar por una película de propaganda británica realizada en los albores de los cincuenta.
Quizá en Berlín pensaron que era cine de culto.
Obra ejemplar para los que crean a pie juntillas en los premios y vean obras por los galardones que se llevaron.

No engancha y se hace tediosa y largaaaa, aburre por momentos, en otros interesa.
El tema transgénicos lo toca muy superficialmente, está rodada y estructurada de manera harto convencional.
El propio Walken ejerce de productor ejecutivo, poniéndo mucho dinero para interpretar dicho papel.
Es un gancho para ver la película, aunque está resultón, tampoco convence con su fría interpretación.
Inspirada en hechos reales plasmados de forma plomiza y sin encanto.

La historia empieza bien pero a los 20 minutos ya ha desembarcado todas las premisas que tenía por contar y el resto del metraje es un aburrido pasear entre una niña abandonada por su padre en un colegio de monjas y un piloto que ha perdido la memoria.
Hay momentos de ternura, de soledades compartidas pero poco más.
Bien filmada con un blanco y negro espectral y algunos planos hermosos pero para de contar.
El desenlace es lo peor para mí con diferencia y la convierte en una película olvidable.