¿Era el un dos tres televisivo de finales de los 80 un programa previsible? Totalmente sí por cosas mil repetidas, campana y se acabó, Mayra Gómez Kemp y su y hasta ahí puedo leer, los sufrimientos de los concursantes tanto en las respuestas a 25 pesetas cada una ¿eso poco valían?, como intentando descifrar los códigos secretos de las frasecitas con doble sentido de las tarjetitas anunciadoras de los premios, y, a la vez absolutamente no, -entre llevarse un apartamento o un coche y la ruperta había, hay y habrá diferencias; entre el humor de Bigote Arrocet, Faemino y Cansado, Antonio Ozores, Arévalo, o Fedra Lorente también hubo distintos estilos.
¿El cine de los 80 y principios de los 90, por lo menos el que yo ví en los cines o del videoclub, era totalmente previsible? En un 90% de los casos, totalmente sí: Superman I, II, III, Tiburón I, II, III, Gremlins, E.T. El extraterrestre y supongo que resto de animales usados en películas para toda la familia. ¿Indiana Jones se parece a Cocodrilo Dundee?, -seamos sinceros, sí-. ¿Las guerras de las galaxias solo tenían la gracia de un robot con tamaño de cubo de basura de cocina tamaño medio? Creo que sí, la ví en el cine con unos 9 años y no recuerdo más que un amigo mío emocionado con la película, pero yo totalmente inerte ante ella. ¿El amor en los 90, Dirty Dancing, Grease? También me parecen bastante parecidas y previsibles.
El caso es que por todo ello, y sin ser yo un especialista en el cine de aquella época, (inciso, nací en 1971 y a día de hoy, de las 1.200 películas que tengo votadas en esta santa página, el 90% son del año 1.930 a 1.960), por lo menos, puedo afirmar que esta Mystic Pizza con tres historias paralelas es entretenida y disfrutable, a saber:
1.- Julia Roberts sale muy joven y, aunque ni me parece tan guapa ni tan buena actriz como al resto del mundo le parece, (sin duda, es más bella hasta la en principio fea, pero super enigmática y super amada por mí Bárbara Stanwyck; y para grandes actrices prefiero a la antes citada, a Thelma Ritter, a Gloria Grahame, a Betty Davis y a 500 actrices más de los años 30 al 60), la verdad es que el papel de guarrilla pueblerina con sueños de condesa lo hace bien. Su historia aquí de enamorada del ricachón de su edad, recién llegado al pueble de Mystic, no es que sea muy interesante, aunque la escena del Porsche y la camioneta me hizo sonreir.
2.- Annabeth Gish, que hace de chica superinteligente, futura alumna de Yale en la rama de astrología, y hermana santa de Julia Roberts, -mientras ésta liga, aquélla hace de niñera-, actúa bastante bien, me parece muy mona, y su historia es la que me dío más pena de las tres.
3.- Lily Taylor hace lo mismo que Julia Roberts, busca chicos con dinero, pero para nada tiene las mismas armas que las dos anteriores, pues ni es guapa, ni es muy lista; es más piensa más en el sexo, que su propio novio, un marinero de 1,90 metros de estatura, y según Lily con unas manos y unas muñecas enormes (como el lobo para tocarte mejor, je je). En fin que es la historia más picante, más graciosa por los comentarios de ella y de su novio, tanto respecto a su propia relación, como a las de las otras, (le dice a Gish, “tú hombre Tim, tan buen padre de familia con otra que no eres tú y tan hijo de puta, hace que mi bruto novio Bill parezca un santo), y la que en mi opinión es la principal historia de las tres.
4.- Para ser de los 80 y, viniendo de USA, escoge un tema difícil por los cuernos como es el de los roles la mujer se enamora, el hombre solo quiere sexo, el sexo antes del matrimonio es pecado, el sexo solo por sexo y más deseándolo más ella que él es algo diabólico, digamos que, dentro del ambiente light, deja sus puyitas contra el eterno sueño americano del éxito laboral y familiar. (Pinta al joven ricachón con cero de cerebro, al honrado padre de familia, como un falso cabroncete, y al único que salva es al pescador, el más tonto de los tres hombres, pero el más sincero y trabajador).
En fin que es mil veces mejor La última película (Peter Bogdanovich, 1971), la cual trata el mismo ambiente rural de pueblo estadounidense poco poblado, pero con mucha más crudeza, y además siempre es mejor ver a la bellísima Cybill Shepher en la piscina y con menos ropa que la Roberts, y siempre hay más enjundia en los conflictos afectivos que plantea La última película.
Pero, pese a todo, tiene su aquel esta Mystic Pizza, al igual que la receta de las pizzas de su dueña, la Sra. Leona, y te dejará una medio sonrisa y una medio nostalgia.

Es una película realmente divertida, aunque eso sí totalmente previsible. Cary Grant es un empresario multimillonario y Doris Day una humilde señorita que busca trabajo y un marido que la quiera. El destino les une por un incidente fortuito, él la mancha a ella con barro lanzado por las ruedas del cochazo de él. Ella tiene una amiga camarera que la previene todo el rato de las maldades de los hombres. Y él no tiene más consejero que un antiguo profesor de Universidad -Gig Young- al que hace años ofreció un gran sueldo por convertirse en su secretario, y que ahora de humilde profesor ha pasado a convertirse en un secretario tan obsesionado con las mujeres y con su idolatrado jefe -Cary Grant- que no tiene más remedio que ir todos los días al psiquiatra para analizar sus pasiones y las del jefe. El caso es que surge el amor y 2 mundos tan diferentes se necesitan, más que atraerse, porque el caso es que la película, salvo cuando él cena con otra mujer ya bien avanzada la historia, no dibuja al millonario como un playboy pecador, ni mucho menos. Tan sólo está enfrascado en conseguir aún más beneficios para su empresa, o a lo mejor es que estoy tan acostumbrado a soñar con ser Cary Grant que yo le veo tan encantador como siempre y, eso hace que se lo perdone todo. Escenas muy divertidas, sobre todo el tramo final, que van en el spoiler, junto con el único pequeño detalle que se podría haber mejorado.
Nota: Un 10 sobre 10.