Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Isidoro Feria
<< 1 10 15 16 17 19 >>
Críticas 95
Críticas ordenadas por utilidad
6
7 de agosto de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hipnótico, esotérico y sobrecogedor cuento (inspirado en el relato breve fantástico "Casting the Runes" de M.R.James) que sabe hallar el necesario punto de equilibrio a una trama en la que el misterio, la sutileza y las sugerencias sobrenaturales devienen determinantes.

Tourneur rueda con mucha concisión narrativa para transmitir una sensación de incierto desasosiego al espectador: atempera la narración y huye de las fanfarrias y efectismos (determinación que provocó las disputas con el guionista y productor ejecutivo, Hal Chester, responsable de los dos planos donde sale el demonio que no rodó Tourneur).

Y es que la presencia del demonio (su inclusión física) generó una enorme controversia (al desvirtuar por completo el ambiente de la obra, si bien le añadió cierto encanto y supone todo un alarde creativo). La exposición del monstruo convirtió el filme en una película de terror en lugar del filme de terror psicológico que Tourneur quería crear.

La película vertebra su discurso en torno a la noción de subjetividad, la desconfianza hacia las sensaciones que los sentidos nos proporcionan y el relativismo de todo punto de vista.Todo plano es así sospechoso de estar sujeto a la influencia de lo sobrenatural. Tourneur filma una historia en sí poderosa, muy disfrutable para el amante del terror y muy bien construida.
Isidoro Feria
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
10 de abril de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar, hay que dejar claro, sobre todo, que aquí De Palma NO copia a Hitchcock y que “Obsession” no es ni una imitación ni un plagio, ni tampoco (menos aún) un pastiche de Hitchcock. De Palma recupera aquí más bien (con la ayuda de una espléndida partitura hitchcockiana de Bernard Herrmann) el tono y la atmósfera de las obras de referencia integradas en un discurso original.

De hablar aquí de una relación discípulo/maestro, no sería en el sentido de una reproducción mecánica del discurso de este por aquel, sino en el sentido de una transformación (lo que a veces implicaría una perversión) por parte del alumno impregnado de la lección magistral de lo expuesto por el segundo (que se convierte así en una expresión nueva):

"Leo constantemente que me limito a saquear a Hitchcock, dice De Palma. Hay que ser muy ignorante de la historia del arte para escribir cosas así. Los artistas se inspiraron siempre en maestros anteriores. Si Hitchcock tuvo ideas fantásticas, ¿por qué no voy a poder yo explotarlas también integrándolas en mi propio sistema?".

Por lo demás, sería absurdo reprochar (como se ha hecho) a un filme como “Obsession” sus inverosimilitudes dramáticas o psicológicas, convenciones en todo caso inseparables del género y que aparecen de un modo igualmente flagrante en Hitchcock. Ambas se basan en el principio de una muy compleja maquinación cuyo éxito supone que la víctima manipulada reaccione (y actúe) exactamente en la forma prevista en cada etapa del guion, lo que ya de por sí es muy poco realista:

"La idea de “Obsession” es la misma que la de “Vertigo”, dice De Palma, pero si he de ser sincero la mía me parece mejor". Estoy de acuerdo, es la misma, por supuesto, pero “superada”. "El guion de “Vertigo”, dice De Palma, carece de lógica". Ciertamente, tiene agujeros que parecen túneles de ferrocarril. Y además “Obsession” posee una intriga mejor. Está la noción de incesto que hace que el desenlace sea aún más terrible. Tiene mucha más fuerza que ese final incoherente de “Vertigo” (cuando la monja llega para tocar las campanas...)

La primera estrategia de este filme es de índole plástica. Gracias al prodigioso trabajo fotográfico, toda la película adquiere un tono celestial que casa perfectamente con un filme que no parece transcurrir en este mundo: los poderosos haces de luz blanca que brotan por doquier impactan en el rostro de los personajes hasta casi difuminarlos, crean mágicas aureolas alrededor de los objetos y las arquitecturas.

Este poderoso onirismo está al servicio de una de las películas más poéticamente necrofílicas nunca vistas (la pulsión romántica hacia los seres desaparecidos): aunque la muerte tiende a tener su aliado común en el color negro, aquí todo es blanco, tal vez porque la muerte en este filme va estrechamente ligada al amor, puesto que no otra cosa que una desesperada historia de amor es lo que nos cuenta, una historia de amor entre un hombre vivo y una mujer muerta y reencarnada (como en “Vertigo”).
Isidoro Feria
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
3 de abril de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La mejor manera de disfrutar de esta película es, ciertamente, en una sala de cine: sus múltiples capas de cebolla encierran una última pirueta que solo es completamente perceptible y sensible en una sala de cine. Pero es que además al ser una película en la que el director crea situaciones de pánico en una sala de cine, ha de ser por ello disfrutada en una sala.

Propuesta bastante sugestiva y singular dentro del terror (el uso del recurso del cine dentro del cine), cuyo objetivo parece ser el provocar desasosiego en base a la utilización de imágenes perturbadoras y mensajes subliminales y en el hecho de que hacer meta-cine provoque al espectador real pensamientos de que también a él le pueda pasar algo mientras la está viendo en el cine.

Se crea así una espiral “in crescendo” a partir de los movimientos alternados de atracción/repulsión hacia la pantalla (el concepto de jugar físicamente con el espectador a través de una pantalla, o sea, de generar que el espectador tenga necesidad de girarse para ver quién es el que está en la butaca de detrás, por si pasa lo mismo que ocurre en la pantalla, y todo ello provoca una búsqueda de “tridimensionalidad psicológica”).

Su resultado es, en consecuencia, hipnótico, y pese a sus desigualdades (la mayor de las cuales reside en que la película es una única idea que gira y gira buscando siempre el más difícil todavía), se revela como uno de los filmes que mejor canalizan las emociones del público en una sala de cine (aquel momento en que los espectadores han entrado de verdad en una película, cuando sienten lo que sienten los personajes, cuando comparten, en fin, las mismas emociones). 
Isidoro Feria
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
17 de octubre de 2017
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida, escrita, dirigida e interpretada por Conrad Rooks, "Chappaqua" está basada en sus propias experiencias de su adicción a las drogas. Rooks fue un alcohólico adolescente convertido a los estimulantes, tranquilizantes, narcóticos y alucinógenos. En 1962, pasó un mes en una clínica suiza de desintoxicación y como parte de la terapia canalizó los recuerdos asociados con las drogas como el marco para un filme que es una delirante mezcla de “drama”, documental y fantasía.

Verdadero artefacto cultural, “Chappaqua” contiene una serie de imágenes magníficas y visionarias, envueltas en un núcleo de pura bazofia. Se trata de una experiencia psicodélica, un viaje alucinógeno de locura total, afilada e imaginativa. Así, escenas tomadas de la realidad se alternan (lo mismo que el color y el blanco y negro se alterna también de un modo aleatorio) con los surrealistas recuerdos del adicto y su infancia en Chappaqua (que traslada a Nueva York en este caótico drama experimental.)

(Nota: 6,6)
Isidoro Feria
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
12 de septiembre de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Original visión al tema de la licantropía que apuesta por un verismo poco común y una eficaz (a la par que osada) mezcla de géneros, compaginando la comedia, el horror y el drama, lo cual aumenta la capacidad de inquietud de la propuesta. De este modo, las altas dosis de comicidad nunca se alcanzan a expensas del género; se ataca las convenciones del horror sin reírse de ellas y su resultado es un filme respetuoso y tradicional (en tema, que no en tratamiento), que contiene una partitura musical triste, enigmática y melancólica (y alejada de cualquier banda sonora típica del género), una peculiar atmósfera enfermiza y una siniestra voz en “off”, por lo que constituye, en suma, un ejercicio fílmico divertido, terrorífico y emotivo al mismo tiempo.
Isidoro Feria
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 15 16 17 19 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow