En principio debemos decir que Michael Mann no tiene la culpa de los vedetismos de Al Pacino, desaforado en algunas escenas pero convincente en su rol de policia obsesionado con el olor de la inmundicia que persigue. Escrita y dirigida por Mann, "Heat" es uno de los mejores policiales de los 90's, retratando en paralelo la vida de un policía y de un delincuente cada uno atormentado por sus propios fantasmas y obsesiones, hasta que sus rutas se cruzan y se desata la espiral de violencia. Mas allá del lógico esquema de "policias contra ladrones", Mann nos pinta un auténtico fresco de dos hombres y su entorno, y como su propia naturaleza los empuja hacia su destino inexorable. Influido por los policiales chinos de finales de los ochentas, Mann hace un film que es puro oro aunque creo que si algo podemos criticarle es alargar demasiado el metraje. No importa, el cast que acompaña a Pacino y DeNiro es de primera, asi como algunas de las escenas, especialmente la extraordinaria secuencia del asalto al banco, filmada al puro estilo de corresponsal de CNN en zona de guerra. Notable.
¿Qué más se puede decir de "Heat"? pues que trabajan Pacino y DeNiro, dos de los mayores actores de todos los tiempos. No se la pierdan.

Increíble que el director de obras maestras como "Alien", "Blade Runner", "Gladiador" o "Thelma & Louise" haya firmado este documental tipo CNN para mayor gloria de los marines americanos. Ya Ridley Scott había dado muestras de su apego militarista al ensalzar al delirio a la soldado Demmi Moore en su lastimosa "G.I. Jane", y aquí su derechismo es ostensible al dibujar primariamente a "sus marines" como los héroes y a los negritos somalíes como los bestias de la película. El conflicto en Somalía sin duda tiene una profundidad y unas aristas que Scott ni se molestó en graficar. Aquí el blanco americano es bueno, decente y capaz de heroísmos. El negro es el asesino, malo y violento. La verdad, derechismo, racismo e intolerancia a más no poder. Con todo, el talento de Scott se manifiesta en la escenas de acción, extraordinariamente bien realizadas y recreadas casi como un documental en vivo. No obstante, películas como ésta y otras como la ya viejita "The Wild Gooses" me hacen reflexionar sobre la distorsionada mirada que algunos norteamericanos tienen sobre la realidad de Africa y en general del tercer mundo. Yo me imagino que Somalía no es una Mogadiscio humeante y en ruinas como la que grafica Scott, ni sus habitantes son negros musulmanes abyectos listos para descabezar al primer blanquito que encuentren. Por Dios, un poco mas de seriedad señores cineastas del primer mundo.

Podemos discrepar. A mi juicio, Spielberg tiene muchas caras: el mercantilista de "Jurasic Park" o "Inteligencia Artificial", el melodramático políticamente correcto de "ET" o "Schlinder's List", y, de cuando en cuando, el cineasta honesto de "Jaws", "Munich" o de esta gran película. Por lo demás, hay pocas buenas películas sobre la II guerra. Por lo general los productores de hollywood piensan que estos filmes deben tener una duración larguísima, un "cast" de nombres conocido y generalmente una historia de varios episodios dentro de una sola película. Excepciones a este concepto son, probablemente, la notable "Patton" y esta "Saving Private Ryan". OK, hay ciertas concesiones yanquilófilas (perdonen la palabrita pero ustedes la entienden), pero se trata de una película notable en muchos sentidos, especialmente por un gran reparto de actores no excesivamente taquillero sobresaliendo un excepcional Tom Hanks, quien debió ganar un Oscar aquí y no como el bobalicón Forrest Gump. Spielberg plasma un film realista, duro, por momentos heroico y hasta cierto punto enaltecedor. Claro, es un film masculino y probablemente no es para ver con las novias o esposas, pero en esta cinta no se glorifica la guerra sino a los hombres anónimos que participaron en ella como el pelotón del capitán Miller que ofrendaron su vida por salvar a un único hombre: el soldado John Ryan. Dura casi 3 horas pero realmente no se hacen sentir demasiado. Eso sí, no se´pierdan la parte inicial del desembarco en Normandía, quizá sea la mejor secuencia bélica jamás filmada.