Quitando su estética cómic el resto es total y absolutamente lamentable. El guión no fluye, el desarrollo de la historia parece de los Chiripitifláuticos, es todo infantil, explicito, previsible, anodino y aburrido, no despierta el más mínimo interés. Los personajes parecen de cartón-piedra, y toda la cinta está envuelta en un halo de engolamiento melifluo y más falso que las monedas de chocolate. Por no haber no hay ni moraleja. Proyas se quedó como el tato.

Siendo un super-fan de la serie, que me pareció excelente en todas sus temporadas (la mejor serie que he visto en mi vida), no entiendo cuál es el objetivo de producir este bodrio que no es más que una colección de flashbacks en plan refrito de episodios, sin línea argumental ninguna, con diálogos de besugos y que además no explica nada de nada en relación a todos los cabos sueltos que deja la serie ... Completamente infumable y evitable. Un poco al estilo Razor - que no aportaba nada -, pero mucho, mucho peor, porque a los 30 minutos de su visionado empiezas a sumirte en un sopor que te consume ...

La historia de los meses y años posteriores a la finalización de la 2GM en Alemania y países adyacentes con población germánica (Suiza, Checoslovaquia, Polonia, Austria, Hungría) es una historia prácticamente desconocida por los españoles. La situación que provocaron los vencedores sobre los vencidos, como en todas las guerras, no fue especialmente agradable para los perdedores, máxime cuando se descubre el Holocausto y Europa entera entra en estado de shock. Esta serie trata de hasta qué punto es lícito o no mirar al futuro construyendo sobre los crímenes del pasado, y si, en realidad, querer hacer justicia por uno mismo tiene sentido cuando hacerlo implica la pérdida de decenas de puestos de trabajo (en una situación de posguerra) y renunciar a un futuro brillante. Esta serie es una joya escondida en el excelente y brillante catálogo de Filmin, que cuenta una historia humana impresionante de la cual es difícil escapar. Aun con sus defectos - algunos personajes importantes quedan desdibujados, y en general, las actuaciones están poco matizadas -, la serie es un excelente ejercicio para plantear los dilemas a los que se enfrentaron aquellos que en aquellos turbios momentos de máxima tristeza (por la pérdida de la guerra) y máxima alegría (por la paz) tuvieron que elegir entre mirar al futuro o hacer justicia, especialmente los suizos, "hermanos de sangre" de los alemanes, y que su neutralidad, como la de Franco, les obligó a pagar determinados peajes. La pega de la serie es que tiene tramas descompensadas, pero su producción es impecable, con un tratamiento clásico de serie televisiva que en general engancha, aunque a veces frustre la ejecución "débil" de la trama. En cualquier caso, viendo esta serie uno entiende por qué era de justicia universal (y así se hizo en la ONU) devolverles a los judíos su tierra original, su Judea romana, un sitio donde volver a ser libres. Europa, una vez empezó la Guerra Fría, prácticamente dejó de perseguir nazis y los integró sin más problemas en su vida habitual (el comunismo acechaba de forma más distópica aún que la facista). Solo a partir de los '50 únicamente los israelíes fueron los que se dedicaron a perseguir criminales de guerra nazis por todo el planeta. Y vive Dios que cazaron a unos cuantos!

Serie cuyo guión está escrito por alumnos de segundo de la ESO como trabajo de fin de curso de la asignatura de Valores. Su nivel intelectual es próximo al del comisario político que dirige los contenidos de Mediaset. La serie da vergüenza ajena, es el máximo exponente de la incultura que luce el guionista sobre cómo funcionan las empresas en España. Todo en ella es absurdo y maniqueo, todo son clichés progres para crédulos. Una pena que José Coronado, que es el único actor que se salva junto con Luis Zahera y Edgar Vittorino - el resto son directamente aficionados malos - haya aceptado denigrarse en una serie como ésta. En los últimos capítulos de la primera temporada parecía ya una serie cómica, son tan malos el guión y las actuaciones que las carcajadas están aseguradas. Obviamente no he pasado a la segunda. Ya ni Coronado sostiene 10 minutos de capítulo.

Película ñoña, desvaída, mortecina y aburrida a más no poder, y encima no ajustada a los hechos reales que, por otra parte, son mucho más apasionantes que este pastelón, bueno, más bien plumcake, que nos ha horneado un domingo de tarde lluviosa su pesebrero director. Al menos el productor podría haberle dicho al guionista que se leyera las memorias de Churchill en su parte que trata a De Gaulle y al Gobierno francés de la época, le habria salido un peliculón impresionante .... en vez de eso, nos vomitan un relato lineal y lacrimógeno de primero de merceditas, una secuencia aburridísima de tópicos políticos y de guerra, y encima con presupuesto de corto de fin de carrera.