Película producida por la productora especializada en serie B Empire Pictures, la cual estaba comandada por un gran conocido en el mundo del terror de bajo presupuesto, Charles Band (The Gingerdead Man, 2005). El film está dirigido por el responsable de Re-Animator (1985), y protagonizada por Ian Patrick Williams (Growth, 2009), y Carolyn Purdy-Gordon (ABCs of Death 2.5, 2016).(FilmAffinity)

Gabriel y Hilary, una pareja de ancianos que se dedican a fabricar muñecas de artesanía, dan cobijo en su casa de campo a varios excursionistas durante una noche de tormenta. El hijo de uno de los excursionistas descubre durante la noche que las muñecas son en realidad, seres humanos a los que el matrimonio ha convertido en miniaturas con el fin de manipularlos para llevar a cabo sus perversos planes.

Sobre estar tratando con una película claramente de serie B, con unos defectos y limitaciones patentes en toda la cinta, como un guión algo pobre y unas actuaciones mediocres, unos efectos resultones obra del conocido Bryan Yuzna (Beyond Re-Animator, 2003), y una correcta obra del director que eleva el nivel de la película por encima del habitual en las producciones de Empire, consiguen añadir suspense a una historia muy rudimentaria, creando algunas escenas que consiguen inquietar al espectador, sin llegar a un nivel sobresaliente.

Dolls es una película de serie B que cumple con lo prometido en este tipo de producciones, quedando por encima a nivel técnico de otras películas de la productora como la también conocida Ghoulies (Luca Bercovici, 1984), y aunque no destaque por encima de la media, es una propuesta más que aceptable.

Nota personal 6/10

Remake del cortometraje homónimo estrenado mediante internet, que está dirigido por el mismo realizador que el cortometraje, además de haber realizado más proyectos como The Four-Faced Liar (2010), y protagonizado por Azhy Robertson (Historia de un Matrimonio, 2019), y Gillian Jacobs (La Calle del Terror. Parte 1: 1994, 2021).

Un niño problemático y su familia se convierten en el objetivo de un monstruo que se materializa a través de objetos electrónicos, tales como teléfonos móviles y tablets.

La película utiliza como elemento principal las nuevas tecnologías, lo cual juega a su favor y le da un toque fresco pese a lo trillado de muchos de los recursos que se utilizan para causar el miedo en el espectador. Uno de los grandes problemas que nos encontramos al ver el largometraje, es que resulta más que notorio que su idea estaba pensada para un cortometraje, por lo que el formato de largo es esta misma idea estirada, algo muy similar a lo que ocurrió con la interesante Nunca Apagues la Luz (David F. Sandberg, 2016), aunque en el caso que nos ocupa meten un drama familiar que recuerda inevitablemente a la destacable Babadook (Jennifer Kent, 2014). Las actuaciones son correctas, destacando la excelente labor del jovencísimo Azhy Robertson, que consigue meterse en un papel complejo, además de transmitir mucho al espectador desde ese rol.

Ven a Jugar es una propuesta de terror comercial que no pasará a la historia, pero que si merece la pena verse por un ritmo más que decente que nos ofrece algunos sustos genéricos, unos más efectivos que otros, y unos personajes con los que es imposible no empatizar.

Nota personal 6/10

Película de folk horror argentina que está dirigida por el responsable del documental Cáncer de Máquina (2015), y que está protagonizada por Demián Salomón (Aterrados, 2017), Héctor Alba (Tenemos un Problema, Ernesto, 2014), o Mirta Busnelli (Los Olvidados, 2017), entre otros nombres.

Maximiliano es un psiquiatra que sufre extrañas visiones de su pasado. Él se crió en un orfanato que abandonó para vivir en la gran ciudad. Al morir su padre adoptivo regresa al pueblo de su infancia, donde se reunirá con sus hermanos y descubrirá un secreto que su familia guarda en la oscuridad.(FilmAffinity)

Por un lado, nos encontramos con una tensión de cocción lenta que se nos va metiendo en el cuerpo desde su inicio, sobretodo por unos personajes a cada cual más extraño interpretados de forma bastante correcta, por otra parte, un ritmo excesivamente pausado, junto un tercer acto que pretende ser la traca final y queda en poco, ya que es lo que todo el mundo esperará, sabotean en parte una propuesta con mucho potencial. Los elementos para causar terror están contados durante toda la cinta, limitándose a poco más que sueños y visiones, en vez de esto se nos introducen elementos (cabe mencionar el padre de los protagonistas) que fomentan una atmósfera creepy que mantiene al espectador pegado a la pantalla durante sus asequibles 84 minutos.

El Cadáver Insepulto es una película con aciertos y errores a partes iguales, y sobre no conseguir destacarse por encima de la media, estamos ante una propuesta que merece la pena ser vista.

Nota personal 5/10

Segunda película de las tres que componen la saga de Dario Argento de Las Tres Madres, de las cuales la primera es la aclamada Suspiria (Dario Argento, 1977), y la tercera es la menos destacable La Madre del Mal (Dario Argento, 2007). La película está protagonizada por Leigh McCloskey (La Habitación Del Miedo, 1988), y Irene Miracle (Puppet Master, 1989).

La joven poetisa Rose Elliot adquiere un antiguo diario escrito en latín. En él descubre la existencia de las Tres Madres del Mal y empieza a creer que en su apartamento habita una de ellas. Llena de temor, busca la ayuda de su hermano Mark.

Al igual que su predecesora, y siendo elementos marcados del giallo, Inferno se preocupa mucho más por cuidar una estética en que predomina un fuerte colorido y unos planos que buscan la belleza visual, que en desarrollar un argumento elaborado, presentando una historia que no va más allá de lo típico en el subgénero italiano. La trama tiene un correcto ritmo, que sin grandes florituras, consigue que sus algo alargados 107 minutos pasen bastante rápido, dejando algunas muertes muy entretenidas por el camino y algunas escenas decentes para el recuerdo.

Inferno resulta en un correcto giallo, que gustará a aquellos que disfruten con el subgénero italiano, y sobre ser inferior a la aclamada Suspiria (Dario Argento, 1977), es una correcta segunda entrega para esta trilogía.

Nota personal 6/10

Secuela de la destacable No Respires (Fede Alvarez, 2016), que muestra en esta ocasión otra aventura del gran personaje del hombre ciego. La película es la primera dirigida por su director, el cual también coescribe el guión junto a Fede Alvarez (Posesión Infernal, 2013), director de la película original. La cinta está protagonizada por Stephen Lang (VFW, 2019), y Bobby Schofield (Black Sea: Mar Tenebroso, 2014).

Años después de la invasión mortal de su hogar, Norman Nordstrom vive tranquilo y cómodo hasta que sus pecados del pasado ​​lo alcanzan.(FilmAffinity)

La trama de la segunda entrega deja de lado por completo, a excepción de cierta motivación del personaje principal, la historia que nos contaban en la película original, la cual termina de forma que todo el mundo esperaba una continuación. Además del cambio en la trama donde el personaje antagónico del hombre ciego se nos presenta como algo parecido a un antihéroe, cambia en exceso un tono que pasa de la tensión cortante de la primera entrega, a una película de acción y venganza con toques turbios y algo de gore, que en ocasiones recuerda a una versión oscura de Venganza (Pierre Morel, 2008), aunque no por ello deje de ser disfrutable.

Sobre resultar entretenida y dejarnos algunos momentos bastante buenos, además de una faceta del hombre ciego muy interesante, No Respires 2 es una secuela bastante inferior a la original, además de un cambio de registro algo brusco que conseguirá de emocionar a más de uno.

Nota personal 6/10