La tesis de la película se resume en un comentario que el padre de esta historia le hace a su hija:

”Es muy curioso que pasen estas cosas (...): resulta que en un momento todo el universo se te viene encima. No hay salida alguna. No tienes esperanzas. Y luego, de repente aparece algo con lo que nunca habías contado. Y todo se resuelve al fin, felizmente.”

Película en blanco y negro, sentimental, romántica, que te hace saltar las lágrimas, que nos describe a la perfección los sueños de una joven en edad de merecer, en edad casadera, y las presiones de la madre a su esposo, hombre honesto, trabajador y sin grandes pretensiones de escalar socialmente, para que gane más dinero y logre así un status social más alto desde el cual su hija pueda tener más oportunidades de conseguir un hombre que sea un buen partido.

Como curiosidad, hacer mención de que en esta película interviene de forma graciosísima la actriz negra, gorda, buenaza e inolvidable, Hattie McDaniel, en el clásico papel que le llevaría a la fama, el de sirvienta negra en hogares de familias blancas, rol que repetiría y llevaría al culmen de la excelencia carismática cuatro años más tarde en la imperecedera película de Victor Fleming, “Lo que el viento se llevó” (USA 1939), donde quedaría consagrada y grabada para siempre en nuestra memoria haciendo de “Mammy”, la sirvienta que cuida continuamente de la protagonista “Escarlata O´Hara”, interpretación genial que le valió a Hattie McDaniel el Oscar a la mejor actriz de reparto en los Premios Oscar de 1940, el primer Oscar recibido por una mujer afroamericana en la historia del cine.

Película pasable, pero poco más. Cuenta cómo unas personas, sobre todo el congresista de Texas, Charlie Wilson, hacen que la gran potencia americana apruebe a principios de la década de los ochenta (s. XX) cientos de millones de dólares para armar secretamente a los muyahidines de Afganistán con vista a que éstos ataquen al invasor ejército ruso en ese país asiático.

La película está bien en el sentido de que da a conocer la política de sombras y alcantarillas de EE.UU. en el mundo; pero no emosiona ni cautiva como film, por lo menos a mí. Mucho mejor es sin lugar a dudas el libro en el que se basa, el de George Crile, "La Guerra de Charlie Wilson", uno de los libros más vendido en EE.UU., cuando se publicó en 2003 y cuya lectura es verdaderamente apasionante.

Tanto por las melodías y cantos exóticamente hindúes como por los amoríos entre los protagonistas principales Bhuvan (Aamir Khan) y la preciosa Gauri (Gracy Singh) la película es simpática y gusta.

La base argumental situada en tiempos de la colonización inglesa, es el impuesto completamente injusto y desorbitado, en granos ("lagaan"), que una población campesina de la India tiene que pagar tanto a su terrateniente el Rajá como al ejército inglés. Esto derivará en un partido de cricket, casi vida o muerte entre británicos e indios, el cual será la base argumental que sostiene la mayor parte de la película.

La película es demasiado larga, máxime porque se hace pesada con tanta redundancia en el juego del cricket casi continuamente. No obstante, se puede ver y salvar por las múltiples escenas a naturaleza abierta, con mucha luz y colorido, las canciones de tonos propiamente hindúes y el seguimiento de la atracción amorsa o noviazgo entre los jóvenes Bhuvan y Gauri.

Meritísimo trabajo profesional de Christopher Zalla, ya al escribir esta historia ya al dirigirla.

Se trata de una narración severa, dura, que produce arañazos en la conciencia de quien la oye y contempla, acerca de emigrantes mexicanos sobreviendo en el submundo de los sin derechos de una de las grandes urbes de EE.UU.

Magnífica la interpretación de Jesús Ochoa, en su papel de Diego González, hombre gordo, trabajador, solitario, padre sin saberlo, emigrante friegaplatos; sin duda toda una interpretación merecedora de cualquiera de los grandes premios que se otorgan a los actores cada año en el mundo.

El desenlace es tan genial, que puede situar a esta obra en el mismo nivel de las famosas tragedias griegas de todos los tiempos.

¿No podía haber pensado en un título menos manido y tan poco original?

Esta película no es ninguna cosa del otro mundo, es decir se trata de un producto de mediana calidad, sin embargo entretiene, es simpática y sobre todo es una película cubana: con sus aires, con sus sabores, con sus temperaturas, con su acento encantador y su sentido de la vida paradisíaco. El guión va de una muchacha bailarina que desea entrar al famoso TROPICANA como cabaretera principal. El negro responsable del Cabaret que determina esta posibilidad, le hace ver que si se abre de piernas para él y le deja ser su "papito", lo va a conseguir. A partir de ahí, se inicia un lío tremendo, en el que intervienen el padre de la muchacha, su novio, su padrino, etc. etc.

Por pasar un buen rato contemplando esa forma de ser tan cachonda de los cubanos, no está demás contemplarla. ¡Viva Cuba y las Antillas!