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Rusia Rusia · Stalingrado
Críticas de Ferdydurke
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Críticas 2.763
Críticas ordenadas por utilidad
6
29 de julio de 2014
32 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vidas rotas antes de empezar, antes de todo. Las indefensas víctimas de padres desalmados. El centro de acogida como lugar sanador, como pequeña gran familia.
Es una buena película; trata un asunto terrible con inteligencia y sensibilidad, sin apartar la mirada, con una trama bien construida, con buenos personajes, bien desarrollados, buen guion, buenas interpretaciones, mucha claridad expositiva y grandes momentos*.
Pero no es una gran película; está demasiado calculada, conducida, "producida", manufacturada, se le nota demasiado por donde va, es demasiado transparente, se le ven los hilos al marionetista; suena a impostado, a esa naturalidad que no es tal, que a fuerza de querer parecerla, de imitarla, de forzarla, la matan (la historia que cuenta Mason nada más empezar da el tono, esas miradas, esos comentarios graciosos, ese colegueo, la exagerada inocencia del novato...), suena a espontaneidad prefabricada; a lo que hay que sumar el toque indie, el sello inevitable de ciertas historias valiosas para un tipo concreto de público, ciertas coincidencias en la fotografía, la música, los planos..., características que aseguran la calidad pero rebajan la libertad o la sorpresa.
En fin, pesan bastante más los indudables aciertos, el ritmo, la lucidez, la claridad, la precisión y el talento. Se pasa "bien", es entretenida y adulta, es redonda, perfecta en sus intenciones, tiene mucho mérito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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8
3 de octubre de 2016
29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para gozar como un cachalote en las profundidades abisales.
Filosofía sin pedantería, engarzada, plasmada a través de una historia directa, cruda, sin afeites ni parones.
Realismo apresurado, cortante e incisivo. Todos los temas, mil ideas y posibilidades enganchadas, adheridas a lo cotidiano, al movimiento constante de la protagonista, a sus idas y venidas, pesares y consuelos.
Es engañosa. Ya que su apariencia desmañada puede despistar, impedir ver de lo que se trata en el fondo, y al revés igual, la abrumadora lista de nombres de alta alcurnia filosófica puede confundir y hacer pensar que son asuntos que no nos incumben, elitismos ilegibles. Pues ni lo uno ni lo otro. Habla de lo importante a partir de lo ordinario. Como si nada, inadvertidamente, muy sutil y elegantemente, sin sermonear, regodearse o exhibirse; con austeridad, rigor y vértigo.
¿Y qué es eso tan importante que cuenta? Pues todo. Del principio y del fin. De lo que nos viene y de lo que dejamos atrás. Del, obviamente, segundero loco que siempre se nos escapa de las manos como el agua. El corazón, su sustrato esencial quizás diría que los tiempos han cambiado para volver al mismo punto en el que estábamos al comienzo de todo, hace no tanto, es decir, que todas las reivindicaciones idealistas de Mayo del 68, todos los movimientos izquierdistas, juveniles o filocomunistas de aquellos años han vuelto aunque no de la misma manera ni con la misma intensidad, claro, debido a que las cosas siguen igual o peor que antes estaban, que todos estos años de aparente, o real, según quien lo diga o viva, bienestar y avance, todas estas décadas de paz y supuesta prosperidad no habían sido en verdad más que un falso espejismo o una gris transición y que toca volver a la obra, a la lucha y la protesta, sin repetir el pasado, asumiéndolo, pero tratando de mejorar el muy imperfecto presente. Podría ser. Eso es lo que plantean ciertos personajes por lo menos, un grupo de jóvenes a los que les ha llegado su momento, o eso creen ellos, de esta historia, en breves apuntes, casi como aforismos o gestos leves, conversaciones al descuido, rápidas, entrelazadas con otras cuestiones, enredadas con los sentimientos y deseos, las ideas inseparables de todo lo que nos conforma, no como vagos, abstractos conceptos manejados por gurús o sabios inalcanzables, al contrario, unidas a todo el entramado de dudas, miedos, amores o pérdidas que nos sustenta y asedia, vamos, nada que ver con mi cansada parrafada. Y esto sería el contexto que arropa, agrede o sitúa a nuestra protagonista, ya de vuelta, escéptica y algo conformista, conservadora, sin grandes esperanzas, confiando solo en lo pequeño, en lo cómodo y conocido, en el refugio familiar o profesional, en el simple transcurrir de la vida y en su observación atenta. Pero la historia, como ya apuntábamos, trata de aunar el marco general con el personal, es decir, el continuo fluir y chocar de lo uno con lo otro, esa pugna a veces más dolorosa y otras más dulce. Y observamos como esa quiebra del sistema capitalista tiene su reflejo, no quiero decir de ningún modo que sean causa y efecto, todo es mucho más complejo e intrincado, sería más como un juego de espejos deformantes o quizás una red de vasos comunicantes, algo así, decíamos que se comunica, se reproduce, toda esa coyuntura rupturista, en la forma de una crisis, profunda, vital de la profesora, su mundo se ve sacudido, golpeado, se le viene un poco abajo o todo encima, a pesar de su ascética dureza, de que no se entregue con facilidad a la fragilidad que hay detrás de ese valor y entereza. Toma conciencia, las circunstancias, los demás con sus actos le obligan a hacerlo, de su soledad esencial, del fin de una etapa de su vida, de cómo había vivido en cierto modo engañada, huyendo de todo, de verdades dolorosas, de amenazas latentes que no quería mirar por cobardía o conveniencia, lo mismo, sin forzar mucho la marcha, que se podría decir del derrumbe actual y de la falta de previsión general, tan irresponsable o simplemente interesada.
Su madre y la tristeza y crispación de un posible final, su marido y el desgaste inevitable de los matrimonios, sus hijos que ya no pueden ser todo el sentido, distintos nombres o manifestaciones de un mismo síntoma o estado, el final de algo, el principio de no se sabe muy bien qué o la vuelta al inicio, pero ya más derrotados, o el eterno retorno de todo, a pesar de nuestra terca resistencia o ceguera. Rica y variada muestra de caminos que se retuercen o bifurcan, revueltas, caídas y descubrimientos, cambios crueles y, finalmente, el enfrentamiento con lo que realmente somos, aunque hagamos lo posible por no mirar o hacerlo a otro lado siempre más lejos.
Es un prodigio de naturalidad, verdad e inteligencia. Cine libre y preciso que parte de una gran altura y que se moja en lo más nimio y vivo. El peso de la cultura no como artificio que aplasta, sino como instrumento para entender mejor el mundo que nos rodea, para pasar lo vivido por un filtro esclarecedor, no simplificador. Se hace todo el recorrido, de lo intelectual a lo banal, sin descuidar lo humano en su aspecto más contradictorio, ridículo o penoso, sin renunciar al humor o al juego ni al disfrute. Huye de la demagogia y la sensiblería. Mezcla una mirada casi documental con una clase de filosofía. Además elige muy acertados contrapuntos musicales. Quién da más.
Una delicia brusca. Una gran película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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2
13 de marzo de 2017
49 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mito. El Basajaun y las brujas. Se trata por encima este asunto. Aunque es el que da el tono de misterio, tradición y sobrenaturalidad. La transformación de nuestros miedos en inventos, de nuestros deseos y anhelos en leyendas, ideales y terrores; todo ese mejunje folclórico y sustento de toda la tradición literaria en sus inicios orales nos acompaña desde el principio de los tiempos, forma parte de nuestra sangre, de nuestra letra, de nuestro verbo, de nuestra palabra, del ser mismo.
Familia. Pozo sin fondo de endogámico dolor. Una madre monstruosa (se les va la mano), un padre débil (como en Alas de mariposa) y tres hijas, la protagonista víctima y huida, la mayor más responsable y amargada y la otra que ni fu ni fa. La tía hace de contrapeso, es la tierra, el sentido común, la magia, la experiencia, la bondad. El pasado que reverbera eternamente.
Investigación criminal. Quizás sea la parte más floja, por obvia y muy vista; es una pobre traducción, o corta y pega rudimentario del aluvión, abusón, de películas made in USA que nos ha ido cayendo sin falta, más bien desgraciadamente, gota malaya o diluvio bíblico, desde hace décadas. "Nos enfrentamos a un asesino en serie", dice Amaia Salazar (bonitos nombre y apellido, preñados de "a" femeninas hermosas y redondas, llenas de curvas, punteadas por una "m" maternal, una "s" sutil y salvaje y rematadas por una "z" impecable, contrastada y zalamera) y suena ridículo, poco creíble, a nada nuestro, a trasunto lejano, a exageración grotesca y muy pulp de realidades no tan abracadabrantes ni excitantes ni calculadas ni siniestras como en verdad son las nuestras. Los crímenes patrios (y los suyos la mayoría, los de todos en verdad) suelen ser mucho más esporádicos, improvisados, desperdigados y chapuceros, sin un plan, a la que salga, mucho más pequeños, monetarios y mezquinos normalmente.
Las jerarquías policiales también son maraña recurrente, muy sobada, de este tipo de historias truculentas y tan poco serias.
Tiene buena factura técnica, calidad formal (aunque a veces no se escuche bien) y un dinero, parece, bien empleado. Pero toda ella es una colosal idiotez, una inmensa tontería de alma enfermizamente escabrosa, macabra y banal. Todo huele a impostado y artificial, a forzado y poco verosímil, a mal resuelto y desarrollado, a pesar del esfuerzo por atraer modelos ajenos a culturas propias.
Se deja ver. Sin problema ninguno. Tal vez solo al final el estrépito y el desastre asoman el hocico y ensucian una película que hasta ese momento era aceptablemente oscura, frívola e insustancial.
Marta es una actriz eficaz, el resto acompaña (Elvira se ha especializado en la rabia y el tremendismo sufriente, lo borda la pobre mujer) con pulcritud. La dirección es correcta. Falla el guion. Cómo no. Para variar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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2
28 de julio de 2015
41 de 56 usuarios han encontrado esta crítica útil
Carnaval, carnaval..., carnaval, te quiero...
Un océano negro, azulado, de blando aburrimiento y ridículo estupor. Una insondable memez.
¿Qué nos/les ha pasado como civilización para haber caído tan bajo en solo treinta y un años, el tiempo transcurrido entre el clásico del ochenta y cuatro, manoseado con ganchos de carnicero por estos desalmados, y la aberrante aparición de este engendro vodevilesco perpetrado en nuestra corrupta actualidad? ¿O es solo que nos hemos hecho viejos, algunos?
No, lo dice la misma peli: Génesis es Skynet. Esta (pre-se-a ver si...) cuela lo reconoce, se autoinculpa, ella es el mismo mal, absoluto además.
Como reunir tus fotos más queridas, las de tus antepasados venerables, y mearte encima. Una parodia cruel de una saga que en su día fue gloria. Un esperpento.
Al principio amenaza comedia desguazada, solo un rato. A continuación se quedan con: mamporro-carrera-explicación... salto en el tiempo... mamporro-carrera-explicación... Hasta el final así.
Lo dicho y sabido: esta peli es otro signo de la bestia. El apocalipsis (o el milenarismo, algo malo, en cualquier caso) va a llegar. Muy pronto además.
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Ferdydurke
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6
10 de noviembre de 2016
31 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película de fondo sencillo, un héroe americano en todo lo alto, de estructura alambicada, constantes saltos temporales y varios puntos de vista sobre un mismo hecho, y con diversas capas de cierto interés y posible intríngulis.
Es una de esas noticias que oyes y luego olvidas inmediatamente, son tantas, te pilla un poco lejos y en tu memoria se confunde con otras de mayor o menor importancia. Pero es evidente que es una gran historia, fascinante por momentos. Ese amerizaje en pleno río Hudson y con un frío que pela, esa decisión iluminada, o no, y tan arriesgada, o sí. Alude a los mitos primeros, a nuestras esencias más comunes, primitivas y humanas; a la fragilidad física frente a fuerzas abismales, al azar como motor de la vida, a la comunidad como ayuda, a la sabiduría y rectitud moral como esperanza...
Vemos el accidente desde varios puntos de vista:
a) Como pesadilla recurrente, lo que podría haber pasado si no sale bien la jugada, estrellados.
b) Como decisiones "técnicas" de unos profesionales con poco tiempo y mucho peligro.
c) Como simulación. El factor humano sustituido por la tecnología.
Todas estas perspectivas son narradas en distintos momentos, con lo que el hecho queda desmenuzado en muchos y diferentes y ricos aspectos. Pero nosotros podemos desarrollar algunos un poco más, que no quede.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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