Decir que esta película es mala es elevarla a un nivel que no llega en ningún aspecto.

Cuenta la historia simple, pero filofascista de siempre, un gran evento apocalíptico donde una pareja divorciada vuelve a unirse, con un hijo o hija díscolo al que salvar y que acaba madurando.

Las películas como esta, para adoctrinar mientras desarrollan un argumento fantástico pero vacio, son bastante baratas al igual que efectivas, teniendo en cuenta que su única y exclusiva finalidad es meterte en la cabeza ideas ultraconservadoras y sobre todo, la superioridad blanca. Por ello, funcionan a la perfección en cerebros débiles y en gente de poca inteligencia. Para los demás, será insoportable visionarla durante más de 30 segundos.

Serie vacía de contenido sin nada que contar y sin una línea argumental clara.

Eso si, podrás ver todos los tópicos sobre el mundo LGTBIQ+, no falta ninguno. De esta forma van encasillando a los pesonajes hasta el extremo de lo absurdo en un bizarrismo fantasioso e irreal. Lo peor, sin duda, el tufillo racista en algunos personajes de color e hispanos.

La diversidad es otra cosa, lo que nunca será es mostrar un desfile de personajes desubicados con sus vidas vacias donde extrañamente nadie sufre los problemas del resto de los mortales, lo que, además, no hace ningún favor a la comunidad del arco iris.

Que película más mala. Si este es el entretenimiento que nos espera tras la pandemia, vamos listos.

Es imposible hacer una película más simple y con peor guión que ésta, salvo que rueden una con un duelo entre Capitan America vs La Veneno. Es que, además, resulta aburrida, algo increible en una película en cuya mayor parte del metraje hay combates y lucha.

Sobran todos los humanos.

La serie no es que sea mala, es que es malísima, aburrida a más no poder, con romances adolescentes y drama, mucho drama. No ofrece nada nuevo, es soporífera en el ritmo y en todos los sentidos, parece hecha para personas de nivel muy bajo de inteligencia. Diálogos machistas y sexistas por un tubo y hortera a más no poder. Además hay muchos errores básicos en los efectos especiales y sobre todo, con la falta de gravedad.

Madre mía, cómo me he podrido tragar este bodrio insoportable con temática de telefilme de sobremesa.

Con una idea de partida original, numeros musicales bastante buenos, aunque a destiempo, y mezcla de transgresión y clásico amor romántico, tenía los elementos necesarios para ser bastante interesante, sin embargo, no lo consiguieron. El elenco de actores no pasa de amateur, la dirección flaquea la cojas por donde la cojas, se nota sobretodo al dirigir a los actores frente a la cámara, muy perdidos, rozando la improvisación. Al menos, es compensada por una fotografía más que decente. Sin embargo, lo peor es el nivel del guión y los diálogos, son de teatro de preescolar y resta toda coherencia y credibilidad a los personajes y a la historia. Antonia San Juan, aunque tiene números musicales, está solo de atrezzo.

Es una pena, porque era una oportunidad para hacer algo diferente, no visto en el cine español, que muestra muy poco interés, desde hace ya demasiado tiempo, en temas relacionados con el mundo gay masculino.