Parodia del cine bélico y en concreto, del cine sobre la guerra de Vietnam, que Ben Stiller dirige e interpreta junto con un buen plantel de actores.

Me cansa por sus chistes de mal gusto y su humor idiotizado. Ridiculas las interpretaciones del director y de Jack Black, y menos mal que Robert Downey Jr. se sale en su papel y que Tom Cruise se marca un secundario alejado de su físico y carrera. Lo peor que he visto en lo que va de año. Salvo Reality Bites (Bocados de realidad, 1994) no he visto nada dirigido por Ben Stiller que valga la pena.

Un musical con canciones que además mantiene el humor característico de Woody Allen. El director neoyorquino también canta y baila en un film que homenajea a los musicales clásicos del cine.

El amor es el leit motiv de su argumento, con varias historias románticas que sirven de pretexto para desarrollar ingeniosos gags y números musicales en los que los actores interpretan canciones románticas con personajes y situaciones muy típicas de la filmografía de Allen. Me resulta muy buena la conjunción de la comicidad del director junto con los números musicales y especialmente divertida su historia con el personaje de Julia Roberts así como la escena del baile de disfraces de Groucho Marx.

Supongo que para los que critican a Woody Allen por hacer supuestamente siempre la misma película, aquí tendrán que admitir que aunque su humor sigue siendo el mismo, lo ha sabido mezclar con un típico musical y que el resultado es bastante aceptable salvo que no te gusten los musicales o el cine de éste director.

Ted Demme, el hermano menor del más famoso Jonathan Demme, es el director de esta película que he vuelto a ver por enésima vez (creo que van cuatro), sin que se me pase el enganche por una historia y unos personajes con los que he vuelto a disfrutar.

Timothy Hutton es un pianista treinteañero que vuelve a su pueblo natal, para asistir a un encuentro con sus antiguos compañeros de instituto. Este retorno le vuelve a juntar con sus amigos, interesarse por su familia y descubrirse algo perdido por llegar a pensar hasta en una posible relación sentimental con su vecina, una niña de trece años. Todo ese coctel le lleva a plantearse cambios que le dirigen hacia una supuesta madurez en su vida personal, laboral y de pareja.

Temas como la amistad, el amor, el paso de los años o la pérdida de la juventud, están muy bien tratados. Me resulta imposible no enamorarme del bonito papel que hace la niña, interpretada de una manera sublime por Natalie Portman. No es una peli perfecta pero la historia contada desde un punto muy de hombres, me parece con un punto muy bien conseguido y que hacen que esta película siga sin haber perdido nada de su encanto.

No es una gran película pero trata una época de la música que me interesa. Un relato sobre la discográfica Chess Records en los años cincuenta, que grabó discos de Muddy Waters, Etta James o Chuck Berry. Los inicios del blues y rythm & blues, y parte de la historia de sus genuinos músicos negros.

Lo mejor la excelente banda sonora y la más que correcta interpretación de Adrien Brody, Jeffrey Wright y una espléndida Beyoncé Knowles; al igual que haber descubierto aspectos históricos de esos años tan importantes para la música.

Esta comedia francesa ha sido todo un éxito que ha roto las taquillas en Francia y aquí, en España, también ha atraído a muchos espectadores. No me ha parecido para tanto, ni una gran comedia ni una historia que destacaría por nada especial salvo por alguna escena divertida y un tono agradable casi condescendiente.

Cuenta la desubicación de un francés del sur del país que tiene que irse a vivir por motivos laborales al norte, en concreto a la ciudad de Bergues, dónde le son ajenas las costumbres y el dialecto de sus habitantes La adaptación a esta nueva forma de vivir siempre es pintada a modo de comedia y aunque la película entretiene, no creo que merezca tantos elogios como ha recibido. Supongo que doblada perderá muchísimo más ya que muchos de los chistes vienen dados por la peculiar forma en que hablan los ciudadanos de Bergues y no sé cómo habrán adaptado los diálogos al español.

El director, Danny Boon, interpreta uno de los personajes principales, seguramente el más jugoso del reparto. Quiero imaginar que su éxito de público se debe a que no hay comedias actuales de calidad y una que esté algo por arriba de la media, destaca muy por encima del resto de la mediocridad general, sobre todo de las muchas comedias tontorronas americanas que se estrenan. En definitiva, ésta es una comedia entretenida para pasar el rato sin más pretensiones ni virtudes.