Sin duda John Krasinski se está convirtiendo en toda una figura a tener en cuenta dentro de la industria y lejos ya quedan sus geniales día como Jim en The Office. No solo ha estado participando varias grandes producciones y además es el nuevo Jack Ryan, sino que además se marca y protagoniza este peliculón de género que no solo demuestra la gran mano de Kransinski a la hora de facturar buen cine, sino que además puede servir de ejemplos a grandes empresas de cómo invirtiendo talento y algo de dinero, se pueden crear grandes películas de terror.

La premisa es interesante y está bien ejecutada (salvo algún que otro fallito tonto), la tensión está bien construida; las interpretaciones (niños incluidos) están muy bien...

Una cinta realmente interesante y todo un disfrute.