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Voto de Chagolate con churros:
8
Comedia Basada en una obra -de mismo título- ganadora del Premio Pulitzer, narra la historia de un aristócrata de Boston enamorado de su ciudad hasta extremos insospechados. Él tiene perfectamente claro que sus hijos deben permanecer en Boston y relacionarse sólo con bostonianos, pero para su desgracia su hijo -estudiante en Harvard- se enamora de una chica de Worcester, mientras su hija se queda prendada de un estudiante de Yale... (FILMAFFINITY) [+]
16 de febrero de 2009
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el tranquilo mundo Bostoniano de George Apley, está lleno de diálogos ágiles y divertidos, tiene una elegante puesta en escena, una soberbia dirección de intérpretes y una brillante manera de entender el cine. La culpa por la cual el mundo de Apley es tan entretenido como exquisito se lo debemos a su director, J.L. Mankiewicz, un ávido lector que cuidaba el texto y sus actores con un mimo que traspasa la película. Un autor que sabe ver más allá del primer plano o de la estrella de turno.

Ronald Colman, fascinante y cautivador desde su primera escena, es el patriarca de una familia tradicional y nos abre las puertas para que los espectadores podamos disfrutar con un choque generacional entre padres e hijos lleno de grandes diálogos, citas de Emerson, sonrisas y algo de sexo freudiano. Pero aunque un perfecto Colman lleve el peso de la película, no hay actor en este trabajo que esté fuera de tono porque no hay papel pequeño en las obras de Mankiewicz. Y es por ello que la película cabalga con tanta elegancia, con tanto desparpajo y con tanta avidez. Mankiewicz amolda el texto al actor y para este, crea la escena idónea.

Mankiewicz realizó tres grandísimas películas en dos años. Películas que sin ser su seña de identidad (All about Eve), se encuentran entre lo mejor del cine y que demuestran que es uno de los directores clásicos más modernos. Si bien no hace mucho aparecían en pantalla Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en “Revolutionary Road” para mostrar los problemas conyugales de la sociedad americana, muchos años antes ya lo hizo Mankiewicz de manera soberbia con “Carta a tres esposas.” Y con “El mundo de George Apley” el director sigue hablando de esa sociedad y problemas familiares con mayor tino y soltura que muchas de las películas posteriores.
Chagolate con churros
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