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España España · Barcelona
Voto de LennyNero:
8
Thriller. Drama Basada en la obra de Brian Burrough "Public Enemies: America's Greatest Crime Wave and the Birth of the FBI, 1933-43". Narra la historia de Melvin Purvis (Christian Bale), el agente del FBI que en los años treinta dirigió la búsqueda del legendario atracador de bancos John Dillinger (Johnny Depp) y su banda. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2010
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cada paso dado por Michael Mann supone un nuevo desafío en su búsqueda de la pureza cinematográfica, en hacer de la estética no sólo un ornamento artificial sino una vía para una inmersión más profunda en las tramas y mundos propuestos. Una evolución constante que ya se aprecia desde el paisajismo mudo de El último Mohicano (1992) pasando por el vacío metafórico del mar tanto en Heat (1995) como en El dilema (1999), hasta la estilización digital de Collateral (2004) o Miami vice (2006). Asunto este, el del formato digital, que sigue suscitando cierta polémica entre defensores y detractores. Aún sin dejar por cerrado el debate, Mann ofrece la clave sobre la utilidad del formato en Enemigos Públicos. Ya no se trata de una cuestión de comodidad, de economía en el presupuesto o de conseguir dotar a la ficción de un tono de realismo documental sucio. Si el cineasta conseguía, en sus dos anteriores películas, elevar a sus entornos urbanos a la categoría de personajes con entidad propia es en este su último film cuando va un paso más allá: sumergirnos no en una entorno cotidiano y reconocible a nuestros ojos sino convertir el pasado, no en un decorado más o menos realista, sino en la realidad presente.

Este es el propósito del film, contarnos la historia de un gangster, Dillinger, no como el que observa una fábula de tintes legendarios, sino como la visión de un espectador contemporáneo a los hechos, casi con la impasibilidad descriptiva de un noticiero encargado de glosar los últimos golpes del atracador y las pesquisas de la ley por atraparlo. Sin embargo, a pesar de que el objetivo de credibilidad es plenamente conseguido, el resultado final se ve lastrado por el alto precio a pagar que supone su apuesta por la búsqueda del máximo verismo: la frialdad.

Efectivamente si algo ha distinguido a los films de Mann es que, a pesar de su aparente distanciamiento icónico de los entornos, todo sugería una calidez empática, una aproximación no tanto cariñosa como realista hacia todo el conjunto integrante de la película. Una emotividad que trascendía el habitual maniqueísmo entre simpatía por los buenos y rechazo a los malos para conseguir capturar el hálito profundo del alma humana, una forma pues de no establecer distinciones y dejar al espectador la capacidad para, a través de la comprensión, decidir de que lado están sus simpatías. Enemigos Públicos, sin embargo, sufre de un terrible vacío en este aspecto. No se trata de un mal guión, ni tan siquiera de una mala historia, se trata más bien de la continua sensación de ver a personajes unidimensionales vagar por entornos en los que nunca consiguen penetrar, un problema relacionado con la dirección de actores.(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LennyNero
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