Media votos
5,7
Votos
4.132
Críticas
15
Listas
357
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Kraken:
4
6,0
54.297
Aventuras. Romance
Siglo XII, Europa entera está inmersa en las Cruzadas para recuperar la Tierra Santa. Godofredo de Ibelin (Liam Neeson), caballero respetado por el rey de Jerusalén y comprometido con el mantenimiento de la paz en la región, emprende la búsqueda de su hijo ilegítimo Balian (Orlando Bloom), joven herrero francés que llora la pérdida de su mujer y su hijo. Godofredo convence a su hijo para que lo acompañe en su misión. Tras la muerte de ... [+]
11 de octubre de 2005
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que la cosa pinta bien durante los primeros minutos, con la presentación de unos personajes interesantes y atormentados y buenos elementos dramáticos; bien rodada, además, lejos de los aspavientos habituales en Ridley Scott. Pero sólo es un espejismo. Liam Neeson desaparece de la pantalla y la historia empieza a hacer aguas.
A favor del director hay que destacar una buena agilidad narrativa que le permite contar muchas cosas en poco tiempo… excepto, claro, en el estiradísimo final, un asedio concebido únicamente en función del espectáculo y de la satisfacción de un público que supuestamente ha ido a ver otra película de batallitas al estilo de Braveheart, El rey Arturo o Troya (todas ellas, por cierto, bastante mejores que ésta). Y claro, esas expectativas no pueden quedar decepcionadas, aun a costa cargarse la película.
A favor del director hay que destacar una buena agilidad narrativa que le permite contar muchas cosas en poco tiempo… excepto, claro, en el estiradísimo final, un asedio concebido únicamente en función del espectáculo y de la satisfacción de un público que supuestamente ha ido a ver otra película de batallitas al estilo de Braveheart, El rey Arturo o Troya (todas ellas, por cierto, bastante mejores que ésta). Y claro, esas expectativas no pueden quedar decepcionadas, aun a costa cargarse la película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Además, la agilidad narrativa se convierte en un lastre debido a una historia inverosímil. Lo es, para empezar, que un simple herrero luche como un guerrero y que sea prácticamente invencible tras dos minutos de adiestramiento, por mucho que le adiestre su padre. Resulta también prodigiosa la carrera meteórica de nuestro héroe al llegar a Jerusalén (sin exagerar: no le coronan rey porque no quiere). Y, por fin, su comportamiento antirreligioso resulta increíble en esa época y en ese lugar, al menos sin que le corten la cabeza. En cambio, los sacerdotes, obispos incluídos, son insultados, humillados y asesinados impunemente y ante la indiferencia general. Como si el poder de la Iglesia hubiera sido cosa de risa.
Lo que sí produce cierto jolgorio son los personajes: la historia avanza, pero ellos no. No se desarrollan, son unidimensionales. Claro que se ha recurrido a buenos actores –excepto en el caso de Orlando Bloom, que se pasa la película poniendo cara de pena–, con lo que se supone que debe bastar para darles una apariencia de complejidad. Pero no es así. El caso de los malos de la función es especialmente patético: parecen marionetas. No consiguen inquietar lo más mínimo.
En medio de todo este desastre se salvan algunos momentos, como el comienzo, ya mencionado, que transcurre en Francia, y alguna secuencia de acción, como aquella en la que Balian mata él solito a los esbirros que le envía Guy de Lusignan: un balance muy pobre para una película que prometía el oro y el moro Saladino.
Lo que sí produce cierto jolgorio son los personajes: la historia avanza, pero ellos no. No se desarrollan, son unidimensionales. Claro que se ha recurrido a buenos actores –excepto en el caso de Orlando Bloom, que se pasa la película poniendo cara de pena–, con lo que se supone que debe bastar para darles una apariencia de complejidad. Pero no es así. El caso de los malos de la función es especialmente patético: parecen marionetas. No consiguen inquietar lo más mínimo.
En medio de todo este desastre se salvan algunos momentos, como el comienzo, ya mencionado, que transcurre en Francia, y alguna secuencia de acción, como aquella en la que Balian mata él solito a los esbirros que le envía Guy de Lusignan: un balance muy pobre para una película que prometía el oro y el moro Saladino.