Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Isildur:
3
Romance. Drama La familia Recchi pertenece a la gran burguesía industrial lombarda. Viven en Milán, en una lujosa casa, pero las relaciones entre ellos son frías y distantes. Eduardo Tancredi, su mujer Emma (Tilda Swinton), una inmigrante rusa plenamente integrada en la cultura milanesa, sus hijos Elisabetta, Edoardo y Gianluca, así como los abuelos, componen el círculo familiar. El joven cocinero Antonio, ajeno a este mundo, condensa sus emociones en ... [+]
22 de marzo de 2011
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo peor que te puede ocurrir cuando terminas de ver una película es pensar que acabas de perder dos horas de tu vida. Con esta película, que se las quiere dar de intelectual y moderna, me ha pasado. Y me he puesto de muy mala hostia. Io sono l'amore, dirigida por Luca Guadagnino, es una película tan pretenciosa como su título; y tan estúpida como la crítica que se viene.
Va sobre una rusa que se arrima a un italiano riquiño de Milán y forma una familia de pijos repelentes que heredan empresas textiles que se van a la ruina. Pero por suerte a la trama le interesa eso lo mismo que a mí: nada; se centra más bien en la rusa aquella, interpretada por Tilda Swinton, que se beneficia al amigo cocinitas de su hijo: poco más, la resabida historia de una infidelidad, con sus antecedentes, el hecho en sí y consecuencias. Pero no solo es que el argumento sea una soberana gilipollez, sino que encima tiene un guion de risa: no es más que un compendio de tópicos con un desarrollo de lo más facilón e imbécil, véanse las tontísimas pistas que el director va dejando caer para que las pille Edoardo o el cutre (pero cutre, cutre) momento piscina. Además, el argumento tiene tan poca chicha y todo es tan insustancial que perfectamente lo que se cuenta en dos horas se podía haber contado perfectamente en 20 minutos.
"Paleto inculto, ¿y te haces llamar cinéfilo? En esta película no importa tanto el qué como el cómo".
Oh sí, es cierto, la película está dirigida con un pulso excepcional, oh, qué planos, qué bonito todo: ¡anda ya! Guadagnino se las da de transgresor con esta dirección "modernita": tanto plano detalle, desenfoques y travelines mareados no van a corregir las faltas del paupérrimo guion, y ni mucho menos, provocar alguna sensación que no sea aburrimiento y ganas de sangre, ¿¡qué clase de final psudoépico es ese!? Y todo aderezado con una banda sonora chirriante que no pega ni con cola. Ah, tonto de mí, que la música es otra táctica del director para suscitar tal o cual sensanción en el espectador (y evocar toda la profundidad de la obra: la misma que un charco formado tras un rato de lluvia)... Uf, realmente acabé cabreado, y encima lo que más coraje me da es que si este mismo argumento hubiese sido una película "made in Hollywood" habría sido vapuleada a tope por facilona y tonta: pero no nos engañemos, Io sono l'amore, cine europeo, lo es también. Ah, y otra cosa, si tu sei l'amore, io sono Jesucristo (mínimo).
Isildur
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow