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Voto de jgripweed:
5
Comedia Donny Berger (Adam Sandler) es un padre que pretende controlar la inminente boda de su hijo Todd (Andy Samberg), y para ello se muda a vivir con él y su novia Jamie (Leighton Meester). (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Servidor no se distingue por ser uno de los mayores admiradores de Adam Sandler. Aunque reconozco que sus películas me han sacado carcajadas en mayor o menor medida, la gran parte de las veces las disfruto por inercia, sin mayor interés que despejar la cabeza de los problemas mundanos y sin llegar a reconocer por qué este chico es el más exitoso en taquilla y el mejor pagado allá por las colinas de Hollywood.

Con ese interés acudí a ver Desmadre de padre, la última comedia del susodicho, con menos expectativas de las habituales tras ver críticas y, sobre todo, datos de asistencia a las salas desde su estreno.

Adam Sandler encarna a Donny Berger, un chaval que alcanza el éxito y la popularidad cuando consigue tirarse a una de las profesoras más atractivas que hemos visto pasar por el celuloide (Eva Amurri, luego Susan Sarandon, que además son hija y madre en la vida real). Normal, no todos los días se ve a un adolescente cumplir una de las fantasías más comunes de todos los adolescentes. Pero la fantasía se torna en pesadilla cuando acusan a la profesora de abusar del chaval (claro, es menor), y, para más inri, se ve que lleva un bombo muy avanzado. Donny se hace cargo del crío hasta que éste cumple la mayoría de edad y, a partir de ahí, pierden el contacto. Un punto de partida curioso que, cómo no, desemboca en que Donny sigue con una vida de adolescente a pesar de sobrepasar los cuarenta y, arruinado, retoma el contacto con su desaparecido hijo, ahora millonario y triunfador, que está a punto de contraer matrimonio.

A diferencia de la mayoría de películas de este género, comedias irreverentes a más no poder, en este caso no es el protagonista (Adam Sandler) el que sufre las escenas más embarazosas para vergüenza ajena del espectador, sino que es su hijo Han Solo (sí, ése es el nombre que Donny le puso a su hijo), encarnado por el tierno Andy Samberg el que las padece. Tal vez ese punto de complicidad que se establece con Donny es el que nos facilita disfrutar de las continuas chorradas que éste le hace y le ha hecho a su hijo. Entre los secundarios, cabe destacar la actuación de Vanilla Ice interpretándose a sí mismo como uno de los mejores amigos de Donny, con unos puntos de autoparodia bastante meritorios.

Se entiende el cansancio del público con este, cada vez más abundante, humor pajillero, donde las bromas resultan repetitivas y los protagonistas demasiado conocidos. Pero, una vez superado este filtro, te ríes con esos dos puntitos verdaderamente graciosos.

http://diarioenred.com/2012/09/desmadre-de-padre/
jgripweed
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