Humanista, sencillo y sincero drama brasilero que cuenta una formidable interpretación de Sonia Braga, la dama del cine de ese país. Un retrato profundo y sin moralina del Brasil contado en primera persona pero que propone múltiples derivaciones sociales y familiares.
El director y guionista Kleber Mendonça Filho se las ingenia para construir un edificio de ideas simples pero muy efectivas y llevaderas que van revelando las fortalezas de su protagonista conjuntamente a los cambios en sociedad capitalista donde muchos lobos aparecen disfrazados de corderos con sed de negocios suculentos, sin importarles la destrucción de las vivencias.
La historia se mete en la vida de Doña Clara (Sonia Braga), una sexagenaria y bellísima dama de Recife que vive en el departamento de toda la vida, ubicado en el complejo Aquarius frente a las espléndidas playas que zigzaguean junto a la Avenida Boa Viagem.
Clara supo ser una reconocida crítica musical y que ahora se dedica a disfrutar de la vida desde su acogedora morada y de la sociabilización que le ofrece su estado de salud, luego de haberle ganado al cáncer de mama. Así es como disfruta de las visitas de su sobrino, sus amigas, la música y las actividades en la playa que casi se ha convertido como un ambiente más en su departamento.
Para Clara es tiempo de transitar con tranquilidad y felicidad este tramo que apunta hacia el final de su vida, pero hay una empresa inmobiliaria empeñada en comprarle la casa para tirar el complejo abajo y edificar un nuevo y moderno edificio. Ella se niega y no piensa cambiar la decisión, allí están sus recuerdos, sus logros, sus frustraciones, su vida.
Enfrentándose al urbanismo que arrasa la perdurabilidad de las ciudades y sus esencias, se entrecruzan los conflictos que se disparan con sus hijos y se pone en superficie la profundidad de la desigualdad social, el género y la vejez.
Con los premios a Mejor Dirección y Actriz (Braga) en los Premios Fénix y en Festival de Mar del Plata, y sin conquistas en Cannes y La Habana; de alguna manera la propuesta de Kleber Mendonça Filho, además de ser un gran homenaje a la maravillosa Sonia Braga, se permite la contraposición de urbanismo y memoria, machacando sobre la desigualdad social y las ínfulas de los negocios.
Una pieza fresca y sensible del cine brasilero, con algunas escenas muy bien logradas (como la sexual, el cumpleaños en el barrio pobre o el desnudo), apenas se excede en su metraje y cuenta con un final un poco simplista; pero no obstante es una obra digna de ser saboreada como una buena copa de vino y un vinilo de fondo.

Calificación Fanaseriecine: 7 ½ sobre 10