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Voto de Sinhué:
6
6,8
2.108
Drama
En Kyoto, en los años 70, un anciano calígrafo escribe con gran delicadeza una felicitación en la cara de su hija el día de su cumpleaños. Cuando se hace mayor, Nagiko recuerda emocionada aquel regalo, y busca al amante calígrafo ideal que utilice todo su cuerpo como una hoja en blanco.... (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El hombre que huye de los convencionalismos, tarea siempre polémica, consigue aquí un ejercicio de estética y refinado erotismo; entre los clamores, con distinto signo, de quienes le consideran innovador y quienes le otorgan la distinción de "desafortunado inventor". Peter Greenaway, el reinventor, vuelve aquí a técnicas multimedias, con la pintura (en este caso en forma caligráfica) y la música como elementos fundamentales.
El Libro de Piel, como no podía ser de otro modo, es una libre interpretación sobre las obsesiones de una joven por la escritura que enraiza en el cuerpo desnudo, por eso no valen las letras, ni las palabras estériles. Afectos, deseos, proyectos..., forman parte de la búsqueda, sensual y amorosa, de una linda mujer aquejada en parte por el síndrome de Peter Pan.
Para el espectador que no quiera entrar en el etéreo universo del director galés, quedan la belleza de las imágenes, la compañía musical de Brian Eno y la erótica transgresión de los caracteres japoneses, danzando a ritmo respiratorio sobre el terso vientre de una contestataria jovencita; entre el gozo y el dolor, entre la vida y la muerte.
El Libro de Piel, como no podía ser de otro modo, es una libre interpretación sobre las obsesiones de una joven por la escritura que enraiza en el cuerpo desnudo, por eso no valen las letras, ni las palabras estériles. Afectos, deseos, proyectos..., forman parte de la búsqueda, sensual y amorosa, de una linda mujer aquejada en parte por el síndrome de Peter Pan.
Para el espectador que no quiera entrar en el etéreo universo del director galés, quedan la belleza de las imágenes, la compañía musical de Brian Eno y la erótica transgresión de los caracteres japoneses, danzando a ritmo respiratorio sobre el terso vientre de una contestataria jovencita; entre el gozo y el dolor, entre la vida y la muerte.